El representante legal de la familia aborda el “acto perturbador” en el vuelo con destino a Boston
Paul T. Llewellyn, representante legal de una familia cuya hija adolescente supuestamente descubrió una cámara oculta en el baño de un avión que volaba a Boston, ha expresado su preocupación por este “incidente inaceptable”. Llewellyn expresó su conmoción por el hecho de que un delincuente sexual en potencia pudiera atreverse a apuntar a una menor que utiliza el baño durante un vuelo.
En nombre de la familia a la que representa, Llewellyn emitió un comunicado. La familia afirmaba que su hija de 14 años fue “presa y víctima de un depredador de menores que la grabó en el lavabo” durante el vuelo 1441 de American Airlines de Charlotte a Boston el 2 de septiembre.
La familia afirma rotundamente que el único auxiliar de vuelo a bordo orquestó este acto. Dicen que guió a su hija para que utilizara el aseo de primera clase, a pesar de que ella era pasajera de clase turista. El auxiliar de vuelo entró en el baño antes que ella con el pretexto de “lavarse las manos”, luego la tranquilizó sobre un “asiento roto” y volvió a entrar después de que ella se marchara. Otros pasajeros del vuelo corroboraron esta serie de hechos, según la familia.
Previamente, las autoridades habían calificado el incidente de “posible acto delictivo” y “posible problema de seguridad”. Los pasajeros del vuelo de American Airlines informaron a los medios locales de que una madre había denunciado que su hija adolescente había visto la cámara en el baño de primera clase.
La Policía Estatal de Massachusetts informó en un principio a la cadena WSOC-TV de Carolina del Norte de que en el incidente estaban implicados un menor, una azafata y un teléfono móvil. Sin embargo, debido a que el incidente se produjo en pleno vuelo, bajo jurisdicción del FBI, la Policía Estatal dirigió posteriormente la investigación al FBI.
Al aterrizar, las fuerzas del orden recibieron al avión de pasajeros de American Airlines en la puerta de embarque tras la denuncia, y una azafata fue escoltada fuera del avión por la policía estatal.
La familia reveló que, tras ir al baño, su hija vio un iPhone casi oculto detrás del asiento del inodoro preparado para grabarla. Valientemente, hizo una foto con su propio teléfono. Los rasgos distintivos del teléfono oculto coincidían perfectamente con el que la policía incautó posteriormente a la azafata. Los representantes de la aerolínea confirmaron que sólo la tripulación podía haber accedido a las pegatinas oficiales utilizadas para ocultar y asegurar el teléfono.
La familia expresó su conmoción y profunda perturbación por el incidente. Les cuesta comprender que una azafata de vuelo, cuyo deber es garantizar la seguridad de los pasajeros y debe ser obedecida por los viajeros por ley, parezca haber violado y explotado a su hija para producir pornografía infantil en un vuelo.
La familia expresa su inmensa gratitud a la policía estatal que les recibió al aterrizar en Boston, así como al FBI y a la Fiscalía Federal, que, según afirman, siguen investigando este delito. Confían sinceramente en que, gracias a estos esfuerzos, nunca vuelva a ocurrir un incidente de este tipo.
