Por Grant Welker
To read this article in english in Boston Business Journals click here.
Los aranceles están empezando a afectar los presupuestos de los proyectos de construcción en el área de Boston, y los contratistas locales dicen que la incertidumbre sobre los precios puede ser lo peor de todo.
"La incertidumbre nos está volviendo locos a todos. Es imposible tomar decisiones", dijo John McLaughlin, presidente de la empresa eléctrica Sullivan & McLaughlin, con sede en Dorchester.
Pero en una industria donde la tendencia es seguir adelante con los proyectos, aún hay formas de compartir los riesgos, añadió.
"Queremos que el proyecto avance, y ellos también quieren que avance. Tenemos que encontrar algún punto medio", dijo McLaughlin, cuyo empresa es conocida en el sector como SullyMac.
La Administración Trump ha hablado de aranceles desde antes de la inauguración en enero, y aún así, la aplicación de esos recargos sobre cualquier material de un país en particular ha sido tan errática que Dan Doherty, director senior de estimaciones en Shawmut Construction, advirtió que las cifras suelen cambiar de un día para otro.
"Puede que haya cambiado esta mañana", dijo con una ligera risa.
Finanzas y cadena de suministro: Un juego de adivinanzas
Doherty y McLaughlin fueron parte de un panel de cinco participantes en un evento esta semana organizado por el grupo inmobiliario NAIOP Massachusetts. ¿El tema? Cómo los contratistas están logrando que los proyectos sigan adelante en un momento en que los aranceles y la precariedad económica general hacen que las finanzas y las cadenas de suministro sean todo un juego de adivinanzas.
Tammy Ferland, presidenta de J.C. Higgins, una empresa de contratistas mecánicos con sede en Stoughton, dijo que su firma no ha absorbido totalmente el costo de los aranceles porque otros gastos, como la mano de obra, también influyen. Pero los precios han estado inestables —principalmente al alza— dijo, con un aumento aproximado del 10% desde comienzos de año.
"Ha sido un vaivén constante desde principios de año", comentó.
En algunos casos, la volatilidad es anterior a los aranceles actuales.
“Hemos estado lidiando con la volatilidad e incertidumbre en el suministro eléctrico durante al menos tres años", señaló McLaughlin. Su empresa busca mitigar estos factores mediante una comunicación más estrecha con los contratistas generales y los usuarios finales sobre lo que están experimentando, agregó.
Con costos tan erráticos, los panelistas comentaron que los períodos para garantizar precios se han vuelto cada vez más cortos. Ya no son 90 ni siquiera 60 días.
“Ahora son de 15 a 30 días", indicó Ferland.
Otros cambios incluyen cláusulas en los contratos que exigen la compra de acero u otros materiales fabricados en Estados Unidos. Cives Steel Co., con sede en Maine, incluso sugirió a un cliente potencial comprar acero especial con anticipación para protegerse de posibles aumentos de precio —aunque Cives podría perder la licitación y tener que enviar el acero a un competidor que asuma el proyecto—, explicó Brock Bessey, director regional de ventas de la empresa.
Negocio riesgoso
Los expertos coincidieron en que el riesgo forma parte esencial de la construcción, aunque la situación actual está poniendo a prueba su disposición a asumirlo.
“Todos sabemos que este es un negocio arriesgado", afirmó Doherty. “Esperamos ganar la mayoría de los proyectos y perder algunos. No estaríamos en este negocio si no estuviéramos dispuestos a asumir ciertos riesgos".
Los aranceles, junto con el aumento en los costos de financiamiento, han dejado muchos proyectos en el área de Boston paralizados. Tanto es así, que los panelistas señalaron que los costos de mano de obra han disminuido aproximadamente en la misma medida en que los aranceles han incrementado los precios de los materiales.
“El presupuesto base que se considera en las ofertas se ha mantenido estable en el mercado de Boston", explicó Bessey.
La desaceleración de los proyectos es tal que McLaughlin considera que una recesión está “en puerta” en Boston. Sin embargo, advirtió que esto podría no ser negativo para la industria.
“Como sector, siempre salimos fortalecidos tras una recesión", aseguró. “Antes del Covid, el mercado estaba sobrecalentado; después del Covid, estuvo aún más exagerado".