Por El Tiempo Latino
El gobierno de Estados Unidos reveló el martes que las principales farmacéuticas como Johnson & Johnson, Merck y Bristol Myers Squibb acordaron participar en las negociaciones de precios de medicamentos de Medicare.
Esta medida se considera un paso positivo para los beneficiarios de Medicare, a pesar de las persistentes demandas de los fabricantes de medicamentos que impugnan estas discusiones sobre los precios.
No obstante, se espera que los precios definitivos se fijen para 2024, y que las prestaciones lleguen a los ancianos en 2026.
En agosto, los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid señalaron los 10 primeros medicamentos sujetos a negociación de precios en virtud de la Ley de Reducción de la Inflación.
Entre los medicamentos sujetos a negociación de precios están: Eliquis y Xarelto, ambos anticoagulantes; Januvia, un medicamento para la diabetes; y Enbrel, utilizado para la artritis reumatoide.
Los informes de la administración indican que alrededor de 9 millones de beneficiarios de Medicare pagaron $3.400 millones de su bolsillo por estos 10 medicamentos el año pasado.
Beneficiarios pagarán menos por los medicamentos
La nueva normativa facultará a Medicare para negociar directamente con las empresas farmacéuticas el precio de los medicamentos de alto coste, con el objetivo de reducir los precios de los fármacos recetados a los ancianos.
En la actualidad, Medicare proporciona cobertura sanitaria a 65 millones de ciudadanos estadounidenses, según KFF, un grupo neutral dedicado a la investigación de políticas sanitarias.
Está previsto que las negociaciones de precios entre el gobierno y las compañías farmacéuticas comiencen en 2024, y que los precios acordados entren en vigor en 2026. Se espera que en los años siguientes se incluyan más medicamentos.
Un logro para los beneficiarios de Medicare
La administración del presidente Joe Biden concedió a los fabricantes de los 10 primeros medicamentos seleccionados un plazo de un mes para decidir su participación en las negociaciones o enfrentarse a posibles sanciones fiscales.
Este impuesto podría no aplicarse si un fabricante de medicamentos opta por retirar por completo su medicamento del programa Medicare, una medida que posteriormente excluiría a la empresa de un segmento sustancial del mercado.
En junio, Merck inició un litigio contra el gobierno federal por la cláusula de negociación. Otras empresas farmacéuticas, entre ellas Johnson & Johnson, siguieron su ejemplo y presentaron demandas similares.
Las empresas afirman que permitir que Medicare negocie los precios podría dar lugar a una disminución de los beneficios, obligando a los fabricantes de medicamentos a recortar los fondos destinados a investigación y desarrollo.