El baloncesto venezolano protagonizó uno de los capítulos más gloriosos de su historia reciente, al conquistar por primera vez en simultáneo los títulos masculino y femenino en el FIBA U15 South American Championship 2024. Estos triunfos colocaron al país en el mapa deportivo de la región y abrieron la puerta para soñar con grandes éxitos en 2025, donde competirán en los FIBA U16 AmeriCup.
Un triunfo épico para la selección masculina
El equipo masculino sub-15 se coronó campeón tras vencer 64-58 a Brasil en una final llena de intensidad, celebrada en Ecuador. Este título rompió una sequía de 21 años para Venezuela en esta categoría. La última vez que habían obtenido el triunfo fue en 2003, cuando figuras icónicas como Greivis Vásquez y David Cubillán marcaron una era dorada.
Julio Vásquez, un nombre que comenzó a resonar como futura estrella, se llevó el premio al MVP gracias a su destacado rendimiento. Con promedios de 16.2 puntos, 3.7 rebotes y 2 asistencias, lideró a su equipo con determinación. En la final, agregó 15 puntos, 6 rebotes y 3 asistencias al marcador, demostrando su habilidad en momentos clave.
Vásquez recordó una victoria crucial sobre Chile después de la derrota inicial ante Brasil que dio impulso al equipo. «Ese juego nos llenó de fuerzas para buscar la revancha en la final», expresó el joven talento tras anotar 27 puntos en ese encuentro decisivo. Venezuela sumó este título a los obtenidos en 1986, 1998 y 2003, rompiendo la hegemonía de Brasil y Argentina, ganadores de las últimas 13 ediciones.
Las chicas sub-15 hacen historia en su propia casa
El equipo femenino sub-15 también se coronó campeón, logrando el primer título continental en su historia. Este triunfo llegó en Barquisimeto, con un público que no dejó de alentar. Tras un emocionante torneo, Venezuela cerró con un contundente 72-59 contra Colombia en la final.
Albanys Ramírez fue la figura indiscutible, promediando 18.8 puntos, 6.4 rebotes y 2 asistencias. En la final, deslumbró con 24 puntos, 12 rebotes y 2 robos. Ramírez describió la experiencia como única.
«Ganar frente a nuestra gente fue increíble. Este título representa el esfuerzo de cada jugadora, el cuerpo técnico y todos los que trabajaron para este resultado»,afirmó en entrevista para el sitio web oficial de la FIBA.
El camino al título incluyó una semifinal icónica contra Argentina, campeona reinante y siete veces ganadora del torneo. Este triunfo no solo dio confianza a las venezolanas, sino que también las consolidó como una nueva fuerza en el baloncesto regional.
Un sistema juvenil que comienza a rendir frutos
Estos logros confirmaron el impacto positivo de los programas formativos en el país. Ivaney Márquez, gerente general de las selecciones femeninas y exjugadora, destacó la importancia de este proceso.
«Este resultado es histórico. Refleja el enorme trabajo en las categorías juveniles y nos motiva a seguir elaborando planes que fortalezcan el baloncesto nacional».
Márquez enfatizó que competencias como la Junior Super League fueron clave para identificar talento. Aunque celebró los avances, también subrayó la necesidad de establecer una liga profesional sólida que permita a las atletas competir a un alto nivel de manera constante. «El crecimiento de nuestro baloncesto requiere inversión, pero también un enfoque estratégico para consolidar proyectos de largo plazo», agregó.
Venezuela enfrenta emocionantes retos en 2025
El éxito de 2024 preparó el terreno para un 2025 apasionante. Ambos equipos, masculino y femenino, disputarán los FIBA U16 AmeriCup, un escenario donde buscarán confirmar su lugar entre los mejores de la región. Las expectativas son altas, respaldadas por el talento emergente y el éxito obtenido en 2024. Julio Vásquez resumió el sentir nacional:
«Lograr dos títulos sudamericanos en masculino y femenino es un orgullo inmenso. Estos logros son fruto de trabajo duro, esfuerzo y dedicación de jugadores, entrenadores y la federación».
Con una nueva generación de estrellas en formación y un sistema en pleno desarrollo, Venezuela destila optimismo. El crecimiento de su baloncesto pasó de promesa a realidad, y 2025 promete ser un año lleno de hazañas para este deporte. El futuro luce brillante para Venezuela, donde las victorias no solo se celebran, sino que inspiran a todo un país a soñar más alto.
