Hoy, 11 de abril, la familia del famoso jugador de fútbol, O. J. Simpson, anunció que el mismo falleció de cáncer ayer a los 76 años de edad en su hogar en Los Angeles, California.
La familia dijo lo siguiente a través de la cuenta oficial de twitter, o X, de O. J. Simpson:
“El 10 de abril, nuestro padre, Orenthal James Simpson, sucumbió a su batalla contra el cáncer. Estaba rodeado de sus hijos y nietos. Durante este tiempo de transición, su familia pide que, por favor, respeten sus deseos de privacidad y gracia. – La familia Simpson”
El ascenso de Simpson al estrellato del fútbol comenzó en la Universidad del Sur de California (USC, por sus siglas en inglés), donde deslumbró al público con su excepcional atletismo y su habilidad inigualable. No fue hasta 1968 donde se aseguró el prestigioso Trofeo Heisman, consolidando su condición de mejor jugador universitario de la nación. La destreza de Simpson trascendió las filas de la universidad a medida que hacía la transición sin problemas a la NFL.
Como corredor profesional, o “running back”, las hazañas de Simpson en el campo cautivaron a fanatico y a expertos por igual. Su mandato con los Buffalo Bills de Nueva York mostró su talento inigualable y su dedicación sin igual. Sin embargo, el logro culminante de Simpson se produjo en la temporada de 1973 cuando rompió récords al convertirse en el primer jugador en correr más de 2000 yardas en una sola campaña, un momento que solidificó su lugar en la historia del fútbol. A lo largo de su carrera en la NFL, Simpson ganó numerosos galardones, incluidas cinco selecciones del Pro Bowl, subrayando su dominio en el campo.
El jugador no tan solo se popularizó por el fútbol, promociones, películas y series como “Naked Gun”, sino que también por un caso criminal que trascendió el mundo: The People of the State of California v. Orethal James Simpson.
Caso: The People v. OJ
En 1995, O. J. Simpson fue acusado de matar a su ex esposa Nicole Brown y a su amigo Ronald Goldman. Goldman y Brown se conocían por el trabajo y en la noche de los asesinatos, Goldman fue a la casa de Brown y Simpson, según los reportes, a llevarle a Brown unas gafas olvidadas por su madre. En esa noche del 12 de junio de 1994, los informes indican que Goldman fue asesinado cuando llegó a la casa para devolver las gafas y después, falleció Brown.
Según la evidencia presentada en el juicio penal de O. J. Simpson, se encontraron múltiples heridas de arma blanca en los cuerpos de las víctimas. La naturaleza violenta de los asesinatos y las lesiones infligidas a las víctimas sugieren, según los peritos, o expertos, del caso, el uso de un objeto afilado como un cuchillo. Tras meses de investigación, nunca se encontró el objeto filoso.
Una de las evidencias más cruciales de este caso fueron los guantes del jugador. El guante, color negro, es un elemento esencial en el caso del asesinato de Nicole Brown Simpson y Ronald Goldman ya que durante la investigación del crimen, un guante ensangrentado fue encontrado en la propiedad de O.J. Simpson, cerca de su residencia en Brentwood, Los Ángeles. Este guante fue descubierto por un detective de la policía de Los Ángeles, Mark Fuhrman, en el jardín de la casa de Simpson.
Posteriormente, otro guante similar fue encontrado en el lugar donde se hallaron los cuerpos de las víctimas. Estos guantes, junto con otras pruebas, fueron presentados durante el juicio penal de O.J. Simpson como parte de la evidencia incriminatoria en su contra.
Uno de los momentos más destacados del juicio fue cuando la fiscal Marcia Clark pidió a Simpson que intentara ponerse el guante encontrado en la escena del crimen durante la audiencia. El guante parecía ser demasiado estrecho para la mano de Simpson, lo que llevó a su famosa declaración «If it doesn’t fit, you must acquit» («Si no cabe, debes absolver», en español).
La defensa de Simpson argumentó que los guantes podrían haber sido plantados como evidencia incriminatoria. Este episodio se convirtió en uno de los momentos más recordados y debatidos del juicio, y el guante en cuestión se convirtió en un símbolo icónico del caso.
A pesar de la evidencia presentada, que confirmaba su presencia en la zona del crimen y su ADN, el jurado en el juicio criminal lo encontró no culpable del crimen. El equipo legal de O.J, que incluía a Johnie Cochran y Robert Shapiro, entre otros, argumentó que el jugador estaba siendo acusado por su raza, no por sus acciones.
También, sugirieron que la escena del crimen pudo haber sido contaminada, lo que podría haber afectado la integridad de la evidencia recopilada. Por otro lado, argumentaron que la policía no manejó adecuadamente la escena y que la evidencia pudo haber sido manipulada o plantada. Los abogados de Simpson cuestionaron la motivación y la credibilidad de los testigos clave presentados por la fiscalía y a su vez argumentaron que algunos testigos tenían motivos ocultos o podrían haber sido influenciados para dar testimonios falsos. Incluso, se sugirió una teoría de conspiración en la que se implicaba a la policía o a terceros en los asesinatos. La defensa insinuó que había motivos ocultos detrás del caso y que Simpson podría haber sido víctima de una conspiración para incriminarlo. Por último, en un intento de sembrar dudas sobre la integridad del proceso judicial, la defensa sugirió que O.J. Simpson estaba siendo perseguido debido a su raza y que el juicio tenía motivaciones raciales.
Por otro lado, los abogados de las víctimas presentaron pruebas forenses que vinculaban a O.J. Simpson con la escena del crimen, como muestras de ADN que coincidían con las de Simpson. También destacaron pruebas como el guante encontrado en la escena del crimen que tenía rastros de ADN tanto de Simpson como de las víctimas. En adición, se argumentó que O.J. Simpson tenía un historial de violencia doméstica hacia Brown y que esto proporcionaba un motivo plausible para los asesinatos. A través de testimonios que sufrieron de violencia doméstica por parte del jugador, la defensa pudo acercarse aún más a la justicia. Pero el 3 de octubre de 1995, O.J. Simpson fue declarado inocente.
En 1997 la familia de la víctima demandó civilmente al acusado reclamando una suma de $33.5 millones en daños. Luego de lograr transar el caso, O. J. Simpson pagó una cantidad mínima, pero no la suma completa.
En 2006, O.J. escribió un libro titulado “If I Did It», o “Si lo hubiera hecho” y año después de su publicación, fue arrestado junto a un grupo de hombres que invadieron el cuarto de un hotel donde se encontraban unos distribuidores de recuerdos deportivos para robarse unos valores colectivos. Aunque él mismo insistió en que dichos colectivos se los habían robado, el jurado en 2008 lo encontró culpable de 12 cargos, entre ellos robo y secuestro a mano armada. Aquí, le dieron una sentencia de 33 años en la prisión estatal de Nevada, pero al haber servido un término mínimo, lo dejaron ir en 2017.
La muerte de O.J. Simpson marca el cierre de un capítulo controvertido y profundamente impactante en la historia del sistema de justicia estadounidense. A lo largo de los años, su vida estuvo marcada por momentos de triunfo y tragedia, desde su ascenso como estrella del fútbol americano hasta su infame juicio por el asesinato de Nicole Brown Simpson y Ronald Goldman. Si bien su legado seguirá siendo objeto de debate y especulación, su fallecimiento pone fin a una saga que dejó una profunda huella en la conciencia colectiva de la sociedad estadounidense.