El alcalde de Providence, Brett Smiley, firmó este lunes una orden ejecutiva que establece de manera explícita cómo la policía de la ciudad debe interactuar con los residentes y con agentes federales de inmigración. La medida, titulada “Un Providence Segura para Todos”, busca fortalecer la confianza de la comunidad inmigrante en las autoridades locales y disipar dudas sobre incidentes recientes.
La orden establece que los oficiales deben llevar cámaras corporales, mostrarse siempre identificados y abstenerse de usar máscaras que oculten su rostro, excepto en situaciones especiales como trabajos encubiertos.
En julio de 2025, residentes de Providence acusaron a la policía local de colaborar con ICE durante la detención de Ivan Mendoza Meza, presunto traficante y miembro de MS-13. El jefe de policía negó las acusaciones, asegurando que los oficiales solo protegían a civiles durante un allanamiento.
Sin embargo, una revisión independiente realizada por realizada por (Providence External Review Authority) PERA en agosto concluyó que varios oficiales violaron políticas al coordinar operativamente con ICE, establecer perímetros, dar información sobre el sospechoso y no usar cámaras corporales de forma continua. El sindicato cuestionó el informe, pero PERA recomendó capacitación obligatoria y sanciones para los oficiales que incumplieron.
Además, en mayo, la Administración Trump incluyó a Providence entre más de 500 “jurisdicciones santuario” a las que exigió revisar sus políticas de inmigración y alinearse con las leyes federales. Ahora, con esta orden ejecutiva, la ciudad busca enviar un mensaje claro: Providence seguirá siendo un lugar seguro e inclusivo para todos sus residentes.