Un estudio reciente mostró que el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) no solo afecta la concentración y el comportamiento diario, también está vinculado a una menor esperanza de vida. Este hallazgo expone una brecha importante en el cuidado de la salud mental y física de quienes viven con esta condición.
El TDAH y su relación con la mortalidad
La investigación realizada por la University College London señaló que los hombres con TDAH tienen una esperanza de vida 6.78 años más corta, mientras que en las mujeres la cifra asciende a 8.64 años. Este estudio, publicado en The British Journal of Psychiatry, analizó datos de más de 30,000 adultos en el Reino Unido. Los resultados revelaron que, en promedio, los hombres diagnosticados viven hasta los 73.26 años, en comparación con los 80.03 años de quienes no tienen TDAH. Por su parte, las mujeres diagnosticadas viven 75.15 años, frente a los 83.79 años de sus pares.
Pero ¿por qué? Según los investigadores, la reducción en la esperanza de vida no ocurre directamente por el TDAH. Factores como condiciones médicas coexistentes, problemas económicos y sociales, y conductas de riesgo tienen un impacto considerable.
Problemas de salud asociados al TDAH
Las cifras son contundentes. Las personas con TDAH tienen más probabilidades de desarrollar enfermedades como depresión, ansiedad y problemas cardiovasculares. El estudio destacó que quienes viven con TDAH son 27% más propensos a sufrir hipertensión y tienen el doble de riesgo de padecer epilepsia. Además, las mujeres enfrentan un riesgo mayor de diabetes, mientras que los hombres presentan un incremento significativo en trastornos de personalidad.
Michelle Dees, psiquiatra certificada, explicó a Medical News Today que la prevalencia de ansiedad y depresión en personas con TDAH genera comportamientos de alto riesgo, como accidentes o autolesiones. Esto se agrava por la falta de acceso a recursos de salud fundamentales.
Factores sociales y económicos que afectan la vida diaria
El TDAH no solo impacta la salud física y mental. Beata Lewis, psiquiatra especialista, señaló que las personas con esta condición enfrentan problemas como desempleo, discriminación, dificultades financieras y hasta contacto con el sistema judicial. Todos estos factores contribuyen al estrés crónico, que puede deteriorar aún más la salud y reducir la longevidad. Lewis lo comparó con un motor que funciona a niveles demasiado altos durante mucho tiempo, causando desgaste y perjudicando funciones clave en el organismo.
El reto de los diagnósticos tardíos
Un gran porcentaje de casos permanece sin diagnosticar, lo que exacerba los problemas. La falta de un diagnóstico oportuno evita que muchas personas inicien tratamientos que podrían mejorar su calidad de vida y prevenir complicaciones futuras. Barry K. Herman, psiquiatra infantil y de adultos, enfatizó que la demora en la detección aumenta los riesgos asociados al TDAH y limita las oportunidades de intervención efectiva.
El papel de la comunidad en el apoyo al TDAH
Aunque un cambio estructural en el sistema de salud es necesario, las personas cercanas a alguien con TDAH pueden marcar la diferencia. Herman sugirió medidas simples pero efectivas como:
- Apoyar una rutina diaria.
- Fomentar hábitos saludables.
- Educarse sobre la condición.
- Escuchar con empatía y comprender los desafíos que enfrentan también es esencial.
Por otro lado, Lewis destacó el impacto de crear un espacio seguro donde se puedan compartir luchas y sentirse comprendido. Este tipo de apoyo puede ser un catalizador para mejorar el bienestar emocional y promover una vida más estable.
La necesidad de acciones urgentes
Los hallazgos de estos estudios reflejan una urgencia en mejorar la atención para las personas con TDAH. Según los investigadores, se requiere abordar las necesidades no satisfechas de esta población mediante políticas de salud más inclusivas y accesibles. Además, subrayan la importancia de estrategias preventivas, no solo con tratamientos médicos, sino también mediante la reducción de estigmas y la promoción de educación sobre el TDAH.
Reconocer los desafíos asociados es un paso clave para cambiar esta preocupante realidad y ofrecerles mejores oportunidades de vida a quienes viven con este diagnóstico.