La salud mental de los niños ha empeorado los últimos años y los trastornos más comunes como la ansiedad y la depresión han tenido un alza. “Hoy vemos un alza de un 28% a 130% de trastornos de ansiedad y depresión en niños y adolescentes. El suicidio es la primera causa de muerte en adolescentes. Estamos hablando de una situación de crisis y una emergencia a nivel de salud pública, a nivel mundial, y que si no lo atendemos en este momento y no entendemos sobre la crianza, sobre cómo se desarrolla el cerebro, sobre cómo son sus necesidades, van a aumentar estos números y tristemente los más afectados es la población infantil”, explicó Carina Castro, quien es neuropsicólogo pediátrico.
Después del 2020 los factores como las medidas de confinamiento, el exceso de tiempo frente a pantallas, la falta de exposición al sol, el sedentarismo y la privación de sueño afectaron y siguen perjudicando negativamente a la salud mental.
Riesgos de la tecnología en la primera infancia
El uso excesivo de pantallas, especialmente en la primera infancia (0-6 años), puede tener consecuencias perjudiciales. La luz azul emitida por los dispositivos electrónicos altera el reloj biológico interno, lo que puede causar problemas de sueño, irritabilidad y otros trastornos físicos y cognitivos. Además, el contenido al que los niños están expuestos en las pantallas puede influir en su comportamiento, habilidades sociales y emocionales. La exposición a contenido violento, rápido o inapropiado puede tener un impacto negativo en la salud mental de los niños.
Explica que durante esta etapa se produce la neuroplasticidad que consiste en la conexión de establecer entre 600 mil nuevas neuronas a través de diferentes vías. La solidez de estas conexiones neuronales en los primeros años de vida sienta las bases para el funcionamiento adecuado del cerebro ante las adversidades y situaciones estresantes que la vida pueda presentar.
“A mi me gusta explicarle a los papás que los primeros años de vida son como si construyéramos una casa con los mejores materiales, con las mejores columnas y con el mejor piso. ¿Por qué? porque eso es lo que va a soportar las adversidades propias de la vida, verdad? Como huracanes, terremotos, todo eso sostiene una casa. Ahora, todas las adversidades que nos presenta la vida, situaciones estresantes, situaciones traumáticas que tenemos necesitan una base firme y de eso depende un cerebro que tenga suficientes conexiones neuronales de calidad”, resaltó.
Se resalta la importancia de una crianza basada en el amor, el respeto y la empatía, a diferencia de una crianza basada en amenazas, castigos y violencia física.
Hábitos en la crianza
Se hace hincapié en que los niños tengan contacto con la naturaleza, se muevan y eviten el sedentarismo. La exposición a entornos como parques ayuda con la salud mental y física.
“Cuando tomamos los últimos 20 años de investigación científica, nos damos cuenta que hay una conexión directa entre los intestinos, cerebro, pulmón y corazón, y que hay un funcionamiento del cerebro que requiere de ciertos estímulos externos que no le estamos dando”, dijo.
La forma en que respiramos impacta directamente en cómo nos sentimos y actuamos ya que una respiración adecuada es fundamental para el bienestar mental.
También se mencionó los problemas físicos, cognitivos y de salud mental relacionados con el uso excesivo de pantallas. Se observan casos de miopía, trastornos del sueño y sedentarismo. A nivel cognitivo, se presentan dificultades en el lenguaje, el control de impulsos, las habilidades sociales y emocionales.
El uso de pantallas activa el circuito de la dopamina, generando adicción y ansiedad. La eliminación total de pantallas puede provocar depresión y falta de motivación. Es esencial equilibrar el tiempo de pantalla con otras actividades para prevenir problemas.
Estas son algunas recomendaciones que la neuropsicólogo provee para fomentar el uso responsable de la de tecnología en niños:
- Según las pautas establecidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), durante los primeros años de vida, desde el nacimiento hasta los 2 años y 11 meses, se recomienda que los niños no tengan ninguna exposición a pantallas.
- A partir de los 3 años, sugiere un máximo de 30 minutos de exposición a contenido de calidad y supervisado. En este sentido, se busca que las aplicaciones, películas, series o videos que vean los niños, tengan un ritmo lento y no muestran situaciones de violencia, maltrato o lenguaje inapropiado.
- Desde los 6 años, se recomienda que no deben pasar más de una hora seguida frente a las pantallas. Es importante tener en cuenta que esta recomendación debe ir acompañada de otras actividades fundamentales para su desarrollo saludable, como salir al aire libre, jugar, moverse e interactuar con otras personas.
- A medida que los niños se convierten en adolescentes y alcanzan los 13 años, se plantea abrir la puerta a las redes sociales. En este punto, es fundamental involucrarse en su mundo, observar lo que están viendo, a quiénes siguen y educar sobre un uso consciente y responsable de estas plataformas.
Cuidado parental en la crianza de la salud mental
“Si yo no estoy bien, no puede ejercerse una crianza consciente, no puedo pensar en la necesidad de mi hijo y no puedo conectar con él”, enfatizó la neuropsicóloga.
- Buscar ayuda psicológica antes que los hijos es importante para reconocer y sanar las heridas emocionales propias que puedan estar afectando la salud mental de los niños.
- Ayunar durante 14 a 16 horas permite que “la conexión directa que hay entre el intestino y el cerebro por medio de la microbiota intestinal” impacta el bienestar.
- Realizar al menos 30 minutos diarios de actividad física consciente, como caminar o correr, permite que el cerebro produzca los químicos necesarios para sentirse bien.
- Apagar los dispositivos antes de dormir para asegurar una cantidad y calidad adecuada de sueño, ya que la luz azul emitida por estos dispositivos puede alterar el sueño.
- Realizar actividades físicas en las mañanas porque el entrenar en la noche te activa y puede perjudicar tu sueño.
- Evitar la alimentación de comidas pesadas, procesadas y altas en azúcar porque afecta la calidad de sueño.
- Balancear entre ser un padre permisivo y no ser demasiado estricto estableciendo límites de la comprensión mientras se permite que los niños experimenten y gestionan sus emociones.
Políticas para mejorar la salud mental infantil
También se conversó acerca de las medidas del gobierno con respecto a la salud mental. “Yo creo que los gobiernos tienen que incluir en el currículum académico la materia de salud mental. Creo que a muy temprana edad los niños tienen que aprender a conocer su cerebro, cómo se desarrolla y qué necesita para tener salud mental”, resaltó.
Otra propuesta relevante se relaciona con el uso de las redes sociales en el que los gobiernos adopten políticas más rigurosas en este ámbito, utilizando la inteligencia artificial para verificar la edad de los usuarios y brindar un seguimiento más cercano. Asimismo, se destacó la importancia de realizar campañas de concientización e información sobre la salud mental. Castro trabajó en una campaña de salud mental en Costa Rica, donde se le dijo a los medios de comunicación las necesidades de los cerebros en desarrollo y cuáles son las actividades gratuitas que podemos hacer. “De esta forma vamos educando en salud mental, porque la realidad es que los números hoy son alarmantes, y van a continuar subiendo porque no estamos haciendo nada ni en los centros académicos, ni en las casas, ni en el gobierno. Entonces, si entendemos que esto es un problema de salud pública, que necesitamos de todos los fondos y frentes, tomar diferentes acciones, informar más a los padres y podríamos cambiar los números, pero para eso se requieren acciones masivas” aseguró.