Panamá está tomando medidas decisivas para frenar el tráfico de inmigrantes hacia Estados Unidos a través del Darién, pese al acuerdo que firmaron ambos países a principios de este mes para controlar la inmigración de manera humanitaria.
El 27 de junio, las autoridades panameñas comenzaron a instalar alambradas a lo largo selva del Darién, la ruta más usada por los inmigrantes de Latinoamérica para llegar a Estados Unidos.
Panamá instala alambre de púas en la selva del Darién
Algunos videos difundidos por redes sociales, según señala NBC News, muestran los alambres de púas. Las autoridades panameñas confirmaron su papel en las instalaciones, con el objetivo de controlar la ruta fronteriza.
«La Patrulla Nacional de Fronteras comenzó a bloquear los principales puntos de cruce», declaró Frank Abrego, ministro de Seguridad Pública de Panamá, durante una rueda de prensa el 28 de junio.
Además, Abrego visitó la selva del Darién para inspeccionar personalmente las medidas recién implementadas.
Los inmigrantes continúan transitando el Darién
A pesar de estos esfuerzos, los videos muestran a los inmigrantes intentando superar los alambres de púas para seguir su trayecto hacia Estados Unidos.
En un clip visto por NBC News, un grupo numeroso, que incluye a mujeres y niños, forma una fila detrás de una valla, turnándose para arrastrarse a través de un agujero bajo la barrera de púas y continuar su recorrido.
El peligro del Darién: mientras los inmigrantes usan la selva para llegar a EEUU, los contrabandistas siguen ofreciendo a los migrantes esperanzados el paso a través del Darién, afirmando que las barreras no son un obstáculo.
«Escuchen, todo está operativo: Carreto, Acandi, Capurgana, Caledonia», tranquilizó un contrabandista en un grupo de WhatsApp, enumerando las rutas populares que siguen en uso. «Nadie ha sido devuelto».
Un contrabandista tachó las noticias de alarmismo, afirmando que sólo las personas «negativas» y «perezosas» se verían afectadas por las barreras.

La realidad de atravesar la selva
Abarcando 30 millas de ancho y 100 millas de largo, la selva del Darién es una desafiante mezcla de montañas, pantanos y densa selva. Sirviendo como único puente terrestre entre Sudamérica y Panamá, experimenta un dramático aumento de cruces.
Se calcula que unos 500,000 inmigrantes con destino a Estados Unidos atravesaron la selva sólo en 2023.
El Servicio Nacional de Migración de Panamá documentó 197,389 cruces desde el 1 de enero. Sólo en junio, se contabilizaron 27,375 cruces por el Darién, en su mayoría inmigrantes venezolanos, ecuatorianos, colombianos y chinos.
Una prioridad presidencial
El recién elegido presidente de Panamá José Raúl Mulino dio prioridad a la gestión de esta situación migratoria. Visitó la región del Darién días antes de asumir oficialmente el cargo el 1 de julio.
La implicación, o falta de ella, del gobierno de Estados Unidos también fue objeto de escrutinio. Un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca aclaró que Estados Unidos no ayudó a Panamá a levantar las barreras, a pesar de la creciente cooperación bilateral contra la migración no autorizada.
«Estados Unidos no ha proporcionado apoyo al Gobierno panameño para erigir barreras en sus fronteras», dijo el portavoz.
En su lugar, Estados Unidos firmó un acuerdo con Panamá para ayudar a repatriar a los inmigrantes que se encuentren ilegalmente en la región. Esta medida pretende disuadir la inmigración irregular y desbaratar los beneficios de las redes de contrabando que explotan a los inmigrantes vulnerables.