En los últimos años, surgió un fenómeno creciente entre los ciudadanos norteamericanos: la posibilidad de emigrar al jubilarse debido a la preocupación de que sus ahorros no son suficientes para vivir cómodamente en Estados Unidos.
La tendencia se provoca por una combinación de factores económicos, sociales y personales que hacen que muchos estadounidenses busquen alternativas más asequibles en otros países.
La etapa de descanso de la jubilación
La jubilación, que tradicionalmente se ve como una etapa de descanso y disfrute, para muchos se está convirtiendo en una etapa de incertidumbre financiera.
Uno de los principales factores que impulsa este fenómeno es el alto costo de vida en muchas regiones de Estados Unidos. Las grandes ciudades, en particular, enfrentan un costo elevado en términos de vivienda, atención médica, impuestos y otros gastos esenciales.
La subida de los precios de los bienes raíces y la falta de viviendas asequibles en áreas metropolitanas están afectando a una gran parte de la población, incluida la de personas mayores que han acumulado pequeños ahorros a lo largo de sus vidas laborales.
Los ahorros no son suficientes
Incluso aquellos que cuentan con pensiones o ahorros en cuentas de jubilación, como el 401(k), se enfrentan a la posibilidad de que estos fondos no sean suficientes para mantener un nivel de vida cómodo en el país.
Además, la atención médica se considera uno de los mayores gastos para los jubilados en Estados Unidos. Aunque programas como Medicare ofrecen cobertura, muchos jubilados encuentran que no cubren todos los costos de salud, lo que obliga a recurrir a seguros privados o a pagar de su bolsillo.
Esto, junto con el envejecimiento de la población y el aumento de los costos médicos, ha generado una gran preocupación entre los jubilados, que buscan alternativas más asequibles en otros países con sistemas de salud más accesibles.
Otras opciones para jubilarse
La búsqueda de destinos con un costo de vida más bajo, pero que ofrezcan una calidad de vida comparable, ha llevado a muchos norteamericanos a considerar países en América Latina, como México, Costa Rica, Panamá, y Colombia, donde los costos de vivienda, atención médica y otros servicios son significativamente más bajos.
Estos países no solo ofrecen precios más accesibles, sino que también cuentan con comunidades de expatriados establecidos que han logrado construir una red de apoyo y adaptarse a nuevas culturas.
Los beneficios fiscales también son una razón importante por la cual muchos jubilados consideran emigrar. Algunos países tienen incentivos fiscales específicos para extranjeros que se establecen allí durante su jubilación, lo que les permite reducir su carga tributaria. Esto es especialmente atractivo para aquellos que han trabajado toda su vida en Estados Unidos y desean disfrutar de sus ahorros sin la presión de altos impuestos.
En 2024, el beneficio promedio del Seguro Social para jubilados en EE. UU. es de aproximadamente $1,907 mensuales, con variaciones según la edad de jubilación: $1,275 a los 62 años, $1,845 a los 67 años y hasta $1,963 a los 70 años. Aproximadamente el 40% de los trabajadores no ahorran lo suficiente para su jubilación, lo que indica una falta significativa en la planificación financiera.