Un comienzo temprano del verano se acerca, marcado por temperaturas que se elevan a niveles inusualmente altos para esta época del año. Datos recientes revelan que ciudades como Orange, Massachusetts, han visto subir las temperaturas hasta los 80 ºF (26.6ºC) el lunes, lo que indica un cambio notable en los patrones meteorológicos.
En Boston las temperaturas podrían alcanzar los 90 ºF (32.2ºC)
A medida que nos acercamos a la mitad de la semana, se prevé que la temperatura en Boston se acerque a unos sofocantes 90 ºF (32.2ºC) para el miércoles, impulsada por un cambio en la dirección del viento hacia el suroeste. Sin embargo, en Cape y las islas disfrutarán de un tiempo más fresco, con temperaturas que oscilarán entre los 70 ºF (21ºC) y los 80 ºF (26.6ºC). El aumento del calor traerá consigo una humedad suave pero manejable, que permitirá estar cómodo incluso bajo el sol veraniego.
Para el jueves, la previsión introduce un giro con la aproximación de un débil sistema frontal que podría desencadenar tormentas. A pesar del calor reinante y del aumento de la humedad, la cobertura y la intensidad de estas tormentas siguen siendo inciertas. No obstante, los residentes deben permanecer alerta, especialmente durante las tardes.
De cara al fin de semana festivo, la previsión meteorológica sugiere un descenso de las temperaturas, pero con un giro complejo. Las variaciones en la corriente en chorro pueden provocar chubascos esporádicos por la tarde, sobre todo en torno al domingo y al Memorial Day.
Las cálidas temperaturas se extienden por el valle del Merrimack y hasta el sur de Nuevo Hampshire, y las previsiones apuntan a que las máximas alcanzarán los 80 ºF (26.6ºC) grados en breve.
A lo largo de la costa, las zonas influidas por las brisas marinas más frescas de las bahías de Narragansett y Buzzards registrarán temperaturas ligeramente más bajas.
Se espera que la costa sur se regodee en los 80 ºF (26.6ºC) bajos, mientras que las regiones cercanas al Canal podrían rondar los 70 ºF (21ºC) altos. Por el contrario, Cape Cod mantendrá temperaturas más frescas, permaneciendo en los 60 ºF (16ºC).
Estas condiciones de principios de verano son un indicador de la naturaleza impredecible del tiempo y de la importancia de estar preparados a tiempo para los cambios meteorológicos repentinos.