En medio de facturas de energía cada vez más altas, la gobernadora de Massachusetts, Maura Healey, pidió el martes al Departamento de Servicios Públicos (DPU, por sus siglas en inglés) que realice una revisión integral y sin precedentes de las tarifas de gas y electricidad. El objetivo: encontrar formas de bajar los costos para residentes y negocios.
“Las facturas de energía ya son demasiado altas para los residentes y empresas de Massachusetts. Por eso estoy pidiendo al DPU que haga una revisión sin precedentes para identificar qué cargos se pueden eliminar o reducir y así bajar los costos”, dijo la gobernadora Healey.
“Combinado con mi agenda de accesibilidad energética y la legislación que presenté, podemos ahorrar miles de millones de dólares a la gente durante años”.
Entre los puntos que Healey solicitó que revise el DPU se incluyen:
- Analizar qué cargos en las facturas se pueden eliminar, reducir o modificar.
- Evaluar cualquier aumento propuesto en las tarifas de los servicios públicos para evitar gastos innecesarios.
- Acelerar la construcción de nuevos proyectos solares antes de que finalicen los créditos fiscales federales.
Esta solicitud se suma a otras acciones de la gobernadora para reducir las facturas de energía. A principios de este año, presentó el Energy Affordability, Independence & Innovation Act, una propuesta de ley que busca generar más de 13 mil millones de dólares en ahorros para residentes y empresas. Entre sus beneficios, la legislación propone:
- Reducir cargos en las facturas de electricidad y gas.
- Incrementar la generación y disponibilidad de energía en el estado.
- Aumentar la responsabilidad y transparencia de las compañías de servicios públicos.
Además, la agenda de accesibilidad energética implementada por Healey ya ha logrado ahorros inmediatos de 220 millones de dólares, y se espera que genere más de 5.8 mil millones de dólares en los próximos cinco años.
Con estas medidas, la gobernadora busca aliviar la carga económica que enfrentan los hogares y negocios de Massachusetts justo cuando se acerca el invierno, una temporada en la que tradicionalmente las facturas de energía suben.
“El objetivo es claro: que cada residente y negocio pueda pagar menos por la energía que necesita para vivir y trabajar”, concluyó Healey.
