La reciente decisión de la administración Trump de eliminar casi $1 millón en fondos de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) destinados a combatir el asma en el oeste de Massachusetts ha generado preocupación y rechazo entre líderes locales y estatales. Estos fondos, que apoyaban intervenciones ambientales en hogares de comunidades vulnerables como Chicopee, Holyoke y Springfield, eran esenciales para mejorar la calidad del aire y reducir los factores que agravan el asma.
Impacto en la salud pública
- Datos alarmantes: Hampden County recibió una calificación de “D” en calidad del aire según la Asociación Americana del Pulmón. En esta región, más de 5,500 niños y 43,000 adultos padecen asma.
- Servicios afectados: los fondos permitían realizar remediaciones ambientales como limpieza de ductos, eliminación de moho y mejoras en la ventilación, además de actividades de compromiso comunitario y fortalecimiento de capacidades locales.
Reacciones de los líderes
La gobernadora Maura Healey condenó la medida, destacando que afecta los esfuerzos por mejorar la salud en comunidades ya desfavorecidas. “Con el cambio climático intensificando problemas como el calor extremo y los incendios, es crucial priorizar la calidad del aire”, afirmó.
Por otra parte, la secretaria de Salud Kate Walsh subrayó que la pérdida de estos recursos limita el acceso a servicios esenciales para combatir el asma, especialmente en comunidades históricamente desatendidas.
Mientras que los líderes de Springfield, Holyoke y Chicopee expresaron su decepción, enfatizando que estos fondos eran vitales para mejorar las condiciones de vida y reducir disparidades en salud.
Un llamado a la acción
Organizaciones como Revitalize Community Development Corporation, que utilizaban estos fondos para realizar reparaciones en hogares y reducir riesgos ambientales, han instado al gobierno federal a reconsiderar esta decisión. “Este recorte no solo afecta la salud, sino también la dignidad y equidad de nuestras comunidades”, señaló Colleen Shanley-Loveless, presidenta de la organización.
El Departamento de Salud Pública de Massachusetts (DPH) presentó una disputa formal contra la decisión de la EPA. Este recorte se suma a la eliminación de otros $100 millones en subvenciones federales para programas de salud en el estado, lo que agrava aún más la situación.