El estadio propuesto para el New England Revolution en Everett sería una instalación de fútbol de primer nivel con capacidad para 23,000–25,000 personas en un terreno de 43 acres junto al río Mystic, cerca del casino Encore Boston Harbor. El proyecto busca revitalizar un área industrial abandonada e integrar actividades comunitarias y eventos más allá del fútbol, incluyendo clínicas deportivas y programas de limpieza de playas.
El financiamiento estaría cubierto completamente por el Grupo Kraft, sin uso de fondos públicos para la construcción ni la remediación del sitio; sin embargo, sí se podrían destinar recursos públicos a mejoras de infraestructura conexa.
En entrevista con El Planeta, el senador Sal DiDomenico destacó los beneficios del estadio como un motor económico y ambiental. “Se trata de un proyecto único en una generación: convertir este espacio en algo hermoso para todos nosotros y que además genere buenos empleos”, afirmó. Según DiDomenico, la obra ofrecerá ingresos significativos para la comunidad, junto con beneficios ambientales, económicos y acceso público a espacios recreativos costeros.
El estadio, cuya construcción se estima en 600 millones de dólares, también apoyaría eventos comunitarios y podría compensar la pérdida de ingresos fiscales de la antigua central eléctrica.
Preocupaciones de la comunidad
Sin embargo, durante una reunión pública organizada por la Ciudad de Everett, los vecinos manifestaron preocupaciones sobre la seguridad pública. David Gordon, residente de la zona, destacó su inquietud respecto a la ubicación del estadio y los posibles riesgos. “No estoy seguro de si me gusta la ubicación… no habrá protección entre el agua y el terreno”, afirmó, advirtiendo que los niños podrían estar expuestos a peligros.
Aunque el proyecto incluye beneficios como un nuevo centro comunitario y una estación de bomberos, David Gordon cuestionó quién financiará estas construcciones, recordando promesas incumplidas durante el desarrollo del casino.
De manera similar, la actual concejal de Everett, que busca su reelección al cargo de City Council at Large en las próximas elecciones municipales, solicitó mejoras significativas en transporte y servicios de emergencia, incluyendo una estación de bomberos de cuatro bahías y una subcomisaría, proponiendo que los desarrolladores asuman al menos parte de los costos.
Comunidad pide participación local
Lucy Pineda, directora ejecutiva de Latinos Unidos en Massachusetts, compartió con El Planeta la necesidad de garantizar equidad y acceso en los programas asociados al estadio del New England Revolution. Pineda recordó experiencias pasadas en las que algunos programas favorecieron a niños de familias con conexiones, dejando de lado a miembros de comunidades vulnerables.
Para asegurar que los beneficios del proyecto lleguen a todos, Pineda propuso la creación de un comité integrado por residentes y dueños de negocios locales, que supervise la planificación y operación del estadio, priorizando la participación de jóvenes y la generación de empleos para la comunidad.
Los funcionarios dijeron que si no hay acuerdo sobre la construcción antes de fin de año, el proyecto irá a un arbitraje vinculante, fuera del control de las autoridades locales.