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Líder hispana de Massachusetts se une a la lucha contra las disparidades del cáncer en comunidades marginadas

La lucha contra el cáncer en la comunidad hispana no es solo una batalla médica, sino también una lucha por la equidad en el acceso a la salud y la detección temprana.

Magnolia Contreras, MSW, MBA, vicepresidenta de Community Health en el Dana-Farber Cancer Institute habla en una reunión comunitaria en el Whittier Street Health Center sobre el nuevo hospital oncológico propuesto por Dana-Farber y sus beneficios en la atención del cáncer en los pacientes. Foto: Cortesía de Dana-Farber Cancer Institute.

El cáncer es una amenaza cada vez más urgente para las comunidades hispanas, donde las disparidades en el diagnóstico y tratamiento siguen creciendo. Comparados con otros grupos étnicos, los hombres y mujeres hispanos enfrentan tasas desproporcionadamente más altas de cáncer de estómago, hígado y cuello uterino—enfermedades que a menudo podrían prevenirse o detectarse a tiempo con un mejor acceso a la atención médica. Por ejemplo, las estadísticas del 2021 obtenidas por el National Library of Medicine reflejan que las tasas de cáncer cervical son un 32% más altas entre las mujeres hispanas en el territorio continental de EE. UU.

Pero no se trata solo de números; detrás de estas estadísticas hay vidas, familias y futuros afectados por una enfermedad que sigue siendo la segunda causa principal de muerte entre los hispanos, representando casi uno de cada cinco fallecimientos. Estas cifras reflejan un entramado complejo de barreras, como el retraso en los exámenes de detección y el acceso limitado a servicios médicos, particularmente en casos de cáncer de mama y colorrectal.

La lucha contra el cáncer en la comunidad hispana no es solo una batalla médica, sino también una lucha por la equidad en el acceso a la salud y la detección temprana, donde la intervención oportuna puede salvar vidas.

Magnolia Contreras, vicepresidenta de Salud Comunitaria en el Dana-Farber Cancer Institute, se ha convertido en una figura clave en esta lucha.

Nacida en la República Dominicana y criada en Lynn, Massachusetts, Contreras ha dedicado más de 20 años de su carrera a mejorar el acceso a la atención oncológica para las comunidades de color, incluyendo las poblaciones hispanas.

“Cuando empecé a pensar y aprender sobre salud comunitaria, fui a la literatura para entender, ¿qué es este concepto de atención médica comunitaria?”, recordó Contreras sobre sus inicios. “Esa experiencia es realmente lo que llevó a lo que ahora podemos conectar con ese tipo de trabajo, con la salud pública”, agregó.

El interés de Contreras por la salud comunitaria comenzó durante un trabajo de verano en un centro de salud local que atendía a muchos inmigrantes. Desde entonces, ella se ha convertido en una incansable defensora del acceso equitativo a la atención médica, enfocándose en estas comunidades.

Contreras se unió a Dana-Farber Cancer Institute en 2007 como directora de Beneficios Comunitarios, y su experiencia personal como sobreviviente de cáncer la ha llevado a dedicarse a esta rama de la medicina. “Vine a Dana-Farber después de concluir mi tratamiento contra el cáncer”, compartió. “Llegué aquí con un propósito, y me quedé tanto tiempo gracias a mi experiencia personal, reconociendo que era única en su momento. Esto me permitió conectarme con la comunidad y hablar sobre la importancia de la supervivencia al cáncer”, añadió Contreras.

En Dana-Farber Cancer Institute, Contreras se encuentra trabajando en iniciativas como el Programa de Navegadores de Pacientes. “El objetivo de este programa es la detección temprana de los pacientes que llegan a nuestras puertas…para que podamos intervenir en Dana-Farber”, comentó.

Este programa ha crecido significativamente en los últimos años, atendiendo a más de 750 pacientes y aumentando el acceso a atención oncológica de clase mundial para pacientes más vulnerables con un enfoque especial en comunidades como Dorchester, Roxbury, Mattapan y Jamaica Plain.

“Muchos de nuestros pacientes de comunidades de color no tienen una experiencia de supervivencia y nos lo han dicho a través de nuestras evaluaciones que reflajan sus necesidades”, exclamó Contreras.

Como residente de Lynn, Contreras representa el compromiso activo con la comunidad. Su participación en diversas juntas locales refleja su creencia en la fortaleza de la ciudad y su dedicación a abordar las necesidades de los vecindarios de Massachusetts.

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