En el trascurrir de una agitada jornada laboral en la ciudad, la pausa del almuerzo se ha convertido en un lujo escaso. Una encuesta reciente realizada por la empresa de catering local ezCater, que abarcó a 5,000 profesionales a tiempo completo, revela que los hábitos alimentarios de los bostonianos difieren notablemente de las tendencias en otras partes del país.
Según los hallazgos, los trabajadores de Boston sólo dedican unos 35 minutos a la comida y muchos optan por omitirla por completo, reflejando así las intensas presiones del entorno laboral y las crecientes preocupaciones económicas que afectan sus elecciones diarias.
Los resultados muestran que los trabajadores de Boston abandonan sus escritorios para almorzar unos 2,9 días a la semana, dedicando aproximadamente 35 minutos a esta pausa. Un notable 17% de los bostonianos se saltan por completo la pausa del almuerzo, un ligero descenso con respecto al año pasado, pero superior a la media nacional del 15%.
Sólo el 31% de los empleados de Boston hacen pausas diarias para comer, un aumento marginal respecto al 30% del año anterior, pero aún por debajo de la referencia nacional del 36%. Por el contrario, Atlanta brilla con un 43% de trabajadores que disfrutan sistemáticamente de una pausa al mediodía.
Los bostonianos eluden el almuerzo por razones variadas, citando principalmente las presiones laborales. Alrededor del 29% lo atribuye a la pesada carga de trabajo y al tiempo limitado, mientras que el 24% informa de que las reuniones devoran su hora del almuerzo. Gestionar el tiempo de forma eficaz supone un reto para muchos; sólo una cuarta parte programa el almuerzo, y aún menos se ciñen a estos planes.
Los factores económicos también influyen, ya que los bostonianos gastan aproximadamente 312 dólares mensuales en almuerzos de trabajo, 30 dólares por encima de la media nacional. La inflación afecta al 89% de sus elecciones alimentarias, lo que lleva a un tercio a buscar comidas más baratas y a un 40% a comprar el almuerzo con menos frecuencia.
Sorprendentemente, Boston lidera el consumo de desayuno, con un 40% que lo disfruta a diario, el más alto entre las ciudades encuestadas. Cierta comodidad surge de las ventajas en el lugar de trabajo, con una quinta parte de los empleados que acceden a tentempiés gratuitos, un beneficio más común en Boston que en otros lugares.
Operando en el mercado de las comidas, ezCater pregona los beneficios de las comidas para empleados. Kaushik Subramanian, director de ingresos de la empresa, afirma: «Proporcionar el almuerzo no sólo evita saltarse comidas y el agotamiento, sino que también alivia las cargas financieras». Estas ventajas aumentan la productividad y la lealtad.
EzCater se enfrentó a obstáculos durante el inicio de la pandemia, con cierres de oficinas que afectaron a su clientela. Sin embargo, la empresa se adaptó, atendiendo a los lugares de trabajo operativos, y se recuperó cuando los empleados volvieron a las oficinas.