Por Andrea Perdomo-Hernandez
El proyecto lleva 30 años en desarrollo: una línea de tren de la Costa Sur que volverá a conectar New Bedford, Taunton y Fall River con Boston. Después de retrasos innumerables, muchos se preguntan cuándo comenzará a funcionar este proyecto costoso del MBTA y si tendrá éxito.
Hoy en día, la única forma de llegar de New Bedford a Boston en transporte público es abordando un autobús de Peter Pan. En una mañana reciente, Phil Zukas esperaba en un terminal de autobuses de la ciudad antes de las 7 a. m. con su perro de servicio para tomar el único viaje disponible a su oficina en Boston.
Si te pierdes ese autobús, como lo hizo una mujer frenética que arrastraba equipaje momentos después, estás fuera de suerte. Solo hay un viaje en autobús a Boston por día.

«Todavía estamos bastante rezagados aquí, y sería genial tener una forma de hacerlo más fácil para todos», dijo Zukas. Ha estado esperando la línea de tren prometida durante una década. «Definitivamente lo usaría al menos cuatro días a la semana. Y tal vez los fines de semana, si esa fuera una opción».
Personas temen de que el nuevo ferrocarril no beneficie a todos los residentes
Desde la década de 1990, el senador estatal Mark Montigny de New Bedford ha abogado por llevar el servicio de tren de cercanías de Boston de vuelta a la Costa Sur. Siempre ha creído que el acceso ferroviario motivaría a que los viajeros a utilicen el transporte público en lugar de conducir, al igual que apoyaría el desarrollo económico en la región.
«La idea ilusionada y la esperanza en ese entonces era: ‘Si lo construyes, vendrán'», dijo Montigny. «Las empresas vendrán y se establecerán aquí porque ahora sus empleados podrán ir y venir” a Boston.
Pero el mundo ha cambiado, especialmente en los años desde la pandemia. Y la economía de la ciudad costera comenzó a evolucionar mucho antes de que llegaran los trenes. El alcalde de New Bedford, Jon Mitchell, dijo que la economía de la ciudad se reactivó en la última década gracias a las inversiones realizadas para revitalizar el centro de la ciudad y mejorar la infraestructura del puerto.
Para Mitchell, el Ferrocarril de la Costa Sur es otra herramienta para hacer de New Bedford un lugar más atractivo para vivir, trabajar y visitar. Dijo que «nunca creí» que un tren de Boston a New Bedford «traería una mayor prosperidad por sí solo, pero creo que en general es algo bueno. Por eso lo apoyo».
Erik Andrade, residente de toda la vida de New Bedford y activista comunitario, no está seguro de que traer el tren de cercanías a la ciudad sea bueno para todos. Dijo que los alquileres y los precios de las viviendas han estado aumentando, en parte porque la anticipación del servicio de tren ha atraído a desarrolladores con mucho dinero. Le preocupa que la gentrificación expulse a los residentes de bajos ingresos.
«Si es para la comunidad, ¿de qué comunidad estás hablando?» preguntó. «¿Estás hablando de la comunidad que existía aquí antes? ¿Estás hablando de la comunidad que será atraída a mudarse aquí?»
Preocupaciones sobre la cantidad de pasajeros y los costos
New Bedford tiene una población de poco más de 100,000 habitantes y aporta más dinero a su puerto pesquero comercial que cualquier otro en la nación. La industria emplea a unas 6,800 personas y mas en empleos relacionados. Sin embargo, los funcionarios de transporte estimaron que la ciudad tendría una demanda de ferrocarril modesta. En una reunión comunitaria organizada por la MBTA a principios de marzo de 2020, la directora del Proyecto de Participación Comunitaria de la Costa Sur, Jean Fox, dijo que la cantidad proyectada de pasajeros sería «hasta 700 desde New Bedford», y quizás menos que eso al principio.
El exgobernador de Massachusetts, Charlie Baker, presentó el plan multimillonario para restablecer el servicio ferroviario en la Costa Sur en el 2017. El plan se completaría en dos fases. La construcción de la rama de New Bedford del Ferrocarril de la Costa Sur tuvo un presupuesto de $1.1 mil millones y se extiende hacia el oeste desde la estación de tren de cercanías de Middleborough/Lakeville hacia East Taunton, dividiéndose luego en dos ramas separadas: una que pasa por Freetown y termina en Fall River y otra que termina en New Bedford.
Ryan Coholan, director de operaciones del T, le informó a los miembros de la junta del MBTA en septiembre, que el proyecto es «uno de los más grandes en la historia reciente de Massachusetts». Incluye la reconstrucción de 36 millas de vías de tren de carga para acomodar trenes de cercanías, la construcción de más de 30 millas de nuevas vías y seis nuevas estaciones de tren de cercanías.

El T proyectó que la cantidad de pasajeros hasta 2030 en las ramas de Fall River y New Bedford atraería a un total de 4,400 pasajeros diarios que viajarán a Boston. Pero la autoridad no ha actualizado esas proyecciones desde la pandemia. El trabajo remoto quizás le dio menos razones para desplazarse a los trabajadores en la Costa Sur. El viaje desde New Bedford a Boston tomará aproximadamente 90 minutos y costará alrededor de $13 en cada sentido. Se desconoce cuántas personas en el área metropolitana de Boston podrían realizar el viaje de ida y vuelta.
En el 2019, los costos operativos anuales del proyecto se estimaron en $18 a $20 millones por año, y dadas las proyecciones de pasajeros, se estimó que los ingresos por tarifas serían de alrededor de $9 millones. La T sabía desde el inicio del proyecto que el Ferrocarril de la Costa Sur podría costarle al sistema hasta $12 millones al año.
El plan del T prevé tres trenes en la hora pico de la mañana y tres mas por la tarde. Los trenes circularán solo cada pocas horas. El plan no menciona un servicio de fin de semana.
Durante años, expertos en transporte y críticos del plan han cuestionado el valor de una línea de tren que quizás no atraiga a suficientes pasajeros o que no sea financieramente viable.
El ex Secretario de Transporte Jim Aloisi dijo que, aunque apoya la expansión del ferrocarril regional, le preocupa que el Ferrocarril de la Costa Sur no sea una opción atractiva para los viajeros.
«Lo que me preocupa es construir sistemas ferroviarios que terminen decepcionando a la gente», dijo, «lo que creo que es probable que suceda aquí».
Si el Ferrocarril de la Costa Sur no logra atraer a suficientes pasajeros, Aloisi teme que otros proyectos ferroviarios importantes, como una ruta electrificada propuesta desde Stoughton hasta Taunton, podrían estar en peligro.

La organización de defensa del transporte TransitMatters señaló varias preocupaciones sobre el proyecto del Ferrocarril de la Costa Sur cuando la T presentó por primera vez su plan en 2017. Estos problemas potenciales todavía persisten según sus líderes.
«La ruta es menos directa y hay problemas de capacidad», dijo el director ejecutivo del grupo, Jarred Johnson.
La línea pasará por una sección de Dorchester, Braintree y Quincy que depende de una sola vía, lo que, según Johnson, podría provocar «problemas de congestión» y retrasos. Agregó que el T no ha compartido información actualizada sobre la frecuencia con la que circularán los trenes de la Costa Sur, «pero lo que hemos escuchado no ha sido alentador».

El servicio de pasajeros del Ferrocarril de la Costa Sur ha debido de comenzar a funcionar a finales de este año, pero la T anunció otro retraso en septiembre. La construcción está en marcha y de ahi seguirán las pruebas de seguridad.
En una visita reciente, los contratistas vestidos con chalecos de neón trabajaron en la plataforma de concreto blanco de la futura estación de New Bedford. Las vigas que eventualmente sostendrán un techo sobresalen como ramitas.
Ahora, los pasajeros tendrán que esperar hasta el próximo verano para abordar un tren allí. Eso es si la T cumple con su nueva fecha límite.
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