La confianza del consumidor estadounidense experimentó una caída significativa en diciembre de 2024, generando preocupación sobre el rumbo de la economía nacional.
El Índice de Confianza del Consumidor (ICC) del Conference Board, que mide el optimismo de los consumidores respecto a la economía, descendió a 104,7 puntos desde los 112,8 registrados en noviembre, contrariando las expectativas de un aumento.
Este índice se compone de dos subíndices: el Índice de Situación Actual, que evalúa las condiciones económicas presentes, y el Índice de Expectativas, que refleja las perspectivas a corto plazo sobre ingresos, negocios y empleo.
La brutal caída de la confianza de los consumidores estadounidenses
En diciembre, el Índice de Expectativas cayó 12,6 puntos, situándose en 81,1, su nivel más bajo en cinco meses. Este valor se aproxima al umbral de 80, comúnmente asociado con la anticipación de una recesión.
La metodología del Conference Board para calcular el ICC se basa en encuestas mensuales a 5.000 hogares estadounidenses, donde se indaga sobre las condiciones económicas actuales y las expectativas futuras.
Las respuestas positivas y negativas se ponderan para obtener una puntuación que refleja el nivel de confianza de los consumidores.
No tan agresivas que me asusto
La reciente disminución en la confianza del consumidor se atribuye, en parte, a la incertidumbre política y económica generada por el próximo mandato de Donald Trump.
Las propuestas de imponer las tarifas del 25% a las importaciones de países como Canadá, China y México, y la amenaza de aranceles del 100% al grupo BRICS, han suscitado inquietud entre los consumidores.
Una encuesta del Conference Board reveló que el 46% de los participantes anticipa un aumento en el costo de vida debido a estos aranceles, mientras que solo el 21% espera que estas medidas generen más empleos en Estados Unidos.
Este descenso en la confianza representa un cambio abrupto respecto a los meses anteriores, donde se observaba un optimismo moderado.
La preocupación por el impacto de los aranceles y la incertidumbre política llevó a los consumidores a reevaluar sus expectativas económicas, lo que podría traducirse en una reducción del gasto y una desaceleración económica.
El impacto económico
El ICC es un indicador clave para prever el comportamiento del gasto de los consumidores, que constituye aproximadamente el 70% del Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos.
Una disminución en este índice sugiere que los consumidores podrían reducir sus compras, afectando negativamente la economía. A pesar de la caída en la confianza, las ventas minoristas aumentaron un 0,7% en noviembre, lo que indica que, por el momento, el consumo se mantiene.
Sin embargo, si la tendencia a la baja en la confianza persiste, es probable que se refleje en una disminución del gasto en los próximos meses. Además, la incertidumbre en torno a las políticas comerciales y arancelarias podría afectar las decisiones de inversión de las empresas, amplificando el riesgo de una desaceleración económica.
