Por Phillip Martin
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Sinvalda Oliveira, de Marlborough, dice que votó por Donald Trump para presidente en 2024 porque quería ver una frontera más estricta y menos inmigrantes ingresando al país.
Pero la inmigrante brasileña y ciudadana estadounidense naturalizada afirma que no esperaba que la promesa de campaña de Trump de deportar “criminales” se extendiera a trabajadores locales brasileños de la construcción, niñeras y empleadas domésticas, incluyendo a una de sus propias amigas.
“Él estaba simplemente sentado dentro de su auto en el estacionamiento de su apartamento. Y lo detuvieron y lo deportaron”, relató.
Ahora, la esteticista de 56 años dice que su negocio está en dificultades, muchos de sus clientes se quedan en casa y ella se preocupa por el futuro.
“Si estas redadas continúan, todos vamos a quebrar”, dijo Oliveira recientemente a GBH News. “Todas las panaderías, todos los mercados, no estamos ganando lo suficiente para pagar a nuestros empleados. Es una locura. Es horrible. No está bien.”
Los brasileños constituyen la comunidad inmigrante más grande de Massachusetts, con cerca de 140,000 personas, la gran mayoría nacidas fuera del país, según un informe de 2024 del Latino Equity Fund y The Boston Foundation. También están sintiendo los efectos de los esfuerzos de deportación de Trump en números mayores que otras comunidades inmigrantes del estado.
Siendo una comunidad con tendencia conservadora, los brasileños apoyaron al ex presidente de derecha Jair Bolsonaro, y según defensores de inmigrantes e investigadores, muchos también respaldaron a Trump en las últimas elecciones.
Con cientos de ciudadanos brasileños arrestados por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) este año, muchos en la mayor población inmigrante de Massachusetts han optado por mantenerse en el anonimato, y algunos están cuestionando la forma en que votan.
Acá puedes ver los arrestos de ICE en Massachusetts de enero 2023 hasta julio 2025 con datos proporcionados por ICE en respuesta a una solicitud de la Ley de Libertad de Información (FOIA) al Deportation Data Project y analizados por GBH News.
Desde enero hasta finales de julio, ICE arrestó a unas 2.800 personas en Massachusetts. De ellas, una cuarta parte —aproximadamente 780 personas— eran brasileñas, según datos de ICE obtenidos por la organización sin fines de lucro Deportation Data Project. Esto representa casi tres veces más brasileños detenidos por agentes federales que en todo el año anterior.
No hay datos específicos sobre cómo votaron los brasileños locales en las elecciones de 2024. Sin embargo, la información disponible sugiere que los inmigrantes brasileños apoyaron a Trump en gran número y, ahora, algunos están reconsiderando su respaldo.
El 76% de los brasileños en el área de Boston votó por el presidente brasileño de derecha Jair Bolsonaro en la segunda vuelta de las elecciones de 2022, según un estudio reciente de la Universidad de Boston. Taylor Boas, especialista en América Latina y autor del estudio, señaló que el apoyo local a Bolsonaro y Trump tiende a alinearse.
“Muchos brasileños en el área de Boston son bastante favorables a Trump, o al menos lo eran,” dijo.
Una encuesta del Instituto de Pesquisa IDEIA, grupo de investigación con sede en Brasil, encontró que el 35% de los brasileños estadounidenses en todo Estados Unidos apoyaba a Trump antes de las elecciones de 2024, todavía una minoría, pero más de tres veces el porcentaje que lo respaldó en 2016.
Heloisa Maria Galvão, cofundadora del Brazilian Women’s Group en Brighton, un grupo de asistencia a inmigrantes, señaló que incluso entre los clientes que enfrentan deportación, algunos siguen apoyando a Trump, incluido uno que fue deportado a Brasil a principios de este año.
“Sus hijos nacieron en Estados Unidos, y su esposa padece una enfermedad terminal. Él no era ciudadano, pero estaba apoyando a Trump. Y la gente nos preguntaba, ‘¿Por qué van a ayudarlo?’ Y yo dije, ‘No me importa. Es injusto que lo hayan deportado’”, afirmó.
No existen datos públicos que indiquen cuántos antiguos simpatizantes brasileños se han alejado de Trump desde su elección.
Sin embargo, entre todos los latinos, incluidos los brasileños, las encuestas recientes muestran una fuerte caída en el apoyo. Otra encuesta encontró que casi uno de cada diez latinos que votó por Trump en 2024 dijo que no lo votaría si la elección fuera hoy, y un 9% respondió que no estaba seguro.

Lenita Reason, directora ejecutiva del centro sin fines de lucro Brazilian Worker Center en Allston, afirma que existe un miedo sin precedentes en la comunidad, mientras funcionarios federales encapuchados aparecen en los titulares por romper ventanas de autos y arrestar inmigrantes.
Según Reason, algunos de sus clientes arrestados por ICE fueron “desaparecidos” de las calles, y sus familias a menudo desconocían su paradero durante días.
“La gente está muy estresada”, dijo. “Cada vez que ven un auto negro o un vehículo con vidrios oscuros, sienten miedo”.
Graeme Blair, codirector del Deportation Data Project, señala que la administración Trump está enfocando grandes concentraciones de población brasileña como una manera de “arrestar, detener y deportar al mayor número de personas en el menor tiempo posible”.
“Llevamos tres décadas aquí y nunca habíamos visto algo así. Es terrorismo en la comunidad”, comentó Heloisa Maria Galvão, del Brazilian Women’s Group.
Galvão trabaja con decenas de familias brasileñas afectadas por detenciones y deportaciones. La mayoría, dice, ha perdido a su principal sostén económico, dejando a las familias incapaces de pagar renta, servicios o alimentos.
Incluso ciudadanos estadounidenses como Renata Nunes expresan temor por su seguridad. Nunes dijo a GBH News que le preocupa que la actual administración pueda intentar revocar la ciudadanía a personas no nacidas en Estados Unidos.
Nunes, de 27 años, llegó al país cuando era niña y fue criada por su abuela en Marlborough, una ciudad con unos 3,000 brasileños.
“Pensaba, ‘Bueno, al menos yo soy intocable, mi mamá es intocable, mi familia es intocable’”, contó. “Y darme cuenta de que eso no es cierto y sentir ese miedo… eso se instaló en mí”.
Además, ha visto una notable disminución de clientes en los mercados brasileños del área de Framingham, que concentra la mayor proporción de residentes brasileños en la región. Dijo que amigos y conocidos indocumentados tienen cada vez más miedo de salir de sus casas mientras las redadas de ICE se intensifican en el área de Boston, un miedo que Nunes comparte plenamente.

“Mi abuela vivió la dictadura en Brasil. Y ver lo que está pasando ahora, nunca pensé que tendría que enfrentar algo que ella ya vivió”, dijo.
Oliviera, republicana registrada que apoyó a Trump en 2024, afirma que no participará en las elecciones de 2028 si las políticas migratorias actuales continúan vigentes.
“No podemos vivir con miedo de que cierren nuestro negocio”, dijo. “No podemos seguir viviendo con esta locura sobre la inmigración”.
Otros están optando simplemente por abandonar Estados Unidos. Ese es el caso de una mujer que habló recientemente con GBH News bajo condición de anonimato por temor a su seguridad.
La mujer, de unos 30 años, con sus pertenencias en dos bolsas, relató que llegó al país hace seis años desde su estado natal de Minas Gerais con la esperanza de una vida mejor. Pero esas esperanzas se vieron truncadas hace tres meses, cuando su esposo, que trabajaba lavando autos, fue arrestado por agentes federales en Allston y trasladado a un centro de procesamiento de ICE en Luisiana.

Ahora, la mujer dijo que estaba volando de regreso a Brasil para evitar un destino similar. Eligió lo que la Administración Trump llama “auto-deportación”, en lugar de arriesgarse a una posible detención para ella y sus hijos en edad escolar. “Tengo miedo de que los puedan detener, encarcelar y deportar”, dijo.
La mujer no quiso hablar sobre sus opiniones políticas; sus problemas inmediatos eran más urgentes.
Unas 18 horas después de despegar, aterrizó en Belo Horizonte con sus dos hijos. Habló con un periodista independiente que registró su llegada a pedido de GBH News.
“No sé qué voy a hacer ahora”, comentó. “Me siento un poco perdida".
El reportero Carlos Gimenes contribuyó a esta historia desde Belo Horizonte, Brasil.