Por Evaristo Lara, Huella Zero
Se estima que Estados Unidos tiene más de 250,000 ríos que recorren más de 3 millones de millas y representan una fuente de vida para especies vegetales y animales. Sin embargo, la actividad industrial ha convertido a muchos de ellos en canales de desechos químicos que terminan en el océano.
Con la intención de visibilizar y frenar la contaminación generada por el ser humano, la organización sin fines de lucro American Rivers publicó un listado de los afluentes que están en mayor riesgo.
Este año la mayor preocupación de la organización, dedicada a la defensa del medio ambiente promoviendo la importancia de los ríos, se centró en el segundo río más largo del país. Reportó que tiene grandes desafíos por resolver.
Le siguen otros nueve afluentes que están amenazados por la contaminación, la inadecuada gestión del agua que fluye por sus respectivos caudales y la crisis climática. Esta es la lista completa:
- Mississippi River
El aumento de las inundaciones y la respuesta inadecuada del gobierno ante los desastres han hecho del Mississippi un potencial problema de salud para las comunidades y especies animales que dependen de su caudal a lo largo de los 10 estados que recorre. En sus aguas arrastra mucha basura y contaminantes.
Lograr limpiar el segundo río más largo de los Estados Unidos, de una extensión de 2,320 millas, representa una titánica tarea para la actual administración federal, principalmente por el inicio de la temporada de lluvias.
- Tijuana River
La contaminación, en su mayoría generada por empresas establecidas cerca de su cauce, ha hecho del río Tijuana la ruta más sencilla de algunas compañías para deshacerse de sus residuos, que acaban en el océano.
Su extensión de 120 millas ─que recorre California, en Estados Unidos, y Baja California, en México─ hace compleja la tarea de las autoridades ambientales para detectar en qué momento son arrojados millones de metros cúbicos de aguas residuales, sustancias químicas nocivas y basura hacia su caudal.
No obstante, el gobierno estadounidense responsabiliza a compañías ubicadas en México del problema y exige la implementación de soluciones inmediatas.
- Ríos del sur de los Apalaches
Desde septiembre de 2024, cuando los efectos del huracán Helene llegaron hasta los Apalaches provocando inundaciones que afectaron a múltiples comunidades cercanas a sus ríos, surgió un nuevo problema. La fuerza de los vientos y la lluvia provocó grandes deslizamientos de tierra, los cuales modificaron el cauce de algunos ríos y generaron un desequilibrio.
Además, quedó abierta la posibilidad para que durante la temporada de huracanes surjan más inundaciones en zonas donde antes no se registraban.
- Passaic River
Para este afluente, compartido entre Nueva Jersey y Nueva York, el principal problema son los productos que la industria química vierte en él.
Aunque ya existe un plan para comenzar a restaurarlo, el tiempo resulta clave para evitar la desaparición de varias especies que dependen del río Passaic.
- Bajo Río Grande
La delicada situación que enfrenta el tercer río más largo del país, el cual fluye desde Colorado hasta El Paso, Texas, se debe a la pérdida de agua en su cauce.
Durante al menos tres años de sequía el caudal, que abastece de agua a más de seis millones de personas, se ha visto mermado. Se calcula que, a menos que la naturaleza ponga manos a la obra, el río Grande podría llegar a convertirse en un pequeño arroyo.
- Rappahannock River
La mayor afectación para este río, de 195 millas de largo que recorre y llena de vida a Virginia, tiene que ver con la sobreexplotación de sus aguas.
El río Rappahannock enfrenta problemas desde hace años. Sus aguas cubren la demanda de agua potable de una población en constante crecimiento y es utilizada para el desarrollo de la actividad agrícola.
Sin embargo, la llegada de empresas tecnológicas al estado, que demandan grandes cantidades de agua para refrigerar sus servidores, ha contribuido a la disminución del caudal.
- Clearwater River
Conformada por múltiples bifurcaciones del Clearwater River, así como de los ríos Lochsa y Selway, la cuenca natural de Idaho está amenazada por los contaminantes derivados de la minería de dragado y la construcción de presas.
La falta de supervisión por parte de las autoridades pone en enorme riesgo la vida de muchas especies que dependen de caudales de agua limpia.
- Susitna River
La construcción de carreteras, la explotación minera, petrolera y gasífera; así como la contaminación generada por varias compañías, amenaza a la vida silvestre que depende del agua del río Susitna en Alaska.
- Calcasieu River
Ubicado en el suroeste de Luisiana, el Calcasieu River se extiende aproximadamente 200 millas y es una fuente de vida para diversas especies de la zona. Pero la deficiente gestión de sustancias químicas y el vertido continuo y sin regulación de materiales tóxicos sobre sus aguas lo han contaminado.
- Gauley River
Durante décadas, el Gauley River representó un orgullo para los habitantes del estado de Virginia Occidental.
Desafortunadamente, la contaminación producida por la minería de carbón a cielo abierto, ubicada en las cabeceras del río Cherry, uno de sus principales afluentes, le ha afectado sin que las autoridades enfrenten el problema.