Por Arielle Gray
Cuando el hijo de Tasha Kitty, Marcel Morris-Howell, cumplió 18 años, ella colocó una piedra pi sobre su puerta. Es una piedra circular con un agujero en el medio. Tiene un significado espiritual en diferentes culturas y comúnmente se utiliza para la protección y la manifestación.
La piedra pi que Kitty eligió estaba hecha de crazy lace, una piedra que destaca por sus llamativas capas de colores vivos y bandas como el rojo, marrón y naranja. «Esta fue la primera piedra que le di a Marcel», dice Kitty. «Las piedras pi son realmente simbólicas para las transiciones y una buena piedra para regalar a tu hijo».
Para Morris-Howell, esa fue su primera introducción real al mundo de los cristales. «Tenía curiosidad», recuerda. «Me encanta la idea de que los cristales tengan sus propias propiedades y sus propias maneras de ayudarte en diferentes aspectos de tu vida».
Ahora, cuatro años después, el dúo madre e hijo dirigen Body, Stone and Soul, una «tienda espiritual integral para todas tus necesidades metafísicas y de bienestar», dice Kitty. Actualmente, es la única tienda metafísica física en Boston de propiedad afroamericana. Una tienda metafísica vende productos relacionados con una variedad de prácticas espirituales. Es el lugar al que la gente acude para encontrar cosas como salvia para limpiar su hogar o velas para encender en busca de protección.
La tienda está escondida bajo un edificio de tres pisos en Jamaica Plain, con paredes llenas de cristales brillantes, barajas de tarot y libros. Una pared entera muestra cristales que están separados y categorizados por chakra, intención y signo zodiacal, una guía útil para aquellos que no saben por dónde empezar. La tienda también ofrece lecturas de tarot y sesiones de reiki (una práctica de sanación que implica mover y transmutar energía en el cuerpo). «Queremos que todos se sientan bienvenidos aquí», dice Kitty. «No importa en qué etapa de su viaje espiritual se encuentren».
Cada cristal tiene propiedades distintas que son útiles para ciertas cosas. La mayoría de las personas llevan cristales en su bolsillo, los usan como joyería o los mantienen en su hogar. El dúo señala sus favoritos. Morris-Howell se siente atraído por el fluorita arcoíris porque «es una piedra de aprendizaje. Se trata de la consolidación de una mente caótica», explica. Las piedras que atraen a Kitty cambian y ahora está interesada en la labradorita, «que es realmente buena para la transformación», dice. «Si la ves desde un ángulo, es marrón pero el tinte azul aparece (cuando la mueves)».
Aunque los científicos afirman que no hay evidencia de que cosas como los cristales traten dolencias físicas o mentales, Morris-Howell y Kitty forman parte de un grupo creciente de personas que están combinando diferentes prácticas metafísicas para crear su propio enfoque individualizado de la espiritualidad. J.T. Roane, profesor asistente de Estudios Africanos y Geografía en Rutgers University, dice que para las personas afroamericanas en particular, este proceso ayuda a «las comunidades afroamericanas a reimaginar el cosmos y, por lo tanto, también reimaginar su lugar dentro de él y fuera de una jerarquía supremacista blanca».
«Las prácticas espiritualistas que incluyen religiones derivadas de África fueron marcadas durante mucho tiempo como ilegales, como fuente de rebeliones de esclavos», señala. Aunque existe cierto escepticismo, las prácticas espirituales alternativas proporcionan a «las personas afroamericanas una religión efectiva [que tiene] algún impacto en sus vidas cotidianas», dice Roane. «Ya sea a través de la magia, ya sea a través del tarot, ya sea a través de otros tipos de interfaz directa con lo divino, lo espiritual y lo ancestral».
Mientras que el viaje de Morris-Howell con los cristales comenzó con la piedra pi sobre su puerta, Kitty ha tenido una fascinación por ellos desde su infancia. «Tenemos experiencias que nos hacen callar, que hacen que estos dones se vuelvan latentes, ¿sabes?», dice. «Y creo que a medida que envejecemos, a veces volvemos a esos dones dormidos».
Después de pasar años como directora de personal en empresas tecnológicas y dirigir su propio negocio (otra empresa que aún posee), Kitty sabía que quería hacer algo diferente. «Recuerdo colgar de una reunión virtual, y fui a mi sofá y lloré», dice. «Lloré y Marcel bajó y me dijo, ‘¿Qué te pasa?’… Luego, como si fuera un interruptor de luz, dije, ‘No quiero que mi hijo piense que eso es lo que significa trabajar'».
No tardaron mucho en hablar de abrir un negocio juntos y de qué tipo sería. Comenzaron vendiendo cristales y otros artículos en pop-ups y eventos por todo el Gran Boston antes de decidirse a abrir una tienda.
El año pasado, encontraron el local vacío que eventualmente se convertiría en su tienda. «Es curioso porque intentamos conseguir un espacio, y cuando finalmente llegamos a este, antes de siquiera acercarnos, recuerdo que pensé, ‘Oh, este va a ser'», dice Kitty. Y así fue. Para Morris-Howell, la experiencia de co-dirigir un negocio con su madre ha sido reveladora. «Definitivamente es una experiencia diferente a lo que solía hacer antes», dice, refiriéndose a sus trabajos anteriores a tiempo parcial en la industria alimentaria. «Es agradable poder decir que he trabajado con mis padres. Y especialmente agradable decir que uno de ellos resultó en un negocio también».
En el año que han estado abiertos, Body, Stone and Soul ha desarrollado una base de clientes constante y dedicada, aunque todavía hay personas que se sorprenden al descubrir que la tienda existe. Incluso una pareja condujo desde New Hampshire solo para visitar la tienda. «Es sorpresa, asombro y alegría cuando la gente descubre que somos de propiedad negra», dice Kitty. «Y luego, cuando se enteran de que somos una empresa familiar, eso simplemente amplifica eso».
Kitty enfatiza que todos son bienvenidos en Body, Stone and Soul. «Tenemos una vela de Justicia donde el 10% de los ingresos se destinan a organizaciones de salud mental para mujeres negras. Tenemos una vela del orgullo donde los ingresos se destinan a organizaciones LGBTQ+. Intentamos asegurarnos de que este sea un espacio para todos, independientemente de cómo llegues o cómo hayas crecido».
Eso es lo que a Kitty y Morris-Howell les encanta de los cristales. En un mundo cada vez más fracturado y dividido, los cristales no discriminan según las creencias personales o el origen. «Es no denominacional, ¿verdad?» dice Kitty. «No hay juicio. Creo que los cristales son los regalos de la tierra para todos».
Este segmento se emitió el 11 de enero de 2024.
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