REDADAS QUE INCOMODAN.
Las redadas migratorias están generando más que detenciones: Están desatando un dilema político dentro del Partido Republicano.
Aunque Donald Trump impulsa su narrativa de "orden y deportaciones", la ejecución de estas operaciones -con agentes encapuchados en comunidades y
lugares de trabajo- está provocando tensiones incluso dentro de sus propias filas.
En estados como California, algunos legisladores republicanos están intentando distanciarse del caos (para mantener sus escaños), pero sin romper con la línea oficial.
Un análisis del Los Angeles Times en conjunto con UCLA y UC Berkeley, el 70% de los arrestados en junio en California no tenían antecedentes penales, y el 58% ni siquiera habían sido acusados de un delito.
Republicanos como David Valadao, Young Kim y Suzette Valladares -todos en distritos clave que los demócratas quieren recuperar - están pidiendo "priorizar a criminales" y proteger a trabajadores estables.
En los años 90, una ola de políticas antiinmigrantes hundió al GOP en California. Hoy, con la memoria política fresca y elecciones reñidas en camino, el partido teme un déjà vu en las urnas si se asocia con redadas indiscriminadas.
En los años 90, una ola de políticas antiinmigrantes hundió al GOP en
California. Hoy, con la memoria política fresca y elecciones reñidas en camino, el partido teme un déjà vu en las urnas si se asocia con redadas indiscriminadas.
La presión crece para encontrar un equilibrio entre no alejar a la base conservadora y no perder el voto moderado y latino, importante si los republicanos quieren mantener el control legislativo.