Por Commissioner Nurys Camargo
Desde 2021, la mayoría de los adultos en Massachusetts pueden recibir cannabis de uso adulto directamente en sus domicilios por repartidores altamente capacitados y supervisados. Este sector no ha dejado de crecer desde entonces, con más de 20 operadores de entrega que actualmente prestan servicios en casi todas las principales áreas metropolitanas del estado.
Sin embargo, más de 120 ciudades y pueblos de Massachusetts prohíben la entrega de cannabis de uso adulto. Estas restricciones podrían suponer un mayor riesgo para la seguridad pública, ya que otorgan ventaja al mercado ilícito o no regulado.
Desde que los votantes de Massachusetts aprobaron el uso adulto del cannabis en 2016, Cannabis Control Commission ha supervisado la creación de una industria segura y rentable. Hoy en día, los consumidores pueden adquirir productos que han sido sometidos a pruebas de control de calidad para detectar impurezas como moho, bacterias o pesticidas, y a precios competitivos frente al mercado no regulado.
Por ello, la Comisión busca facilitar que más ciudades y pueblos autoricen la entrega regulada en sus comunidades.
De acuerdo con la ley estatal, los municipios pueden permitir la entrega de cannabis de tres maneras: si ya cuentan con tiendas minoristas; si albergan la sede de un operador con licencia de entrega; o si notifican a la Comisión que permiten este tipo de servicio. Para esta última opción, la Comisión ha creado recientemente una carta modelo, a fin de facilitar y aclarar el proceso para las autoridades locales.
Cabe destacar también que las licencias de entrega solo están disponibles para personas que han participado en los programas de equidad de la Comisión. Esta exclusividad busca ofrecer a los beneficiarios de estos programas una oportunidad real de establecerse en la industria, generar riqueza intergeneracional y reparar los daños ocasionados por la prohibición del cannabis.
La Comisión reconoce y respeta la autonomía de cada municipio para tomar decisiones sobre la instalación de negocios relacionados con el cannabis. No obstante, cada vez más comunidades que antes prohibían estos establecimientos están encontrando formas de integrarlos en su tejido económico y social. Algunas localidades que inicialmente excluían todo tipo de negocios relacionados con el cannabis ahora han comenzado a permitirlos, por ejemplo, destinando espacios industriales vacíos a centros de cultivo o laboratorios de análisis. Lo mismo puede hacerse con el servicio de entrega.
En resumen: las entregas de cannabis son discretas, seguras y están altamente reguladas. Estas empresas compiten con el mercado no regulado y complementan las entregas de cannabis medicinal, las cuales están permitidas por ley en los 351 municipios de la Mancomunidad. La Comisión espera que más localidades utilicen los recursos disponibles para acoger a los operadores de entrega como parte de un mercado estatal seguro, diverso y regulado para el uso adulto del cannabis.