Un grupo de migrantes y familiares de personas fallecidas por un incendio realizan una vigilia en memoria de las 38 víctimas, frente al Instituto Nacional de Migración (INM) | FOTO: EFE/Luis Torres
Un grupo de migrantes y familiares de personas fallecidas por un incendio realizan una vigilia en memoria de las 38 víctimas, frente al Instituto Nacional de Migración (INM) | FOTO: EFE/Luis Torres
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38 muertos en total y 28 heridos graves, son las víctimas de un incendio aparentemente provocado en protesta por los propios detenidos en un centro de detención de inmigrantes ubicado en Ciudad Juárez, México.

Un video que circuló recientemente muestra cómo los guardias de seguridad dejan a los migrantes dentro de las celdas pese a las llamas. Las autoridades de inmigración dijeron que liberaron a 15 mujeres cuando se desató el incendio, pero no han explicado por qué no dejaron salir a ningún hombre.

Un vídeo de vigilancia filtrado el martes muestra a los migrantes, al parecer temiendo que iban a ser trasladados, colocando colchones de espuma contra los barrotes de su celda de detención y prendiéndoles fuego, destaca la agencia de noticias AP

En el video, confirmado posteriormente por el gobierno, dos personas vestidas de guardias entran corriendo en el encuadre de la cámara, y al menos un migrante aparece junto a la verja metálica del otro lado. Pero los guardias no parecen hacer ningún esfuerzo por abrir las puertas de las celdas y se alejan a toda prisa mientras nubes de humo llenan la estructura en cuestión de segundos.

El Instituto Nacional de Migración de México, que gestionaba las instalaciones, declaró que estaba cooperando en la investigación. Guatemala ya ha dicho que muchas de las víctimas eran ciudadanos suyos, pero la identificación completa de los muertos y heridos sigue siendo incompleta.

Las autoridades estadounidenses se han ofrecido a ayudar a tratar a algunas de las 28 víctimas en estado crítico o grave, la mayoría al parecer por inhalación de humo.

Para muchos, la tragedia era el resultado previsible de una larga serie de decisiones tomadas por líderes en lugares como Venezuela y Centroamérica, y por responsables de políticas de inmigración en México y Estados Unidos, así como de residentes en Ciudad Juárez que se quejaban del número de migrantes que pedían limosna en las esquinas.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo que el incendio fue provocado por migrantes en protesta tras enterarse de que serían deportados o trasladados. «Nunca imaginaron que esto causaría esta terrible desgracia», dijo López Obrador.

El activista de inmigración Irineo Mujica dijo que los migrantes temían ser devueltos, no necesariamente a sus países de origen, sino al sur de México, donde tendrían que cruzar el país de nuevo.

«Cuando la gente llega al norte, es como un juego de ping-pong: los devuelven al sur», dijo Mujica.

«Habíamos dicho que con el número de personas que estaban enviando se estaba creando una bomba de relojería», dijo Mujica. «Hoy esa bomba de tiempo explotó».

Los migrantes están atrapados en Ciudad Juárez porque las políticas de inmigración de Estados Unidos no les permiten cruzar la frontera para presentar solicitudes de asilo. Pero fueron detenidos porque los residentes estaban cansados de que los migrantes bloquearan los pasos fronterizos o les pidieran dinero.

Unos 100 migrantes se congregaron el martes ante las puertas del centro de inmigración para pedir información sobre sus familiares.

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