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Hoy, hace 35 años, Boston vivió un gran robo de arte

El 18 de marzo de 1990 se llevaron 13 obras de arte del Isabella Stewart Gardner Museum, siendo el mayor robo de arte en la historia.

Marco para “Christ in the Storm on the Sea of ​​Galilee”, 1633, Oil on canvas, 160 x 128 cm (63 x 50 3/8 in.) de Rembrandt van Rijn. Esta es la pintura robada más impactante de Rembrandt en América y su único paisaje marino pintado. Foto: Rosanna Marinelli.

El 18 de marzo de 1990, dos ladrones disfrazados de policías ingresaron al Isabella Stewart Gardner Museum y se llevaron 13 obras de arte invaluables, en el que sigue siendo el mayor robo de arte sin resolver en la historia. 

Durante el asalto, cortaron cinco pinturas directamente de sus marcos en el Dutch Room del museo. Desde entonces, cinco marcos vacíos han sido recordatorios silenciosos del crimen, manteniéndose colgados en la galería con la esperanza de que, algún día, las obras regresen a su hogar. Ahora, en el marco del 35° aniversario del robo, el Dutch Room está siendo restaurada en un esfuerzo por devolverle su esplendor original.

Este proyecto honra la memoria de las obras robadas mientras conserva y revitaliza la Sala Holandesa, permitiendo a los visitantes admirar su renovación y presenciar en vivo el proceso de restauración hasta su finalización en 2026.

El arte de restaurar marcos

El restaurador de marcos Andrew Haines, especialista en conservación en Estados Unidos, ha trabajado en los cinco marcos vacíos que quedaron tras el robo de 1990. Explica que, después de más de 30 años, los marcos requerían atención urgente:

"Después del robo, los marcos fueron dañados y recibieron algunos arreglos. Pero con el paso del tiempo, necesitaban más trabajo. Tuvimos la oportunidad de investigar su origen y restaurarlos correctamente”, comunicó. 

Uno de los marcos más emblemáticos es del artista Rembrandt, que una vez sostuvo su obra “Christ in the Storm on the Sea of ​​Galilee”, 1633.  Considerada la pintura narrativa más impactante del artista en América, es también su única escena marina conocida. 

"Como conservador de marcos, siempre me emociona ver una sala llena de marcos vacíos, pero la mejor relación es cuando la pintura y el marco están juntos. Lo más feliz sería ver estas obras regresar a su lugar”, agregó. 

La búsqueda de las obras robadas sigue activa, con teorías y una gran recompensa

La restauración de la sala tiene un componente emocional y simbólico muy fuerte: la esperanza de volver a ver las 13 obras robadas en su lugar.

El director de seguridad y jefe de investigación del museo, Anthony Amore, lleva más de 20 años investigando el paradero de las pinturas y asegura que la búsqueda sigue más activa que nunca:

"Este es el robo de arte más grande de la historia y, por eso, sigue recibiendo atención mundial. El único lugar donde estas obras deberían estar es aquí, en el museo, y nunca dejaremos de buscarlas”, dijo Amore. 

El museo trabaja estrechamente con el FBI, que ha asignado nuevos recursos a la investigación. Además, hay una recompensa de 10 millones de dólares para quien brinde información que lleve directamente a la recuperación de las obras.

"Recibimos muchas teorías, pero lo que necesitamos son hechos. Se dice que un anciano lo plantó aquí como parte de su participación en el robo, a cambio de cooperación británica en la Primera Guerra del Golfo. Esa teoría ha perdurado en el tiempo. Siempre estoy en el centro de todo: soy italoamericano, así que, según algunos, también soy un operativo de la mafia. Otros dicen que fue obra de Ted Kennedy, John F. Kennedy Jr... En fin, cualquier nombre que puedas imaginar. Recibimos pistas de lo más descabelladas, pero eso no significa que las ignoremos”, compartió el jefe de investigación del museo. 

Misión del museo: Devolverle a la sala la riqueza visual que Isabella imaginó

Si hay un lugar en Boston que encierra misterio, arte e historia en cada rincón, es el Isabella Stewart Gardner Museum. Ahora, su icónica Dutch Room está en plena restauración para mantener viva la memoria de las obras robadas en el famoso robo de 1990. Foto: Rosanna Marinelli.

Para Holly Salmon, la directora de conservación John L. y Susan K. Gardner en el museo, esta restauración es un paso más en la preservación del legado de Isabella Stewart Gardner.

"Desde su muerte en 1924, se han hecho pequeños cambios en la sala en un intento por preservar el edificio y la colección. Pero esos cambios han sumado diferencias con la visión original de Gardner. Ahora estamos devolviendo la sala a lo que ella imaginó”, dijo Salmon. 

Uno de los cambios más significativos es la restauración de los textiles en las paredes. Originalmente, la sala tenía 11 patrones diferentes, pero fueron reemplazados por una tela uniforme en los años 50.

"Nuestro equipo de conservación ha investigado a fondo estos patrones y estamos en proceso de recrearlos en Francia. Queremos devolverle a la sala la riqueza visual que Isabella diseñó", añadió la directora de conservación.

A diferencia de otras restauraciones, esta permitirá que los visitantes vean a los conservadores trabajando en vivo dentro de la sala. Además, el museo compartirá avances en su sitio web y redes sociales. 

¿Quieres ser parte de la historia? Visita el Museo Isabella Stewart Gardner en 25 Evans Way, Boston y presencia la transformación del Dutch Room. Para saber más visite: www.gardnermuseum.org.

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