Tras el paso del huracán Helene, en seis estados de Estados Unidos han muerto al menos 95 personas, siendo Carolina del Norte, Carolina del Sur y Georgia los que más víctimas mortales han sufrido.
A medida empieza otra semana, las comunidades que se tambalean por la fuerza catastrófica del huracán Helene se enfrentan al duro trabajo de la recuperación. Los suministros escasean, los cortes de electricidad persisten y la paciencia se agota.
Las infraestructuras esenciales, como carreteras, puentes y vías de comunicación, yacen en ruinas, complicando los esfuerzos de reconstrucción.
Las autoridades prevén que la cifra de muertes aumente, ya que muchas personas siguen desaparecidas, obstaculizadas por los deficientes servicios de teléfono e Internet.
Desde la costa de Florida hasta las montañas Blue Ridge, la trayectoria de destrucción de 500 millas del huracán deja aislados lugares como Asheville, en Carolina del Norte.
Las carreteras bloqueadas y dañadas obstaculizan los esfuerzos de socorro, dificultando la entrega de suministros vitales.
Las consecuencias del huracán Helene
PowerOutage.us reportó de que más de 2 millones de clientes siguen sin electricidad, mientras los trabajadores de los servicios públicos se enfrentan a retos logísticos en sus esfuerzos de restablecimiento.
El presidente Joe Biden tiene previsto visitar las comunidades afectadas a finales de esta semana. Hoy hablará de las medidas federales de ayuda para acelerar el apoyo donde más se necesita. El presidente aprobó la ayuda para catástrofes y ha mantenido un estrecho contacto con los gobernadores de los estados más afectados.
Muertes y desaparecidos
En el condado de Buncombe, las autoridades informan de la desaparición de unas 600 personas a través de un formulario en línea, ya que las comunicaciones siguen siendo poco fiables. Craig Fugate, exadministrador de FEMA, insta a la gente a no perder la esperanza, atribuyendo muchos informes de desaparecidos a comunicaciones caídas y no a los peores resultados.
La visita del presidente Biden se produce tras las conversaciones mantenidas con varios gobernadores estatales. También recibió información de la administradora de la FEMA, Deanne Criswell, y de la asesora de Seguridad Nacional, Liz Sherwood-Randall.
La inspección de Criswell a Georgia y Carolina del Norte revela la magnitud de la tarea de recuperación, mientras que la vicepresidenta Kamala Harris transmite su apoyo y gratitud a los primeros intervinientes.
Para aumentar la complejidad, los remanentes de Helene traen más lluvia, ampliando las alertas por inundaciones en el centro de Virginia y el este de Virginia Occidental. Con más de 90 indicadores fluviales aún en estado de inundación, la región se prepara para nuevos retrasos en el proceso de restauración.
La alcaldesa de Asheville, Esther Manheimer, hizo un llamado a la paciencia mientras la ciudad se enfrenta a graves problemas de abastecimiento de agua, instando a los residentes a prepararse para un largo camino.