Cada noche, los trabajadores del Logan Airport proporcionan catres para viajeros con vuelos cancelados. Pero últimamente, también están proporcionando camas temporales para inmigrantes que buscan refugio en Massachusetts. Desde el 11 de julio, el Equipo de Respuesta a Crisis de Logan ha ayudado a más de 1,600 recién llegados.
«Tenemos personas que no han comido en días. Así que hemos tenido a policías o empleados de [Logan] comprando 15 pizzas», dijo Kate Moore, directora de servicios de emergencia de North Suffolk Community Services, una organización que proporciona trabajadores sociales para el equipo de crisis.
Durante la última década, Moore y sus colegas han trabajado junto a policías estatales para cuidar a cualquier persona en dificultades que pase por Logan. Típicamente, ayudan a personas que están suicidas, bebieron demasiado o viajan debido a una pérdida personal. Este verano, su misión se expandió significativamente.
“Comenzamos a recibir simplemente aviones llenos de personas provenientes de Texas y otros estados fronterizos siendo enviadas a Massachusetts y sin saber qué se supone que deben hacer una vez que llegan al aeropuerto”, dijo.
Logan, el aeropuerto internacional más grande de Nueva Inglaterra, es el último lugar en sentir los efectos de la crisis de la frontera sur. Desde media docena hasta 70 immigrantes (en una noche especialmente ocupada) están durmiendo en el aeropuerto porque llegan sin otro lugar a donde ir.
En respuesta, el equipo de Moore ha desarrollado una nueva rutina. Con el amanecer de cada día, realizan una revisión.
“Simplemente caminando por el aeropuerto buscando familias”, dijo Moore.
Es probable que muchas de estas familias terminen en el sistema estatal de refugios familiares. Una ley de Massachusetts garantiza a muchas familias el derecho a refugio, y el sistema financiado por el estado ha visto un rápido aumento en los últimos meses. En el último año, su carga de trabajo se ha duplicado, alcanzando un récord de 6,453 familias, hasta el viernes.
Este rápido aumento en la falta de hogar familiar está parcialmente impulsado por recién llegados, muchos de los cuales han estado en arduos viajes de años desde Haití a los EE. UU.
Durante el verano, la gobernadora Maura Healey declaró un estado de emergencia en el sistema de refugios, calificando la situación de insostenible. Más tarde, activó hasta 250 miembros de la Guardia Nacional para ayudar a gestionar los refugios de exceso de capacidad que no cuentan con el personal habitual de refugio.
Los distritos escolares y las ciudades y pueblos con refugios han luchado para descubrir cómo responder mejor. Pero hasta ahora, la situación en el Aeropuerto Logan ha pasado en gran medida desapercibida.
“Felices de ver fruta”
A medida que el Equipo de Respuesta a Crisis intensificó sus esfuerzos para ayudar a las familias en el aeropuerto, Moore dijo que la comunicación era un desafío particular. Al principio, el equipo utilizaba una aplicación de traducción para juntar información y pedía al personal del aeropuerto que ayudara a traducir para los muchos recién llegados que no hablaban inglés.
Ahora, varios policías que hablan «Haitian Creole» o «Haitiano criollo» han sido asignados a Logan, y el Equipo de Respuesta a Crisis ha impreso volantes para explicar quiénes son y cómo pueden ayudar. A través de un contrato con el Departamento de Salud Mental del estado, el equipo de Moore se ampliará de un clínico a dos clínicos y dos trabajadores sociales. Las organizaciones voluntarias también han estado ayudando.
Los fines de semana de este verano, Boston Immigration Justice Accompaniment Network, o BIJAN, a veces traía desayuno para los inmigrantes.
«Estaban muy felices de ver fruta», dijo Judy Wolberg, una voluntaria de BIJAN, que coordinó sus esfuerzos con la Oficina de Refugiados e Inmigrantes del estado. «Y estaban muy contentos de recibir cepillos y pasta de dientes, desodorantes, toallas sanitarias y pañales”.
Wolberg dijo que estaba «increíblemente impresionada» por lo que las familias han soportado por la posibilidad de una vida mejor.
«Parecían exhaustos, y realmente no estaban claros acerca de qué vendría después», dijo.
“Tenemos personas que no han comido en días. Y así, hemos tenido a policías o empleados de Massport comprando 15 pizzas”.
KATE MOORE, NORTH SUFFOLK COMMUNITY SERVICES
La Policía Estatal de Massachusetts no respondió a múltiples solicitudes de comentarios para esta historia.
Massport, que supervisa Logan, declinó proporcionar detalles sobre cuánto está gastando en el esfuerzo para ayudar a los nuevos inmigrantes. En un comunicado, los funcionarios del aeropuerto expresaron preocupaciones de que Logan carece de los recursos y servicios necesarios para los recién llegados.
“Logan no es un lugar adecuado para albergar a personas”, decía el comunicado. Continuamos trabajando con nuestros socios en el gobierno estatal en otras soluciones”.
Dormir en catres cerca de una reclamación de equipaje no es la primera opción de muchas personas, pero el aeropuerto se convirtió en una opción predilecta a medida que otros sitios locales se vieron abrumados a principios de este verano.
“Somos una puerta lateral”
Antes de que los nuevos inmigrantes comenzaran a dormir en Logan, iban a los departamentos de emergencia de los hospitales.
Durante aproximadamente una década, muchas familias sin hogar en Massachusetts han recurrido a los hospitales en busca de ayuda. A menudo, se quedaban en los vestíbulos de las salas de emergencias, a veces durante días, mientras solicitaban ingresar al único sistema de refugio familiar del estado.
El número de familias que llegaban a hospitales solo porque necesitaban un techo sobre sus cabezas fue estable durante años, pero aumentó en 2022, y en 2023 se disparó aún más.
«Fue profundo», dijo Melissa Deane, quien dirige el equipo de trabajo social de emergencia en el Boston Children’s Hospital.
Dice que una noche del pasado julio, había 77 padres e hijos durmiendo en el vestíbulo de su hospital. El hospital activó el equipo de gestión de emergencias, organizando horarios de ducha, actividades para los niños y apoyo psicológico, entre otros servicios. El equipo de cocina trabajó duro, al igual que el equipo de limpieza.
«Si damos a todos Cheetos para el almuerzo, puedes imaginar cómo se verá la alfombra», dijo Deane.
Estima que el 70% de las familias sin hogar ayudadas por el Boston Children’s Hospital durante el verano eran inmigrantes recién llegados.
Al mismo tiempo, el Boston Medical Center vio un fuerte aumento en el número de familias que llegaban a sus puertas. Después de que más de 130 personas durmieran en el suelo del vestíbulo en una sola noche, los administradores del hospital decidieron hacer un cambio. Dejaron de permitir que las familias se quedaran durante la noche y comenzaron a proporcionar vales de taxi para que las familias fueran a otro lugar, incluido el aeropuerto Logan porque está abierto las 24 horas del día.
En junio y julio, el estado tomó medidas para aliviar la presión sobre los departamentos de emergencia, abriendo dos centros de bienvenida para familias inmigrantes recién llegadas. Los centros en Boston y Quincy proporcionan algunas necesidades básicas como comida y pañales. También ofrecen a las familias un lugar para dormir mientras solicitan refugio.
«Este no es un sistema fluido. No es para decir que hemos superado la crisis», dijo Kate Walsh, secretaria de salud y servicios humanos de Massachusetts. «Pero tenemos un proceso donde las personas que acaban de llegar a nuestro país pueden obtener un examen básico de salud, conexión con los servicios que necesitan y un techo sobre sus cabezas”.
Hasta el viernes, los centros han atendido a 1,618 familias.
Después de que abrieran los centros, el Boston’s Children vio disminuir sus cifras. Deane se dio cuenta de que los hospitales ya no eran la puerta principal del sistema de refugio familiar del estado.
«Somos una puerta lateral», dijo. «Hoy tal vez tengamos a 13 personas a las que estamos enviando».
“Este no es un sistema fluido. No es para decir que hemos superado la crisis, pero tenemos un proceso”.
KATE WALSH, SECRETARY OF HEALTH AND HUMAN SERVICES FOR MASSACHUSETTS
Aunque los centros de bienvenida familiar conectan a las personas con recursos, el sistema sigue siendo imperfecto.
Los refugios familiares no están disponibles para individuos. Además, muchas familias recién llegadas todavía necesitan ayuda para encontrar los centros y obtener transporte hacia ellos, y necesitan un lugar para dormir si llegan cuando todo está cerrado. Esa carga recae cada vez más en Logan.
‘Un autobús alquilado’
En una mañana típica, un policía estatal recorre las terminales del aeropuerto, despertando suavemente a la gente. Toma fotos de sus pasaportes y pregunta a los recién llegados de dónde vienen. En criollo haitiano, les explica el sistema estatal. Luego, ayuda a organizar vales de taxi para llevar a los recién llegados a las oficinas estatales para solicitar refugio.
“Cuando tenemos suficientes personas, porque a veces tenemos hasta 60 personas a la vez, conseguirán un autobús alquilado y los enviarán”, explicó Kate Moore.
Dijo que ha quedado impresionada por la respuesta en Logan, tanto de los funcionarios del aeropuerto como de los trabajadores. «La humanidad que hemos visto en esta crisis ha sido increíble», dijo.
Pero, agregó rápidamente, la situación es «completamente insostenible. Nos preocupamos: ¿cuánto tiempo puede durar esto?”
Mientras los recién llegados salen de la terminal y entran en un futuro incierto, una grabación se reproduce en el techo. Desde altavoces en el techo, la voz de la gobernadora Healey da la bienvenida a turistas, viajeros de negocios y otros: “En Massachusetts, no importa quién seas o de dónde vengas, te damos la bienvenida”.
Este segmento se emitió el 18 de septiembre de 2023.
Si desea leerlo en inglés visite WBUR.
