Miguel Cabrera en su último Spring Training / Foto @tigers
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Miguel Cabrera no quiere ser el centro de atención en su año de despedida de la MLB. En su primer encuentro con la prensa durante el Spring Training, este lunes, pidió menos homenajes y más esfuerzo para la causa de los Tigres. Pero todos sabemos que el estelar venezolano no se va a marchar por la puerta de atrás.

Detroit, de hecho, ya dio inicio al «tour de despedida» de Cabrera. Y lo hizo mientras éste hablaba con los reporteros, pidiendo bajo perfil. Después de todo, es una de las principales leyendas de la organización.

«Es un año para recordar», asegura el departamento de Mercadeo de los bengalíes, que por ahora ha preparado cuatro días especiales para rendir tributo a la estrella nacida hace casi 40 años en Maracay.

El equipo puso a la venta un paquete que incluye entradas para juegos contra los Medias Rojas de Boston (el 6 de abril, el inaugural en la Ciudad del Motor), los Orioles de Baltimore (29 de abril), los Diamondbacks de Arizona (10 de junio) y los Guardianes de Cleveland (30 de septiembre). Los primeros 15.000 aficionados que entren al Comerica Park para los últimos tres duelos recibirán obsequios alusivos a Cabrera: camisetas y el infaltable bobblehead.

DISTRACCIONES, NO

«No quiero atención», dijo Cabrera durante el que también fue el primer día de trabajo general en el complejo de los Tigres. «No quiero distracciones para nuestro equipo. Espero poder disfrutar esta temporada, tratar de ayudar a los muchachos más jóvenes y tratar de ayudar a nuestro equipo a ganar más juegos».

Pero no será posible un adiós sin aspavientos. Ya vimos el año pasado cómo se llevó a cabo el último baile de Yadier Molina y Albert Pujols con los Cardenales de San Luis. Otros clubes querrán rendirle tributo. Un triplecoronado, un bateador de 500 jonrones y 3.000 hits no se retira con frecuencia.

Y los propios Tigres querrán homenajearle, por supuesto. Y sacar provecho de su imagen, antes de dar comienzo a la cuenta regresiva que le llevará al Salón de la Fama.

«Sé que no quiere mucha atención, pero la obtendrá, de todos modos: de los fanáticos, de la organización y de sus compañeros de equipo», advirtió el manager A.J. Hinch, en un mensaje lleno de realismo que recogió el sitio Michigan Live.

«Creo que su contribución a los Tigres debe ser celebrada», agregó el estratega. «Pero también tenemos que dejarlo ser. Dejarlo ser él mismo en el campo. Dejarlo jugar, y no solo recordar los últimos 20 años».

Una ráfaga de tuits anticipó lo que vendrá. En un par de horas, los felinos también fijaron un post alusivo al adiós que comienza y celebraron cada uno de los 369 jonrones que ha conectado desde que llegó a la organización.

PRÓXIMOS LOGROS

Pero este no debería ser solamente un año de despedida. Porque Cabrera podría sumar algunos logros adicionales antes de colgar los spikes. Como, por ejemplo, dar el hit que le falta para igualar los 3.089 imparables que sonó el gran Ichiro Suzuki.

Y seguir, a partir de allí. Apenas un poc más arriba le esperan Dave Winfield (3.110), Alex Rodríguez (3.115) y el mítico Tony Gwynn (3.141). Con apenas 44 inatrapables se meterá entre los 20 mejores hiteadores de todos los tiempos. Y lo mismo puede pasar en casi todos los departamentos ofensivos.

Por ejemplo, le bastan apenas 13 remolques para dar caza al legendario Mel Ott en el puesto 13 del conteo histórico. Y mejor parar, porque la enumeración puede ser larga.

La única duda con Cabrera gravita alrededor de su estado físico. Desde hace varias temporadas se ha visto disminuido por severos dolores en las rodillas. Y como se trata de una lesión crónica, no hay arreglo posible.

En 2022 bateó sobre .300 durante medio campeonato, hasta que la molestia le cobró impuesto y le dejó en .254, solamente. ¿Cuántos encuentros podrá jugar esta vez, qué tan capaz será de sobreponerse al problema para despedirse como desea?

«Cuando me den la oportunidad de jugar, jugaré», dijo Cabrera en su rueda de prensa. «No sé cuál será mi papel este año, pero estoy abierto a todo. Con suerte, si puedo batear, voy a estar en la alineación».

Son 12 llamados al Juego de Estrellas, siete Bates de Plata, cuatro títulos de bateo, dos premios como Jugador Más Valioso y una Triple Corona. Es toda una leyenda del beisbol. Y su tour de despedida comenzó hoy.

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