Massachusetts experimentó 2,357 sobredosis fatales confirmadas y estimadas relacionadas con opioides en 2022, un nuevo récord, según datos publicados el jueves por el Departamento de Salud Pública (DPH, por sus siglas en inglés). La tasa de mortalidad de 33,5 por cada 100,000 personas refleja un aumento del 2.5% con respecto a 2021 y un aumento del 9.1% con respecto a 2016, el pico prepandémico.
La crisis fue especialmente pronunciada entre los residentes negros no hispanos, para quienes las muertes por sobredosis aumentaron un 42 por ciento. Las zonas más rurales del estado tuvieron la tasa más alta de muertes por sobredosis, en comparación con las regiones más densamente pobladas.
Funcionarios de salud pública del estado dijeron que un factor importante que impulsa el salto en las muertes es la presencia cada vez más común de múltiples sustancias, especialmente fentanilo, contaminando las drogas que una persona puede usar.
La administración Healey señaló que llevará a cabo varias estrategias para tratar de limitar el daño, incluyendo la creación de una línea directa de prevención de sobredosis en todo el estado y las instrucciones para el DPH para elaborar un “plan integral” para prevenir las sobredosis.
Ese plan analizará la “viabilidad” de los centros de prevención de sobredosis, donde las personas pueden consumir drogas adquiridas previamente sin consecuencias legales bajo la supervisión de profesionales médicos, que pueden intervenir para evitar que una sobredosis se convierta en mortal.
Robbie Goldstein, Comisionado del DPH, dijo que los lugares de consumo supervisado o de inyección segura han sido objeto de acalorados debates durante años y han suscitado amenazas de persecución federal.
“Queremos conocer la viabilidad de los centros de prevención de sobredosis en el estado de Massachusetts. Como he dicho antes, se trata de cuestiones complicadas que incluyen la comprensión del panorama jurídico federal y, lo que es muy importante, la comprensión de la participación que es necesaria con los municipios y con la Legislatura del Estado para asegurarse de que estos realmente son una estrategia de reducción de daños viable para desplegar en todo el estado”, dijo Goldstein en una rueda de prensa. “Este estudio y este plan integral examinarán específicamente la viabilidad de los centros de prevención de sobredosis en el estado”.
El nuevo estudio de la administración podría dar esperanzas a los defensores que llevan tiempo presionando a los responsables políticos del estado para que adopten este enfoque. Los partidarios afirman que las instalaciones limitarían el número de víctimas del consumo de drogas que ya se está produciendo, dada la rapidez con la que el fentanilo en particular puede hacer que una sobredosis sea mortal, y pondrían en contacto a los usuarios con los recursos.
Algunos municipios de Massachusetts han estado trabajando para poner en marcha centros de prevención de sobredosis a pesar de la falta de un marco regulador o de apoyo legislativo.
