El calor y sequía intensifican los incendios forestales en Massachusetts, poniendo en riesgo la salud y la seguridad de los residentes.
Los bomberos luchan contra las llamas mientras el humo y la mala calidad del aire afectan a comunidades enteras.
El aumento de las temperaturas y la falta de lluvia han creado condiciones ideales para la propagación de los incendios, obligando a muchos a refugiarse en sus hogares para evitar el humo tóxico.
Los bomberos de la costa norte siguen trabajando en los puntos calientes de la zona. La lluvia del miércoles no fue suficiente para eliminar el elevado riesgo de incendio, especialmente con el pronóstico más cálido de lo normal.
Habitantes de varias comunidades manifiestan las molestias por la presencia de humo en el ambiente.
“Tengo las ventanas cerradas. No he abierto ninguna ventana sólo por el olor”, dijo un residente, citó la cadena de noticias 10Boston.
“Ha sido un caos, me preocupo todas las noches”, dijo otro residente. “No sabes si llegará a tu casa o no. El humo ha sido terrible. Hay que mantener a los niños dentro”.
Los equipos de bomberos señalan que se están preparando para los próximos días, con el potencial de temperaturas de 80 grados y vientos fuertes.
Recomendaciones ante la mala calidad de aire
Presta atención a los síntomas: Si experimentas tos, dificultad para respirar, irritación en los ojos o garganta, consulta a un médico.
Consulta a tu médico: Si tienes alguna condición médica preexistente, como asma o enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), habla con tu médico sobre cómo protegerte durante los períodos de mala calidad del aire.
Protege a los más vulnerables: Los niños, los ancianos y las personas con problemas respiratorios son más susceptibles a los efectos del humo. Asegúrate de que estén protegidos.
Reduce la exposición al aire libre: Si la calidad del aire es muy mala, evita actividades al aire libre, especialmente si eres una persona mayor, un niño o tienes problemas respiratorios.
Cierra puertas y ventanas: Mantén tu hogar lo más sellado posible para evitar que el humo entre.
Utiliza un purificador de aire: Si tienes uno, asegúrate de que esté encendido y funcionando correctamente.
Usa una mascarilla: Una mascarilla N95 puede ayudar a filtrar las partículas finas del humo.
Bebe mucha agua: Mantente hidratado para ayudar a tu cuerpo a eliminar las toxinas.
Evita fumar y usar velas o incienso: Estos productos pueden empeorar la calidad del aire interior.
