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Persiguiendo la longevidad: promesas y riesgos de extender la vida humana

Vivir más no es igual a vivir mejor, y este desfase subraya la necesidad de enfocarnos en preservar la salud. | Foto: cometaty/pexels.

¿Te imaginas llegar a los 120 con la misma energía que a los 30? El sueño de más longevidad, que antes parecía reservado para la ciencia ficción, ya tiene respaldo de millonarios, científicos y una industria que en 2025 alcanzó los $25 mil millones. Este boom llamado «longevidad» mezcla tecnología, ética, ciencia y una pizca de vanidad.

Pero que quede claro, no se trata de sumar más velas al pastel, sino de vivir más… y mejor. Entonces, ¿están los avances en salud ganando la batalla contra el tiempo?

Obstáculos en el quirófano de la naturaleza

Crear tratamientos que prometan desafiar al envejecimiento no es que salga barato ni rápido. Cada medicamento «anti-vejez» puede costar mil millones de dólares y tomar hasta 15 años para ser aprobado. Además, la FDA aún no ve el envejecimiento como una enfermedad. Sin ese respaldo, introducir estas terapias al mercado sigue siendo un reto titánico.

Entre tanto papeleo, los avances en salud nos dan esperanzas. Algunos hitos de la ciencia están funcionando, aunque sea en ratones.

¿Qué está funcionando hoy?

El problema sigue siendo integrar estas mejoras en todos los sistemas corporales al mismo tiempo. Porque, aceptémoslo, ¿de qué sirve un corazón joven si tus rodillas no cooperan?

Más longevidad, ¿más calidad?

Que sumemos años no significa automáticamente que ganemos calidad de vida. Actualmente, muchas personas llegan a la vejez con enfermedades crónicas o discapacidades que les restan bienestar.

  • En el Reino Unido, 550,000 personas superan los 90 años, con casi 15 mil centenarios.
  • Lo preocupante es que, según Lord’s Library, la vida sin discapacidad está hasta 20 años por debajo de la esperanza de vida total.

Vivir más no es igual a vivir mejor, y este desfase subraya la necesidad de enfocarnos en preservar la salud, no solo prolongar los números en el calendario.

Millonarios jugando a ser Dios

Cuando tienes el poder de mover millones, ¿por qué no desafiar a la muerte? Jeff Bezos, Sam Altman y Peter Thiel no quieren que los años dominen el reloj. Su apuesta no va solo por más tiempo; quieren reescribir las reglas de la biología.

Dónde están invirtiendo estos gigantes:

  • Jeff Bezos y su laboratorio estrella, Altos Labs. Su proyecto se enfoca en rejuvenecer células, como si cada organismo pudiera reiniciar su vida útil.
  • Sam Altman, el fundador de OpenAI, puso $180 millones en Retro Biosciences, quienes prometen darte al menos 10 años extra de buena salud.
  • Peter Thiel, quien nos dio PayPal, ha puesto más de un millón en la Methuselah Foundation, cuyo objetivo es que, para 2030, los 90 años sean «los nuevos 50».

Como lo dijo David Gobel, CEO de Methuselah, no se trata solo de enriquecer a los inversores. Su misión según declaró al New York Post es «salvar vidas, no solo engordar cuentas bancarias”. ¿Idealista? Quizás, pero todo gran sueño empieza así.

Y luego están los proyectos que parecen venir directamente de un episodio de Black Mirror. Por ejemplo, Bryan Johnson, empresario conocido por gastar millones en su Project Blueprint, se realiza transfusiones de plasma extraído…de su propio hijo. Claramente, las obsesiones no tienen límites cuando hablamos de detener las arrugas.

Mientras él asegura que su cuerpo tiene la salud de alguien 20 años más joven, el debate ético sobre si es aceptable apostar todo por retrasar el reloj corporal sigue tan caliente como el café por la mañana.

Clínicas de longevidad, ¿el spa para los ricos?

Mientras los laboratorios prometen curas, las clínicas de longevidad ya están haciendo su debut. Estos lugares combinan asesorías sobre dieta, hábitos saludables y tratamientos experimentales con células madre… aunque sin mucho respaldo regulatorio.

Según MIT Technology Review, podrían volverse accesibles en una década, siempre que sus resultados pasen por pruebas científicas serias. Mientras tanto, son un lujo para unos pocos y generan dudas sobre su efectividad.

Sin estándares claros, estas clínicas pueden ser un riesgo. ¿Son el futuro de la medicina preventiva o solo otro negocio con promesas vacías?

Ciencia y ética se cruzan en el camino

Extender la vida no es solo una cuestión de dinero. The Conversation destacó que aumentar la esperanza de vida levanta preguntas sobre su impacto en la sociedad, recursos y equidad. En áreas desfavorecidas de Reino Unido, según la Royal Society, la esperanza de vida puede ser 10 años menor comparada con zonas más acomodadas. Si solo los ricos tienen acceso a la longevidad, ¿estamos alimentando la desigualdad en lugar de resolverla?

Además, están las implicaciones ambientales. Más gente viviendo más tiempo podría contribuir al cambio climático y a la demanda global de recursos. ¿Estamos realmente listos para esa carga?

Salud hoy, para bien mañana

Mientras los avances científicos siguen su curso, hay cosas que tú puedes hacer ahora para mejorar tu propia longevidad. No necesitas millones; solo comprometerte contigo mismo:

  • Alimenta tu cuerpo: una dieta equilibrada puede fortalecer tu sistema inmune.
  • Muévete: el ejercicio regular es tu escudo contra el deterioro cardiovascular.
  • Chequeos médicos: las visitas preventivas son tu mejor herramienta para detectar problemas a tiempo.
  • Confía en la tecnología: los wearables que miden tus constantes pueden ser grandes aliados.

Vivir más años suena como un sueño, pero hacerlo con calidad es la verdadera meta. Como dijo George MacDonald, «la edad no es decadencia; es una vida renovada rompiendo lo viejo».

Así que no esperemos la píldora milagrosa. Empieza hoy cuidándote, valorando los momentos simples y disfrutando cada instante. Los millonarios seguirán jugando a ganarle al tiempo, pero tú puedes dedicarte a ganar calidad aquí y ahora.

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