Cada año, miles de jóvenes LatinX en Boston luchan por alcanzar el éxito, pero muchos enfrentan importantes barreras, especialmente en la educación y el desarrollo profesional. A pesar de las valiosas contribuciones de la comunidad LatinX, muchos jóvenes carecen del acompañamiento y la mentoría necesarios para prosperar. Líderes como Vanessa Calderón, quien empodera a comunidades inmigrantes en Inquilinos Boricuas en Acción (IBA); Eneida Román, CEO de We Are ALX, que impulsa cambios reales en salud, educación y movilidad económica; y Marcela Aldaz-Matos, CEO de ARKA HR, que crea nuevas oportunidades para la comunidad latina, son ejemplo del poder de la orientación. Radhames Nova, presidente y CEO de Junior Achievement of Greater Boston, también marca una gran diferencia en la vida de nuestros jóvenes cada día. Hoy, la mentoría sigue siendo una herramienta esencial para cerrar brechas y empoderar a la próxima generación de profesionales LatinX en Boston.
La mentoría ha sido, desde hace tiempo, un pilar del crecimiento personal dentro de la comunidad LatinX. El camino hacia el éxito no depende solo de la determinación individual, sino también del apoyo de quienes ya han recorrido trayectos similares. Ya sea a través de un familiar, un líder comunitario, un programa de mentoría o un encuentro casual, la guía de un mentor puede ser invaluable. Para los jóvenes LatinX, esta relación puede transformar sus vidas, brindándoles motivación, orientación y perspectiva para superar los desafíos y alcanzar sus metas.
Crecí con padres dominicanos que se mudaron de Puerto Rico a Boston cuando yo era pequeña, en busca de un entorno donde pudiéramos florecer. Tuve la fortuna de contar con mentores que vieron mi potencial y me ayudaron a valorar mi herencia cultural como una fortaleza. Desde líderes comunitarios hasta compañeros, esos mentores me enseñaron que nuestras raíces LatinX ofrecen perspectivas únicas que enriquecen cualquier campo. Su apoyo facilitó mi adaptación como adolescente en Dorchester y Jamaica Plain —donde mis padres trabajaban arduamente para sacar adelante sus negocios— y reforzó la importancia de superar la adversidad.
Una de las lecciones más valiosas que aprendí de mis mentores fue el poder de la resiliencia. Sus historias de perseverancia me mostraron que los tropiezos son parte natural del camino al éxito. Me enseñaron a liderar con empatía y me recordaron que ser “la única” en una sala no era una desventaja, sino una oportunidad para dar ejemplo. Esas lecciones me acompañan hasta hoy, guiando mi vida personal y profesional, y son el núcleo de mi propósito.
Al avanzar en mi carrera en la industria tecnológica, la mentoría se volvió aún más esencial. Navegar un entorno predominantemente blanco y masculino como mujer afrolatina presentó desafíos únicos. Pero contar con mentores que comprendían esas experiencias marcó toda la diferencia. Ellos fueron mis confidentes, me ofrecieron consejos, me ayudaron a vencer el síndrome del impostor y me recordaron que mi valor no depende de la percepción limitada de otros.
Hoy, como mentora de jóvenes profesionales LatinX, veo reflejados esos mismos patrones. Animo a otros a abrazar su identidad cultural con orgullo y a buscar activamente oportunidades de crecimiento y conexión con personas que compartan experiencias similares. Conozco el poder de escuchar las palabras: “Te veo. Creo en ti. Puedes lograrlo". He tenido la fortuna de formar una familia profesional, mi ALPFAmilia, a través de mis roles de liderazgo y voluntariado en ALPFA (Association of Latino Professionals for America), donde puedo ejercer plenamente mi compromiso con la mentoría.
La mentoría ofrece un sentido de pertenencia y demuestra a los jóvenes líderes LatinX que sus sueños no solo son posibles, sino alcanzables. Hispanic Star compartió un dato revelador: Los latinos son jóvenes; más del 25% de la Generación Z en EE.UU. es latina. La edad promedio de los LatinX es 19 años, frente a 61 entre los no LatinX. Estudios muestran que los jóvenes con mentores tienen más probabilidades de alcanzar niveles superiores de educación y éxito profesional, especialmente en industrias donde la representación LatinX ha sido históricamente limitada.
Organizaciones como Big Brothers Big Sisters of Eastern Massachusetts (BBBSEM) han visto un aumento en el interés de jóvenes LatinX que buscan mentores adultos. En los últimos cuatro años, un 82% más de jóvenes y familias LatinX han expresado interés en participar en sus programas. Los beneficios de la mentoría son mutuos: Refuerza el sentido de propósito del mentor, fomenta conexiones sociales más sólidas y mejora el bienestar mental y físico.
En sectores donde la representación LatinX aún es baja, la orientación ayuda a derribar barreras y allanar el camino para que las nuevas generaciones se imaginen liderando. Este Mes de la Herencia Hispana, reflexionemos sobre cómo podemos contribuir al éxito de la juventud LatinX de Boston. Ya sea a través de programas formales de mentoría o simplemente compartiendo nuestras experiencias, todos tenemos la oportunidad de dejar una huella duradera.
Para obtener más información sobre Big Brothers Big Sisters of Eastern Massachusetts, inscribir a tus hijos o convertirte en mentor, visita: emassbigs.org
Sobre la autora:
Enna Jiménez es una defensora comprometida con la mentoría y el empoderamiento comunitario. Actualmente forma parte de la Junta Directiva de Big Brothers Big Sisters of Eastern Massachusetts. Con más de 30 años de experiencia en liderazgo, tecnología y gestión del cambio, apoya a su comunidad a través de Executive Career Coaching. Es autora publicada, conferencista y CEO de Enna Jimenez LLC. También se desempeña como Chief Development Officer de ALPFA (Association of Latino Professionals for America). Enna es una poderosa latina cuya pasión por la comunidad, el liderazgo y la justicia ha tenido impacto global, reconocida entre las 2025 United Latinas Top Latinas 50over50 y ganadora del premio Amplify Latinx ALX100.