A finales de junio, gobernadores y senadores se reunieron para discutir el impacto del proyecto de ley “One Big Beautiful Bill” en el programa SNAP y la seguridad alimentaria. Advirtieron que podría aumentar el costo de los alimentos, quitar el acceso a comida para millones de familias y favorecer a los más ricos con exenciones fiscales.
El “One Big Beautiful Bill” es un proyecto de ley de conciliación presupuestaria propuesto en el 119.º Congreso de los Estados Unidos. Parte de lo que propone el proyecto de ley es reducir los gastos federales en el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP) por $295 mil millones de dólares a lo largo de 10 años.
Una encuesta de Fox News sobre el “One Big Beautiful Bill" encontró que alrededor de 40% de americanos no entienden lo que propone la ley y que alrededor de 59% de americanos se oponen a lo que propone la ley.
El programa SNAP provee beneficios de comida a familias de bajos ingresos para apoyar sus gastos alimentarios. El programa ayuda a un aproximado de 41 millones de personas en Estados Unidos a recibir comida nutritiva.
El 50% de los estadounidenses cree que sus familias se verán afectadas
La encuesta también encontró que casi el 50% de americanos opinan que la legislación presupuestaria perjudica a sus familias.
De la población de 7 millones de Massachusetts, 1 millón participan en el programa de SNAP. Es una inversión, como lo llama la gobernadora Healey, de $710 millones de dólares cada año. “Digo inversión porque esto trata de alimentar a las personas”, dijo Healey. “Esto es sobre asegurarse que tengan suficiente comida, para que no pasen hambre, y no se enfermen ni se enfermen más para que no terminen en departamentos de emergencias, para que no mueran”.
La gobernadora de Massachusetts, Maura Healey, explicó cómo la legislación propuesta del “One Big Beautiful Bill” afectaría directamente a residentes del estado. Señaló el caso de una abuela que trabaja y cría a su nieto mientras paga la renta; con los cambios, perdería $200 al mes en asistencia alimentaria y tendría que decidir entre cubrir materiales escolares, pagar la renta o comprar comida.
“El proyecto de ley afectaría a cada uno de los 42 millones de estadounidenses que se conectan a SNAP para llevar comida a la mesa, incluidos, y esto es lo más importante que hay que recordar, 16 millones de niños, 8 millones de personas mayores, 4 millones de personas con discapacidades y 1,2 millones de veteranos”, explicó la senadora Klobuchar.
Healey también advirtió que unas 20,000 personas veteranas en Massachusetts, así como personas con problemas de salud que han perdido su empleo, podrían quedarse sin acceso al programa SNAP, del cual dependen para alimentarse adecuadamente.
Cada dólar de SNAP genera $50 en la economía local de Massachusetts
Healey comentó que ella ve SNAP como un programa fundamental para la movilidad económica y la seguridad económica, además de una manera de reducir el hambre y mejorar la salud. Y que además de todo, ha estado funcionando. El programa ha sido un motor económico en el estado.
En Massachusetts hay 5,500 negocios que ofrecen beneficios de SNAP y venden comestibles a personas que pagan con SNAP. Por cada dólar de SNAP que ingresa genera 50 dólares adicionales en la actividad económica local.
“Un tercio de los recipientes de SNAP son niños, un tercio son personas con discapacidades, y un cuarto son personas mayores. De ellos es que hablamos aquí. Ellos serán los heridos a menos que el Congreso intervenga y actúa”, mencionó la gobernadora Healey.
Massachusetts no es el único con el programa de SNAP
En este momento, 41 estados de Estados Unidos operan con presupuestos equilibrados, lo que significa que no pueden gastar más de lo que recaudan. Si el gobierno federal reduce el financiamiento destinado a programas como SNAP (Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria), esos estados se verán obligados a tomar decisiones difíciles sobre en qué áreas recortar recursos. Esto podría traducirse en menos fondos para asistencia alimentaria, y también en recortes a servicios esenciales como la educación pública, el sistema de salud o las fuerzas del orden.
Preocupados por estas posibles consecuencias, 23 gobernadores demócratas enviaron una carta al Congreso pidiéndole que rechace cualquier propuesta que amenace el financiamiento de SNAP a nivel estatal, ya que este programa es clave para combatir el hambre y sostener la seguridad alimentaria de millones de personas.
Al mismo tiempo, algunos legisladores del Congreso han propuesto el mayor recorte de fondos en la historia del programa: una reducción de aproximadamente 200 mil millones de dólares, lo que representaría un recorte del 20%. Sin embargo, el parlamentario del Senado (funcionario encargado de interpretar las reglas legislativas) ya advirtió que esa parte del proyecto viola la llamada "Regla Byrd", la cual limita los temas que pueden incluirse en proyectos de ley que se aprueban mediante el proceso de reconciliación presupuestaria (una vía rápida para aprobar leyes con mayoría simple en el Senado).
A pesar de esta advertencia, según la gobernadora de Kansas, Laura Kelly, los líderes republicanos siguen buscando otras formas de imponer esos recortes. Ella alertó que esta legislación podría tener efectos devastadores: “Obligaría a muchos niños a pasar hambre y aumentaría los costos para todos los estadounidenses”.
SNAP y los supermercados
Los supermercados rurales tienen varios beneficiarios del programa SNAP. La senadora Klobuchar dijo, “Además, están los agricultores que cultivan y suministran los alimentos que forman parte de este programa, y ya se han visto afectados por aranceles y todo tipo de problemas con los recortes en la ayuda exterior que compran otras entidades y similares”. La senadora se ha comunicado con estos agricultores que podrían perder hasta 24 mil millones en los próximos 10 años debido a los recortes del ‘One Big Beautiful Bill’.
La gobernadora Kelly también habló sobre el impacto que la legislación tendría en los supermercados mencionando como según la Asociación Nacional de Supermercados, el SNAP mantiene 389,000 empleos y $20 mil millones en salarios, incluyendo 250,000 empleos y $10 mil millones en salarios en supermercados comunitarios.
“Nuestros agricultores han sido golpeados por esta administración una y otra vez y ya no pueden más. Observen el impacto de los aranceles y cómo está afectando a nuestros agricultores. Observen el fin de USAID y ahora la reducción de mercados para esos agricultores. Observen el fin de los programas locales "De la Granja a la Cafetería" que se han recortado, y cuánto perjudica eso a nuestros agricultores”, dijo Andy Beshear.
Más allá de SNAP
“El ataque a la asistencia alimentaria no solo es una mala política, sino simplemente cruel. Este proyecto de ley enorme, terrible y peligroso amenaza el acceso a alimentos asequibles y nutritivos, perjudica nuestro progreso y estabilidad económica, y lo hace a costa de los estadounidenses trabajadores, todo para proporcionar ayudas fiscales a los ultrarricos, a la vez que dispara exponencialmente la deuda nacional, añadiendo más de 3 billones de dólares a la deuda nacional en los próximos 10 años”, dijo la gobernadora Kelly.
El gobernador de Delaware, Matt Meyer, puso énfasis en cómo su gobierno estatal no podría asumir la carga adicional de 50 a 80 millones de dólares durante la próxima década sin sacrificar importantes inversiones en educación, atención médica y seguridad pública. Meyer destacó como el “One Big Beautiful Bill” privatiza los alimentos nutritivos a los habitantes de su estado y a todos los estadounidenses.
“En Delaware, uno de cada seis niños y uno de cada ocho adultos enfrentan hambre. Permítanme explicar el panorama aún más claramente. En Delaware, un estado pequeño, más del 66% de los participantes del SNAP son familias con hijos, por lo que afecta a los niños”, explicó la senadora de Delaware, Lisa Blunt Rochester.