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¿Es buena idea ejercitarse después de una resaca?

El alcohol deshidrata, interrumpe el sueño, afecta la digestión y puede aumentar la ansiedad.

Foto: Vitaly Gariev/Pexels.

Las noches de fiesta suelen traer mañanas llenas de remordimientos, dolores de cabeza y náuseas. La pregunta surge entonces: ¿es buena idea ejercitarse después de una borrachera? Según varios expertos, moverse un poco podría ser útil, aunque con precaución.

Cómo el alcohol afecta al cuerpo

Una resaca afecta el cuerpo de muchas maneras. Según el Dr. Shaan Khurshid, cardiólogo en el Hospital General de Massachusetts, el alcohol deshidrata, interrumpe el sueño, afecta la digestión y puede aumentar la ansiedad. Además, la falta de líquidos y los cambios en los niveles de azúcar en sangre amplifican los síntomas de la resaca.

“Una resaca nunca deja a una persona en su máximo rendimiento físico”, señaló Khurshid a New York Times. El cuerpo, ya debilitado, enfrenta además inflamación y dolores musculares provocados por el alcohol.

Relación entre ejercicio y resacas

Un estudio de la revista Addictive Behaviours analizó a 1.676 estudiantes universitarios que habían sufrido al menos una resaca en 3 meses. Según The Conversation, todos realizaban actividad física moderada por lo menos 30 minutos a la semana. Los resultados mostraron que los síntomas eran menos severos en quienes practicaban ejercicios vigorosos con regularidad.

“El ejercicio modera el dolor, mejora el metabolismo y promueve un mejor descanso”, explicaron los investigadores. Sin embargo, advirtieron que sudar durante una resaca no elimina el alcohol ni sus efectos.

¿Deberías ejercitarte al día siguiente?

La respuesta depende de cómo te sientas. Ben Lucas, director de Flow Athletic, sugirió escuchar al cuerpo antes de tomar una decisión. “Si estás muy deshidratado, una caminata o nadar serán mejores que una clase intensa de HIIT”, señaló en entrevista con New York Post. Lucas también recomendó ajustar el ritmo. Si decides moverte, opta por entrenamientos suaves y no exijan demasiada energía.

Glenn Phipps, fisioterapeuta y creador de Stretch Yourself Strong Program, añadió que el ejercicio ligero puede mejorar la circulación y liberar endorfinas, lo que alivia síntomas leves. Sin embargo, insistió en priorizar la hidratación y el descanso si la deshidratación y el cansancio son extremos.

Beneficios de un cuerpo entrenado

Los beneficios de ejercitarse regularmente no solo se reflejan en la salud cotidiana, sino también en la forma en que se afrontan resacas. Según el Dr. Andy Peterson de la Universidad de Iowa, el ejercicio fortalece el metabolismo, ayuda a procesar mejor el alcohol y reduce la inflamación causada por el consumo excesivo. Además, la actividad física promueve la producción de citoquinas antiinflamatorias, que combaten los dolores de cabeza y musculares que suelen acompañar a las resacas.

El ejercicio también mejora la calidad del sueño. Al regular el ritmo circadiano, disminuye las interrupciones nocturnas, algo común después de beber. Un mejor descanso acelera la recuperación post-alcohol.

Consejos para ejercitarse durante una resaca

Si decides moverte, sigue estos consejos para hacerlo sin empeorar los síntomas:

  • Hidratación constante: Consumir agua o bebidas con electrolitos, como Gatorade, ayuda a contrarrestar los efectos de la deshidratación.
  • Entrenamientos ligeros: Actividades como yoga o caminatas suaves son ideales. Evita los ejercicios intensos que demanden demasiada energía.
  • Escucha tu cuerpo: Si sientes que no puedes completar el ejercicio, descansa. Forzar el entrenamiento puede agravar el malestar.
  • Cuida tu alimentación: Opta por carbohidratos simples como arroz o pan; evita alimentos grasos o difíciles de digerir.

El Dr. Khurshid también resaltó la importancia de evitar creer que “sudar” mitiga los efectos. “No puedes eliminar una resaca con ejercicio. La hidratación y el tiempo son clave”, aseguró.

Mejor prevenir que lamentar

Aunque ejercitarse regularmente reduce la severidad de las resacas, el mejor consejo para evitarlas sigue siendo beber con moderación. Las estrategias, como intercalar agua entre bebidas alcohólicas o limitar el consumo, podrían prevenir esas molestas mañanas al día siguiente.

Integrar el ejercicio como hábito no solo beneficia tu salud en general, sino que también prepara tu cuerpo para resistir mejor los efectos de noches de indulgencia. Como concluyó el Dr. Peterson, “El ejercicio es lo más cercano a una medicina milagrosa que tenemos, y eso incluye cómo manejamos las resacas”.

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