La comunidad de Leominster se enfrenta al próximo cierre de la maternidad del UMass Memorial Health – HealthAlliance-Clinton Hospital (antiguo Hospital de Leominster).
El cierre previsto plantea cuestiones más amplias sobre la accesibilidad de los servicios de salud materna en Massachusetts
Este hecho, motivado por la escasez de personal, ha despertado una gran aprensión entre los miembros de la comunidad y los pediatras locales, que argumentan que podría afectar negativamente a los habitantes de la zona.
Las mujeres embarazadas que residan en Leominster o sus alrededores tendrán que recorrer ahora un mínimo de 32 km para encontrar un hospital que ofrezca servicios de parto, lo que provocará una gran ansiedad.
Esta interrupción de un servicio sanitario vital ha provocado manifestaciones públicas, activismo en las redes sociales y audiencias públicas de oposición al cierre.
La residente local Kaitlyn McNeilly, que planeaba dar a luz a su segundo hijo en este hospital comunitario, como hizo con el primero, expresó su preocupación por el cierre. Hizo hincapié en las dificultades a las que se enfrentan quienes carecen de medios de transporte adecuados, y sugirió que la decisión podría perjudicar a muchas mujeres de la comunidad, según un reporte The Boston Globe.
Este cierre, previsto para el 23 de septiembre, es el undécimo que se produce en Massachusetts desde 2010, lo que amplifica lo que los defensores consideran una brecha cada vez mayor en la atención a las mujeres embarazadas. Sin embargo, sigue siendo incierto si el cierre contribuye directamente al aumento de casi el doble de complicaciones peligrosas en el trabajo de parto y el parto en Massachusetts entre 2011 y 2020.
A pesar de la tendencia de cierres de unidades de maternidad, Massachusetts, según se informa, sigue proporcionando un fuerte acceso a los servicios obstétricos. El estado se enorgullece de no tener desiertos de maternidad, lo que significa que todos los condados tienen un mínimo de dos hospitales de parto o centros de nacimiento, con más de 60 proveedores obstétricos por cada 10,000 nacimientos, y un alto porcentaje de personas aseguradas.
Los directivos de los sistemas sanitarios revelaron que la decisión de poner fin al servicio de obstetricia hospitalaria se tomó tras los infructuosos esfuerzos por mantener un número suficiente de profesionales de la maternidad, un reto incluso con primas de contratación y ayudas de empresas de contratación.
También señalaron que dos tercios de las pacientes de la región ya se desplazaban voluntariamente más de 30 minutos a otros hospitales para dar a luz. El hospital ha registrado un descenso gradual de la natalidad a lo largo de los años, de 762 en el ejercicio 2017 a 511 en 2022, a pesar de los intentos de rejuvenecer el programa. No obstante, los defensores de la comunidad sostienen que las propias acciones del hospital contribuyeron al declive de la unidad, ya que dirigieron a los pacientes hacia el UMass Memorial Medical Center de Worcester.
Los defensores de la comunidad expresan su preocupación por el aumento de la carga que suponen los desplazamientos para los pacientes, especialmente los de entornos económicamente desfavorecidos que carecen de transporte personal. Esta preocupación encuentra eco en el senador estatal John Cronin, que expresó su temor por las consecuencias negativas para las mujeres de la región.
Antes del martes, el Departamento de Salud Pública debe determinar si el servicio del hospital es esencial para mantener la salud en la región. Si se considera necesario, el sistema deberá presentar un plan para garantizar el acceso continuado a los servicios de parto a nivel local. En todo el país, el cierre de los servicios de maternidad están alargando los tiempos de traslados a las pacientes para recibir la atención medica al momento del parto.