ir al contenido

Más allá de Wu y Kraft: Quiénes son los otros candidatos a la Alcaldía de Boston

El candidato a la alcaldía Robert Cappucci, de East Boston, ha dicho que recurriría a Trump para financiar proyectos municipales, respalda más arrestos y deportaciones por parte de ICE, y propone enviar a estudiantes “problemáticos” al entrenamiento físico diario de la Academia de Policía. (Jesse Costa/WBUR)

Por Eve Zuckoff

To read this article in english in WBUR click here.

En una calurosa noche de martes en Dorchester, un hombre que busca reemplazar a Michelle Wu como alcaldesa de Boston sudaba junto a una parrilla de carbón. A su alrededor, la música retumbaba desde la cabina de un DJ, los niños hacían fila en el camión de helados del Departamento de Policía de Boston, y decenas de personas que jugaban baloncesto comenzaban a tener hambre.

No era Josh Kraft.

“Probablemente serán unas 300 — un poco más de 300 entre hot dogs y hamburguesas”, dijo Domingos DaRosa, un residente de Hyde Park de 47 años, a quien sus amigos llaman “Mingos”, mientras daba vuelta una hamburguesa con una espátula.

Padre de cuatro hijos, DaRosa lleva años como voluntario en el evento comunitario Beantown Slam en Ronan Park. También ha sido presidente y entrenador de fútbol americano en la liga Pop Warner durante tres décadas, y se ha hecho conocido en Boston por su activismo en temas de drogas y personas sin hogar.

El candidato a la Alcaldía Domingos DaRosa conversa con el candidato al Concejo Municipal de Boston por escaño general, Frank Baker, mientras asa hamburguesas en una parrillada comunitaria en Ronan Park, en Dorchester. (Jesse Costa/WBUR)

DaRosa sabe que la mayoría de los votantes de la ciudad probablemente nunca han oído hablar de él. Lo mismo ocurre con otro candidato a la Alcaldía, Robert Cappucci, un residente de East Boston de 80 años que también ha decidido postularse. Sin embargo, ambos lograron reunir las 3,000 firmas necesarias para calificar en la boleta electoral, y esperan que los votantes de Boston les den una oportunidad en las elecciones preliminares del 9 de septiembre, cuando se decidirá qué dos candidatos pasarán a la elección general del 4 de noviembre.

“Solo les pido que me escuchen. Que vean quién soy”, dijo DaRosa. “Pasen un día conmigo y van a decir: ‘Wow, esta persona realmente se preocupa por la ciudad. No desde la semana pasada, sino desde hace 35 o 40 año'"s.

Sin importar el enfoque, tanto DaRosa como Cappucci enfrentan bajas probabilidades de avanzar más allá de las elecciones preliminares de septiembre. En una reciente encuesta del Boston Globe y lSuffolk University  , solo el 3% de los encuestados expresó su apoyo a DaRosa, mientras que Cappucci obtuvo apenas un 1%.

Tampoco ninguno de los dos candidatos ha logrado recaudar grandes sumas de dinero para su campaña. Ninguno ha superado los $6,000 durante el ciclo electoral actual.

Mientras tanto, Wu y Kraft —el filántropo hijo del multimillonario Robert Kraft— han dominado la conversación, las recaudaciones y las encuestas. Wu, con un 60% en las encuestas, ha recaudado al menos $2.4 millones, y Kraft, con un 30%, ha superado los $3.1 millones, según los informes de campaña.

DaRosa contó que sus padres emigraron a Boston desde Cabo Verde cuando él tenía apenas 10 meses. Creció en la ciudad, trabajó como salvavidas municipal, se postuló sin éxito al Concejo Municipal de Boston en tres ocasiones y actualmente es dueño de una empresa de mantenimiento de propiedades.

También ha sido un activista polémico. En 2020, protestando por lo que consideraba inacción de la Legislatura ante la crisis de drogas en la intersección de Massachusetts Avenue y Melnea Cass Boulevard —conocida como "Mass. and Cass"—, colocó agujas hipodérmicas usadas frente a la casa del entonces gobernador Charlie Baker en Swampscott. Según él, la mala gestión de la ciudad en esa zona fue una de las razones que lo motivaron a postularse a la alcaldía. A pesar de los esfuerzos municipales, la intersección y sus alrededores en el South End siguen siendo focos de drogas y violencia.

“Está peor que nunca”, dijo. “Es como echar agua mezclada con aceite al fuego. Solo se esparce. Ya no se puede contener. Es un problema en toda la ciudad".

Como alcalde, dijo que buscaría restablecer un programa de intercambio de agujas y dar prioridad a la rehabilitación del puente de Long Island y de los centros de tratamiento. Pero el candidato, que se identifica como políticamente independiente, aseguró que la educación es su principal prioridad. También apoya el control de alquileres y un impuesto sobre la venta de viviendas de lujo destinado a la construcción de viviendas asequibles. Dijo que prefiere un plan reducido para reconstruir el estadio White, exclusivo para estudiantes de las Escuelas Públicas de Boston, en lugar del plan de Wu que contempla compartirlo con un equipo profesional de fútbol femenino.

Una de las personas que cree en su visión es Jerome “Stinky” Stephens, de 25 años. Según cuenta, cuando tenía siete años, DaRosa lo arrojó al fondo de una piscina para enseñarle a nadar. DaRosa confirmó que la historia era cierta.

En la parrillada, Stephens expresó su admiración por DaRosa, quien es el único inmigrante en la contienda; el único hablante de criollo caboverdiano; el único inquilino; y el único sobreviviente de violencia armada. En 2018, DaRosa recibió un disparo en la pierna.

“No voy a decir que Michelle Wu no hace nada por nosotros, pero no es alguien de esta comunidad. No conoce lo que pasa de verdad”, dijo Stephens. “Mingos sabe lo que es que te lancen a la jungla de verdad y tener que sobrevivir como sea".

De hecho, DaRosa ha atravesado momentos difíciles, incluyendo una deuda de casi $12,000 que fue enviada a cobranzas en 2019, según registros públicos. Él espera que esas dificultades lo hagan más cercano a los votantes.

“Yo soy como ustedes. Estoy atrasado en la factura del gas. Debo un mes del celular. Estoy tratando de que mis hijos salgan adelante en la escuela. Estoy luchando por mantener un techo”, dijo. “He pasado por eso. Lo he vivido".

Si las encuestas muestran que DaRosa tiene pocas probabilidades, no está solo. Cappucci, el candidato de East Boston, se ha posicionado como la opción más conservadora en la boleta. En los foros se presenta como católico devoto, soltero —dedicado totalmente al trabajo— y dispuesto a colaborar con el expresidente Trump.

Cappucci es un veterano de la Marina de EE.UU. que sirvió entre 1969 y 1971, según el Centro Nacional de Registros de Personal. Luego trabajó como maestro suplente, oficial de policía en Boston y, más adelante, en el sector inmobiliario. Ya jubilado, quizás es más conocido por su historial de campañas.

En los últimos 50 años, se ha postulado 13 veces a distintos cargos: para el Congreso, representante estatal, alcalde de Boston, concejal municipal y miembro del comité escolar —cargo que ganó en dos ocasiones en la década de los 80.

Dice que sigue postulándose porque le desagradan los políticos “egocéntricos” que ocupan cargos públicos, y porque quiere servir.

“Me importan las personas”, dijo. “Solo tengo una vida y estoy aquí para ayudar. Y algún día voy a morir. Así que no voy a desperdiciar mi única vida".

Cappucci ha dicho con frecuencia que, si es elegido, recurrirá a Trump para obtener ayuda en la financiación de proyectos municipales. Apoya los esfuerzos de Immigration and Customs Enforcement (ICE) para aumentar los arrestos y deportaciones, y ha propuesto una idea para enviar a los estudiantes “problemáticos” de las Boston Public Schools al programa de entrenamiento físico de la Academia de Policía de Boston cada día.

“Eso podría ser una forma de que liberen energía, de que entren a la academia de policía”, dijo. “‘¿Quieres ser un tipo duro? Veamos si puedes con el programa de entrenamiento físico'".

Observadores políticos consideran poco probable que Cappucci o DaRosa avancen más allá de la elección preliminar, sobre todo porque es muy difícil vencer a un alcalde titular en Boston. Pero la politóloga Erin O'Brien, de UMass Boston, señaló que es saludable para el electorado tener opciones y escuchar otros puntos de vista.

En 2013, los votantes tuvieron que elegir entre 12 candidatos en la primaria antes de que Marty Walsh se alzara con el triunfo. En 2021, cuando Wu ganó, hubo siete aspirantes compitiendo en la elección preliminar.

“Es bueno para la democracia que haya múltiples candidatos, sin duda”, dijo O'Brien. “Es una batalla cuesta arriba para esos dos candidatos, pero ya hemos visto que suceden cosas inesperadas".

Tanto Cappucci como DaRosa comparten una postura similar sobre sus campañas: si pierden, pierden. Ambos dijeron que seguirán ayudando a sus comunidades. Para Cappucci, eso significa ir a la iglesia y al gimnasio todos los días. Para DaRosa, significa prender la parrilla.

“Hasta que se termine la última hamburguesa”, dijo. “Ese es mi compromiso con los niños del vecindario. Lo mínimo que puedo hacer es asegurarme de que todos se vayan con algo para comer".

Últimas Noticias