Maya Gómez es una joven artista colombiana que utiliza la técnica abstracta contemporánea para crear sus obras de arte. Llegó desde Bucaramanga hace 8 años a Boston, ciudad que hizo su hogar y sede de sus creaciones. Descubrió su creatividad desde muy temprana edad y siempre estuvo mostrando su talento en diferentes proyectos como tejer, trabajar con niños, decoración navideña hasta que encontró en la pintura la mejor manera de expresar sus emociones y creatividad.
“Hagamos del mágico mundo del arte nuestra realidad, mis obras se han caracterizado porque utilizo diferentes materiales, porque hoy en día el mundo nos exige abrir la mente, estoy fascinada por el impacto que el color tiene en las personas, mi deseo con mis creaciones es poder hacer vibrar a las personas y conectar con diferentes estados de ánimo que van desde la calma y la paz hasta la energía y la emoción”, indicó Maya.

En el 2007 con una inversión de 150 millones de dólares el Liberty Hotel Boston, the Luxury Collection pasó de ser la cárcel de Charles Street, también conocida como la cárcel del condado de Suffolk, a un lujoso hotel, propiedad del Mass General Hospital, que tiene 298 habitaciones y forma parte de Starwood Luxury Collection. Su creación a partir de la primera prisión de Boston es una de las reconversiones más creativas e inusuales del presente, que combina la historia, la sofisticación y la calidez de la ciudad.
Este hito histórico nacional y joya arquitectónica construida en 1851 es hoy un refinado y lujoso hotel donde cada martes, de 6 a 8 pm se realiza la “Noche de Galería”, para exhibir el arte de algunos de los artistas y galerías locales más destacados de la ciudad. “Este espectáculo semanal refuerza el compromiso de The Liberty de apoyar la escena artística de Boston y nuestra comunidad local”, se lee en la web del hotel; y es precisamente aquí donde Maya Gómez estuvo exponiendo su arte y ha sido galardonada tres veces como la “Artista local reconocida” del Liberty Hotel Boston, the Luxury Collection.

La obra de Maya siempre se ha caracterizado por utilizar diferentes técnicas, medios, herramientas y una amplia gama de colores que permiten que su estilo contemporáneo vaya desde texturas audaces hasta pinceladas suaves. “Mi inspiración puede provenir de diferentes fuentes, como, por ejemplo, de algo que vi en un viaje o de lo vivido a través de un proceso personal. Sin embargo, tengo dos temas que me inspiran mucho en este momento: el océano y el instinto minimalista adoptado por el estilo Escandinavo y el estilo Japandi, los cuales además de ser atemporales, traen esa sensación de calma y paz, dos elementos que siempre quiero transmitir a través de mis obras”, expresó.

“Qué sería de la vida si no tuviéramos el valor de intentar algo nuevo”, frase con la que Maya se identificó luego de enfermar en el 2019, dejar su empleo por el excesivo estrés que le generaba y quedarse sin ningún ingreso económico; sufrió un accidente que le causó una convulsión cerebral severa, se acababa de reencontrar con la creatividad, pero los doctores le prohibieron cualquier actividad que estimule el cerebro; luego vino la pandemia, tiempo de desafíos. “Me vi en la obligación de reinventarme, tuve que hacer un alto y seguir adelante”. Poco a poco fue retomando sus actividades, entre eso, pintar, comenzó aprender el manejo de las redes sociales para publicar sus trabajos, vendió su primera obra, al darse cuenta de la aceptación que tenía, decidió fundar Mayart Studio, un emprendimiento de arte abstracto contemporáneo.

¿Qué significa para ti exponer en la galería del Liberty Hotel?
Exponer en el Liberty Hotel es para mí todo un honor, ya que es uno de los más emblemáticos en la ciudad de Boston, donde muchas personas buscan esa mezcla perfecta de historia, sofisticación y la calidez de la ciudad. Además, cada martes invitan a increíbles artistas locales y ser parte de ese selecto grupo ha significado para mí no solo la oportunidad de comercializar mis obras, sino también de conocer y crear una red de contactos con personas especiales que al igual que yo aman el arte.
Maya afirma que saber que la galería y el hotel fue una prisión es algo especial para ella por el significado que tiene para la ciudad. “En el pasado tuve la oportunidad de cenar en el restaurante del hotel y me parece fascinante como conservan su arquitectura y lo convirtieron en un prestigioso hotel”, comentó al confesar que desconoce las historias de los presos que estuvieron allí, pero no descarta que una de sus futuras obras podría estar inspirada en la primera cárcel de Boston.