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Trump impone aranceles a los chips de computadora que no se fabriquen en Estados Unidos

Photo by Patrick Hendry / Unsplash

El presidente Donald Trump ha desatado confusiones con su nueva política de imponer aranceles del 100% a los chips de computadora que no se fabriquen en Estados Unidos. Al mismo tiempo, este anuncio ha sido un impulso para las acciones de las principales empresas de semiconductores. Según el informe original, la mayoría de los chips fabricados en el extranjero ya llegan al país como parte de un producto ensamblado, lo que crea incertidumbre sobre si los componentes en dispositivos también estarían sujetos a aranceles.

Trump señaló que las empresas que han "hecho un compromiso para construir" en Estados Unidos serían exentas del impuesto de importación, aunque todavía no hayan empezado la producción local. Durante una reunión en la Oficina Oval con Tim Cook, CEO de Apple, Trump afirmó: “Estaremos imponiendo un arancel de aproximadamente 100% sobre chips y semiconductores”, pero aclaró que para quienes están construyendo en suelo estadounidense “no hay cargo”.

Los inversores de Wall Street vieron con buenos ojos esta medida para compañías estadounidenses como AMD, Intel y Nvidia, y también para grandes fabricantes asiáticos como Samsung y Taiwan Semiconductor Manufacturing Company. Sin embargo, los analistas advierten que podría ser un golpe duro para los productores más pequeños en Europa y Asia. Martin Chorzempa, investigador principal en el Instituto Peterson de Economía Internacional, destacó que estas empresas podrían no tener el capital suficiente para trasladar sus operaciones a Estados Unidos.

Chorzempa también advirtió que estos aranceles podrían disparar el costo de los vehículos en cientos de dólares si no se eximen los semiconductores que contienen. Durante la pandemia, la escasez de chips ya había aumentado el precio de los autos, y una situación similar podría repetirse con estos nuevos impuestos. Los chips son esenciales en los vehículos, ya que gestionan funciones como abrir ventanas, operar sistemas de entretenimiento y manejar la energía en vehículos eléctricos.

La construcción de fábricas de chips en EE. UU. se impulsó con la Ley CHIPS y Ciencia de 2022, la cual destinó más de 50 mil millones de dólares para apoyar nuevas plantas y capacitar a trabajadores en la industria. Sin embargo, Trump ha criticado estos incentivos y propone un enfoque diferente: presionar a las empresas con el costo de los aranceles para que establezcan fábricas en Estados Unidos. Esta política plantea incertidumbres sobre el impacto económico y la repercusión en los precios de los productos electrónicos.