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Se necesita una estrategia integral en el tratamiento contra el Covid

Image by storyset on Freepik

Ya que los casos y hospitalizaciones por COVID-19 ya no son la noticia principal en los medios de comunicación, muchos estadounidenses podrían llevarse una sorpresa al enterarse de que estamos en medio de un repunte.

Los datos más recientes de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades o CDC (por sus siglas en inglés), reportaron 34 mil hospitalizaciones durante la última semana del pasado mes de diciembre, un aumento del 20.4% respecto a la semana anterior, lo que demuestra que la pandemia aún no ha terminado y que los latinos y afroamericanos tienen razones para estar preocupados.

El COVID-19 devastó las comunidades latinas y afroamericanas, exacerbando las desigualdades existentes en salud y economía que resultan en consecuencias fatales. Abordar estas desigualdades subyacentes en la salud debe ser una prioridad de la estrategia nacional de salud pública para combatir el impacto de esta enfermedad. De igual manera, la consideración de un enfoque de tratamiento más integral, más allá de las vacunas y los antivirales debe ser parte prioritaria de esta estrategia nacional. Es por ello que la Asociación Nacional de Médicos Hispanos (National Hispanic Medical Association) junto con 14 organizaciones dedicadas a temas de salud pública, enviaron una carta abierta el mes pasado a la FDA donde se le exhortó a la agilización en el estudio y aprobación de nuevos tratamientos para el COVID-19.

Hay que recordar que algunas enfermedades crónicas prevalentes como la diabetes, el cáncer y las enfermedades cardíacas, combinadas con la pobreza y la falta de acceso a servicios de salud, agravan aún más las infecciones y muertes por Covid en las comunidades de color.

A pesar de su eficacia, también ha habido una respuesta pública particularmente polarizada a las vacunas contra el COVID-19. Solo el 34% de los estadounidenses están completamente vacunados y con refuerzos. Y el 20% de los estadounidenses han optado por no vacunarse por diversas razones. Los latinos y afroamericanos, en particular, han tenido históricamente desconfianza en las autoridades de salud pública, y muchos son más propensos a desconfiar de las vacunas. Mejorar la aceptación de las vacunas contra el Covid-19 sigue siendo una línea crítica de defensa contra el virus, pero proteger a todos los estadounidenses del Covid requerirá más que un enfoque centrado en las vacunación.

Como se mencionó anteriormente, en una carta enviada el 4 de diciembre a la Administración de Alimentos y Medicamentos, FDA (por sus siglas en inglés), La Asociación Nacional de Médicos Hispanos, junto con un grupo de importantes líderes sindicales a nivel nacional,

enfatizaron que ampliar las opciones de tratamiento para el Covid no solo es una prioridad de seguridad laboral, sino también una preocupación por la equidad en salud, especialmente ahora que se está pidiendo a más trabajadores, el 40% de los cuales son personas de color, que regresen al trabajo presencial. En dicha carta, los sindicatos nacionales exhortaron a la agencia a agilizar el proceso de aprobación de nuevos tratamientos, incluidos los tratamientos con anticuerpos monoclonales. La FDA había otorgado autorización de emergencia para cinco tratamientos con anticuerpos monoclonales. Desafortunadamente, su efectividad ha disminuido debido a las variantes del Covid que mutan rápidamente, destacando la necesidad de desarrollar una amplia gama de nuevas herramientas más resilientes para prevenir y tratar el Covid.

Hay buenas noticias en ese sentido: el Departamento de Salud y Servicios Humanos, HHS (por sus siglas en inglés), anunció el 22 de agosto del año pasado que como parte de su Proyecto NextGen, destinado a acelerar una nueva generación de herramientas y tecnologías contra el Covid, invertirá $326 millones en el desarrollo de terapias con anticuerpos monoclonales.

Aunque esto es un desarrollo muy prometedor, la cantidad representa sólo el 7% de la inversión inicial de $5 mil millones anunciada por la administración del presidente Biden a principios del año pasado para acelerar el desarrollo de una nueva generación de vacunas y tratamientos contra el Covid.

Los anticuerpos monoclonales, o mAB, fueron un tratamiento efectivo contra el Covid al principio. Los anticuerpos monoclonales son moléculas que los científicos desarrollan en un laboratorio y que imitan los anticuerpos naturales que el cuerpo produce para combatir un virus o una infección, y han aliviado con éxito las complicaciones del Covid en pacientes inmunocomprometidos. Es conocido que estas terapias tienen un riesgo menor de interactuar con medicamentos y son una buena opción para las personas que padecen enfermedades crónicas y toman varios medicamentos.

Dado el impacto desproporcionado del virus en minorías y otras poblaciones vulnerables, las estadísticas de los CDC demuestran la necesidad de priorizar aún más el financiamiento para tratamientos innovadores a través del «Proyecto Next Gen».

Millones de estadounidenses no pueden tomar medicamentos antivirales. Solo por poner un ejemplo: El Paxlovid, el antiviral más comúnmente recetado, reduce eficazmente los efectos del Covid, pero también se sabe que interactúa con muchos medicamentos utilizados para tratar diversas enfermedades crónicas.

Además, los estadounidenses inmunocomprometidos tienden a tener un mayor riesgo de complicaciones graves relacionadas con el Covid, y las vacunas pueden no ser una opción viable. Incluso si los pacientes inmunocomprometidos reciben la vacuna, es posible que no obtengan los mismos beneficios que las personas con un sistema inmunológico saludable.

Por lo tanto, es especialmente prometedor que la nueva estrategia incluya el desarrollo de anticuerpos monoclonales más duraderos y resistentes que puedan combatir nuevas variantes

del virus. Es importante destacar que el éxito de esta iniciativa requerirá que las agencias encargadas de liderar el proyecto permanezcan comprometidas en invertir recursos en una estrategia diseñada para desarrollar una variedad de vacunas y terapias tanto a corto como a largo plazo.

Dado el continuo efecto desproporcionado del Covid en los latinos y otras comunidades de color, el éxito en la lucha contra el Covid también requiere que estas comunidades reciban información oportuna y culturalmente competente sobre opciones de tratamiento con anticuerpos monoclonales como alternativa a las vacunas.

Aunque la mayoría de nosotros regresemos a nuestras actividades previas al Covid, los datos recientes de los CDC muestran que las hospitalizaciones y muertes por esta enfermedad han aumentado durante esta temporada invernal, y los funcionarios de salud pública han detectado el pasado diciembre que la nueva variante JN.1 se ha convertido en la variante dominante, representando alrededor del 44% de nuevas infecciones. Lo anterior demuestra que para millones de estadounidenses, la amenaza del Covid sigue presente.


Guadalupe Pacheco es Director de Programas en la Fundación Nacional de Salud Hispana (National Hispanic Health Foundation)


**Este artículo es una versión actualizada de una publicación de agosto del 2023 en STATnews

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