Por Joelnix Boada | El Tiempo Latino
Luego de tres años de lucha de una familia México-estadounidense para que se haga justicia con el asesinato Vanessa Guillen, el lunes 16 de agosto Cecily Aguilar fue condenada a 30 años de prisión por ayudar a mutilar y ocultar el cuerpo de la joven soldada, adscrita a la base militar de Fort Hood.
En entrevista exclusiva con El Tiempo Latino Mayra Guillen, hermana mayor de Vanessa, consideró que la medida es justa ya que basada en la ley de Texas es la sentencia máxima que se le pudo haber otorgado a Aguilar; y concederá calma a su familia. Sin embargo, aclaró que este es sólo un paso para seguir luchando por la justicia que la soldada se merece.
“Tenemos que estar de acuerdo. Sea lo que sea, sea lo que queramos o no, al final del día, quizás en un futuro podamos dar un último empujón, pero yo creo que, por la paz y la sanidad de mi familia, es justo que por un lado ya se haya cerrado este ciclo (…) Podemos dejar a un lado la agonía de estar pensando si esta mujer va a ser sentenciado o no”, expresó.
Entre los próximos pasos que tiene la familia Guillen para continuar clamando justicia se encuentran una demanda que presentaron contra el Departamento de Defensa, exigiendo 35 millones de dólares por la muerte injusta de la joven de 20 años, que además sufrió de acoso sexual en la base militar entre 2018 y 2020.
Entre los próximos pasos que tiene la familia Guillen para continuar clamando justicia se encuentran una demanda que presentaron contra el Departamento de Defensa, exigiendo 35 millones de dólares por la muerte injusta de la joven de 20 años, que además sufrió de acoso sexual en la base militar entre 2018 y 2020.


Ley Yo Soy Vanessa Guillen
Desde 2020 los Guillen, de la mano de la abogada Natalie Khawam, empezaron a abonar un camino para que en enero de 2022 se aprobara la Ley Yo Soy Vanessa Guillén, impulsada también por la senadora Kirsten Gillibrand y la representante Jackie Speier.
El objetivo de esta ley federal es romper con las cadenas de mando para que las denuncias de acoso y abuso sexual sean investigadas de manera independiente y confidencial por fiscales y no por militares superiores, como antes se realizaba.
A su vez, crea un nuevo delito de agresión sexual por parte de un superior, con penas de prisión de hasta 20 años y brinda recursos adicionales para las víctimas de acoso y violencia sexual, incluyendo terapia, asesoramiento legal y asistencia para la reubicación.
Además, el 28 de julio de 2023 el presidente Joe Biden firmó una orden ejecutiva para la remodelación del Código Uniforme de Justicia Militar de Estados Unidos, creado en 1950, con el fin de despojar a los comandantes de su autoridad sobre casos de agresión sexual, violación y asesinato para garantizar enjuiciamientos independientes de la cadena de mando.
“Esta orden va a proveer que las víctimas se sientan seguras de poder reportar con confianza los abusos. Solo esperamos que funcione porque esto no puede seguir así”, agregó Guillen.
Apoyo clave de la comunidad latina y las víctimas

La primera semana de mayo de 2020, la familia Guillen, allegados y la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos comenzaron a convocar a personas para protestar fuera de la base militar de Fort Hood, y en otras partes de Texas, para exigir respuestas por la desaparición de la soldada.
En redes sociales también hicieron campañas bajo las etiquetas #FindVanessaGuillen, #JusticeForVanessaGuillen e #IAmVanessaGuillen, logrando que víctimas de todo el mundo se sintieran identificadas con el caso.
Mayra aseguró que en estos últimos tres años el apoyo de las personas los ha ayudado a mantenerse fuertes, porque sino se sintieran solos “en esta batalla”.
“Hemos tenido el soporte de muchísima gente de todas partes del mundo. En este caso yo siento que es una fuerza muy grande y demuestra lo que se puede hacer cuando la gente se une y pide justicia, pide cambios, pide que se haga el bien”, agregó.
La transformación
Esta experiencia, además de ser traumática y dejar un vacío irreparable en la vida de esta familia latino-estadounidense, los motivó a luchar por clamar justicia, prepararse en materia de leyes para exigir sus derechos y tener nuevos horizontes.
Por ejemplo, Guadalupe, la menor de las hermanas, declaró en el documental Yo soy Vanessa Guillen de Netflix que luchar por Vanessa la ayudó a dejar a un lado la timidez y encontrar su propia voz. Por ello, tras salir de la secundaria, la joven de 17 años quiere estudiar periodismo.
Mientras que Mayra, de 25 años, a través de una fundación bajo el nombre de la soldada, que pretende registrar este año, quiere ayudar a otras familias a conseguir justicia, seguir impulsando y apoyando las leyes que aplicarán en las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos para víctimas de acoso y abuso sexual. Y, aunque no está decidida, tal vez en un futuro se dedique a la política.
Expresó que esta experiencia la ha hecho crecer tanto personal, como profesionalmente, y calificó que ha sido “la escuela de vida”. “No tuve oportunidad de ir al colegio y siempre me preguntan qué estudié. Pero, yo no tuve chance. La experiencia que he tenido con el caso de mi hermana me ha enseñado bastante”, dijo Mayra.
“Actualmente quiero seguir trabajando por la fundación para poder asegurar que se hagan las cosas que hemos estado pidiendo todo este tiempo, porque qué sentido tiene una ley si no exigimos que se cumpla, si no van a haber castigos”, comentó.