Durante el 2024, Boston Impact Initiative (BII) ha respaldado más de 1,070 empleos y ha ayudado a que sus empresas asociadas aumenten sus ingresos en un promedio del 30%. Pero para Betty Francisco, CEO de BII, el verdadero impacto va mucho más allá de los números.
“Diría que ustedes son los verdaderos generadores de empleo”, dijo Francisco frente a una audiencia de emprendedores, inversores y aliados. “Están creando oportunidades en sus comunidades, construyendo negocios con propósito, comprometidos con la justicia económica. Están sembrando riqueza generacional para sus familias y sus trabajadores. Gracias por su brillantez, su determinación y su convicción inquebrantable de construir una economía que funcione para todos”.
El 18 de junio, Boston Impact Initiative (BII) organizó el evento “Stronger Together” con el objetivo de reunir a inversionistas, donantes y actores comunitarios para reflexionar sobre el papel de la inversión en el fortalecimiento de la justicia económica. BII es una organización que busca apoyar a emprendedores de comunidades de color mediante el acceso a capital y recursos que promuevan una economía más inclusiva y sostenible.
Francisco subrayó uno de los enfoques centrales del BII: Acompañar a emprendedores con capital paciente, asesoría técnica y conexiones estratégicas, especialmente a aquellos que históricamente han tenido menos acceso a financiamiento. Durante el evento, varias empresas del portafolio compartieron cómo el apoyo de BII ha sido clave para navegar desafíos como el aumento de costos, la inflación o las barreras estructurales que enfrentan muchos negocios liderados por personas de color.
Impacto en la comunidad

El BII invierte en las comunidades en y alrededor de Boston intencionalmente, trabajando para hacer crecer negocios diversos y empoderar comunidades que históricamente no poseían sus propias compañías, incluyendo la comunidad latina. Según su reporte anual, en el 2024 manejaron más de 125 inversiones en 87 compañías de su portafolio, manejado por mujeres y/o personas de color, usando los más de 25 millones de dólares que han levantado desde su inicio en el 2013.
Francisco también compartió que el BII quiere llevar su trabajo más allá de Massachusetts. A través de su programa de manejo de fondos, ya están apoyando a 22 fondos que, en conjunto, planean invertir 100 millones de dólares en pequeños negocios antes de que termine el año.
El BII enfrenta el clima político y cultural
Todo el trabajo del BII está enfrentando muchas reacciones políticas y culturales con la elección del presidente Trump, sus recortes de programas ayudando a comunidades diversas, y su condena a programas de diversidad, como el BII. Con miedo de que las comunidades que más lo necesitan pierdan fondos críticos, el BII espera involucrarse más intensamente para ayudar a los negocios a seguir creciendo y ajustándose.
“Creemos que debemos estar arraigados en la comunidad, impulsados por los valores e invertir en empresas que prioricen a las personas sobre las ganancias, y que ese trabajo construirá una sociedad en la que realmente queramos criar a nuestros nietos”, compartió Malia Lazu, fundadora de The Lazu Group.
¿Es posible tener empresas rentables que también ofrezcan beneficios?
En un panel sobre la equidad y el poder de la comunidad, un grupo de 4 mujeres compartió sus experiencias como minorías en espacios profesionales.
Jeysi Zuniga, fundadora y CEO de Synergy Contracting, compartió las dificultades que encontró en la industria de la construcción como mujer, que la llamaron a dejar su trabajo y fundar su propia compañía en el 2019. Después de tener dificultades durante la pandemia, encontró un grupo de mujeres con las que pudo trabajar para mantener un negocio manejado por las mismas mujeres que estuvieron con ella desde el principio.
Muchas también mencionaron la posibilidad de tener beneficios como vacaciones pagadas, vacaciones obligatorias, flexibilidad, descanso obligatorio, participación en las ganancias y también una cultura de dar a otros y de voluntariado pueden ser posibles mientras se producen ganancias. También hablaron de la importancia de pagar a sus empleados competitivamente, y compartir las riquezas con la próxima generación, siendo intencionales en dónde ponen su dinero.
Más que capital: Crear espacios donde los emprendedores se sientan vistos
Durante el evento, Keyur Patel, administrador del portafolio del Boston Impact Initiative (BII), subrayó que emprender no solo requiere valentía, sino también acompañamiento. “Empezar un negocio es una de las cosas más difíciles que puedes hacer, pero también puede ser una de las más significativas,” dijo, reflexionando sobre el camino que enfrentan muchos emprendedores en la red del BII.

“El trabajo que hacemos no es solo invertir capital,” añadió. “Es crear espacios donde las personas se sientan seguras, vistas y apoyadas. Donde puedan seguir creciendo.”
Para Patel, el evento “Stronger Together” representa una oportunidad vital para visibilizar estas historias y fortalecer comunidades empresariales en ciudades como Boston, que describió como “una de las más segregadas del país”. Ante un clima de incertidumbre y miedo, dijo, es clave “crear entornos donde la gente pueda ser ella misma y aprovechar las oportunidades especiales que existen”.
Ese tipo de apoyo lo vivió de primera mano Al Salas, fundador de Eco Auto, una empresa que busca aumentar el acceso a vehículos eléctricos. Según explicó, el BII no solo les brindó inversión, sino también las conexiones necesarias para llevar su proyecto a ciudades como Lowell y Lawrence. “Son comunidades donde mucha gente nunca ha considerado un auto eléctrico, pero gracias a este apoyo estamos cambiando esa percepción", contó.

“Donde BII realmente nos ha apoyado es en satisfacer esa demanda”, dijo Madhumita Narayan-Petrino de Eco Auto, “Así, podemos acceder al capital para comprar suficientes vehículos y satisfacer esa demanda y atender a los clientes donde se encuentren".
Ese compromiso con el crecimiento inclusivo también se refleja en historias como la de Freddy Céspedes, dueño de Wash Cycle Laundry. Con el apoyo del BII, pudo expandirse a nuevas comunidades como Chelsea, donde desde 2018 emplea a personas que han estado encarceladas o sin hogar, ayudándolas a reinsertarse en la sociedad a través del trabajo digno.
“El BII nos ha brindado una gran cantidad de recursos. Son la razón por la que llegamos a Chelsea en primer lugar”, contó Céspedes. “También nos apoyaron muchísimo con nuestra expansión a Lynn. Y siguen colaborando semana a semana, desde temas de recursos humanos hasta conectarnos con otras organizaciones afines”.

Casos como el suyo muestran cómo el BII impulsa un cambio tangible en comunidades de todo Massachusetts—algo que cobra aún más relevancia en un contexto nacional donde los programas de diversidad y equidad enfrentan crecientes cuestionamientos. En este panorama, el trabajo del BII sigue siendo esencial para fortalecer el tejido económico, social y cultural del estado y del país.