La temporada navideña suele ser sinónimo de alegría y celebración. Pero también puede traer consigo situaciones incómodas y difíciles de manejar. Desde preguntas personales incómodas, hasta peleas durante la cena, las fiestas pueden convertirse rápidamente en un campo minado social. Pero, ¿cómo podemos evitar estos momentos incómodos?
Comunicación y humor: tus mejores aliados
Si te encuentras en una conversación incómoda, es importante establecer límites. Cuando un familiar lanza una pregunta incómoda, la psicóloga Jenny Wang sugiere respuestas claras como “No sé si puedo seguir esta charla sin sentirme mal, así que prefiero terminarla aquí”. Recuerda que no necesitas justificarte. Mantén el control de la conversación sin caer en provocaciones. Puedes optar por el humor para tratar redirigir la conversación, así lo recomendó a Huffpost Jessica Cumberbatch Anderson, autora de «A No-B.S. Guide To Life».
También pueden buscar manejarte de manera diferente en otras situaciones incómodas. Por ejemplo, si te encuentras con un baño atascado, lo mejor es informar discretamente al anfitrión en lugar de ignorarlo.
Recibes un regalo que no te gusta
La clave aquí es la gratitud. Agradece el regalo y el esfuerzo que puso la otra persona en conseguirlo. Si luego decides que no lo usarás, puedes considerar donarlo o reciclarlo de una manera respetuosa.
Tu tía no deja de preguntar sobre tu vida amorosa
Las preguntas personales son sin duda uno de los momentos más incómodos de los encuentros familiares. Un estudio de Samsung KX reveló que el 41 % de las personas evita hablar de su vida amorosa y un 31 % no soporta temas sobre la maternidad. Para manejar la situación puedes intentar desviar la conversación hacia otro tema.
Si te preguntan sobre matrimonio o hijos, la terapeuta Moe Ari Brown propone responder: «Honestamente, me encantaría charlar contigo sobre _____ en lugar de citas».
La psicóloga Jenny Wang sugiere una forma asertiva de establecer límites: «No sé si puedo tener esta conversación sin sentirme mal conmigo mismo. Voy a terminarla aquí. Aún te quiero, y me alegra verte este año».
¿Alguna situación más incómoda que no te guste la comida de la cena?
Si no te gusta la comida de la cena, intenta encontrar algo que puedas comer y recuerda que la reunión no se trata solo de la comida, sino de disfrutar de la compañía. Si tienes restricciones dietéticas, es útil informar al anfitrión con anticipación.
Lidiar con comentarios sobre el cuerpo y la comida
Los comentarios sobre tu apariencia o lo que comes pueden ser hirientes. Wang propone una respuesta respetuosa y directa: «Estoy intentando tener una mejor relación conmigo este año. Te pediré respetuosamente que no comentes sobre mi apariencia».
Las fiestas pueden traer consigo situaciones incómodas, pero con un poco de preparación y una actitud positiva, puedes manejar cualquier situación que se te presente. Recuerda, el objetivo es disfrutar del tiempo con tus seres queridos.
