Tras un desmayo en pleno vuelo, la esposa del piloto toma el control del avión, realizando un aterrizaje de emergencia en Martha’s Vineyard
En un aterrador incidente, una mujer tuvo que hacerse cargo del avión de su marido después de que éste se desmayara mientras pilotaba. El suceso ocurrió en Martha’s Vineyard hace un mes, según una investigación dirigida por la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB).
Randolph Bonnist, aviador de 79 años de Norwalk (Connecticut), sufrió un problema de salud que le obligó a facilitar información médica completa para conservar sus derechos de vuelo. Su certificación médica había sido renovada por la Administración Federal de Aviación (FAA) apenas un mes antes del suceso.
La cónyuge del aviador, Robin Bonnist, informó de que su marido se había “desmayado” durante una operación de aproximación al aeropuerto. Convenció a los investigadores de que el monomotor estaba en perfecto estado y que el episodio no se debió a ningún fallo mecánico.
A pesar de carecer de licencia de piloto, Robin asumió el mando de la aeronave y consiguió realizar un aterrizaje sin extender el tren de aterrizaje dentro de la zona aeroportuaria. La aeronave, una Piper PA46, rebotó varias veces antes de posarse en posición vertical el 15 de julio. Lamentablemente, Randolph Bonnist sucumbió cinco días después en el Boston Medical Center, mientras que Robin sobrevivió sin heridas.
La NTSB compartió el certificado médico de tercera clase de Randolph Bonnist expedido por la FAA con fecha 1 de junio. Anteriormente, se le había concedido un certificado médico de emisión especial que exigía documentación suplementaria.
La FAA confirmó el incidente, declarando que una pareja iba a bordo del Piper Meridian 2006 monomotor cuando realizó un aterrizaje de emergencia sobre las 15:15 horas en el aeropuerto de West Tisbury, Massachusetts.
La aeronave se detuvo en una zona de hierba cercana a la pista. Los primeros informes de la policía local y estatal sugerían que el piloto estaba sufriendo una crisis médica, por lo que su pasajero tuvo que hacerse cargo del aparato.
El vuelo había salido de Westchester (Nueva York). El esfuerzo de Robin Bonnist por aterrizar el avión se saldó con un aterrizaje brusco fuera de la pista, que causó daños importantes en el ala izquierda del avión. La policía local describió la situación como el aterrizaje del avión sobre su vientre sin tren de aterrizaje.