La palabra yoga significa “unión y esfuerzo”, es el conjunto de disciplinas y prácticas de tipo físico, mental y espiritual cuyo objetivo es lograr el equilibrio entre el cuerpo y la mente para alcanzar la iluminación y la trascendencia del ser, según la tradición hinduista. Catorce adolescentes provenientes de Honduras, Guatemala, El Salvador y Colombia, cada sábado desde la primavera hasta finales de este verano, son quienes semana a semana dejan anclados en el parque sus miedos, frustraciones y traumas, cuando de la mano de Patricia Montes, directora ejecutiva de Centro Presente, sacan lo negativo y lo convierten en vivencias, que por más duro que haya sido, les ayudará a restablecerse. “En su mayoría son niñas centroamericanas que vienen huyendo de la violencia al igual que sus padres”, expresó. En términos prácticos el yoga armoniza el cuerpo, la mente y las emociones.
Las clases de yoga son impartidas para curar el cuerpo y el alma de las cicatrices que dejan los traumas por los que tienen que pasar estas adolescentes de entre 13 y 17 años, cuando huyen de sus países para dejar atrás la violencia. “Nunca había hecho yoga, pero el primer día que practiqué con Patricia, no fue difícil concentrarme y cuando lo logré me sentí muy relajada. Lo recomiendo a personas que están frustradas o estresadas porque te ayuda a estar en paz. Es muy bonito estar en Centro Presente”, expresó Emily.
Centro Presente tiene un programa dedicado a los jóvenes y dentro de ese contexto decidieron incluir la práctica del yoga y la meditación como medida de tratamiento. “Es una herramienta para trabajar el trauma y de sanación feminista”, expresó Montes al enfatizar que su organización tiene un Centro de Derechos de la Mujer que es un espacio para promover nuevos liderazgos femeninos a través del aprendizaje, la conexión y el intercambio de experiencias. “La mayoría de las mujeres centroamericanas vienen con muchos traumas por el nivel de violencia del que escapan, del que huyen de sus países de origen y no encuentran fácilmente la manera de poder canalizar, lidiar con el dolor y la pena de haber cruzado varias fronteras, haber sido detenidas por la Patrulla Fronteriza, haber estado en un centro de detención, todas estas experiencias causan un trauma más las heridas que han vivido al tratar de huir del crimen organizado”.

Carla cuenta los días para llegar a su clase de yoga de los sábados, porque sabe que el estrés que afronta lo cambiará por relajación. “Yo soy una persona que se estresa fácilmente y cuando hago yoga me siento en paz y me ayuda a olvidarme de mi vida de todos los días y de mis problemas también. Lo que más me gusta del grupo es que nos escuchan y toman en cuenta nuestros pensamientos y es algo que la mayoría de los jóvenes necesitamos que nos escuchen y sentir que nuestra opinión o lo que pensamos importa. Cuando participo me siento muy bien y apoyada también”, manifestó.
El programa de yoga es parte esencial de una formación integral que tienen las jóvenes. “Lo más hermoso de todo es que nos hemos dado cuenta de que la mayoría de estas chicas latinas inmigrantes nunca habían hecho yoga en su vida, para Centro Presente es muy importante porque estamos utilizando la herramienta del yoga como un espacio de sanación, para estas niñas ha sido una experiencia nueva”, explicó Montes al resaltar que las clases al aire libre les permite utilizar los parques y las áreas verdes de East Boston, que mayormente son utilizados por las personas de raza blanca.
Para Raquel el yoga no solo la aleja de sus problemas, sino que ha sido su salvación a la hora de organizar su vida. “Para mí, el yoga es muy buena porque me ayuda a reflexionar sobre las cosas que suceden en mi vida y me apoya con mi salud mental. Recomendaría a la gente que hiciera yoga porque es una buena disciplina”, comentó.
Es válido indicar que el costo promedio de una clase privada de yoga oscila entre 70 a 100 dólares y una grupal de 45 minutos podría llegar a costar de 15 a 25 dólares. Las clases que imparte Centro Presente son totalmente gratuitas, no están abiertas para el público, sólo para las jóvenes que son miembro de la institución. “Ir a un estudio para hacer yoga es una práctica muy cara”, resaltó la Directora Ejecutiva de Centro Presente al definir al yoga como un ciclo de sanación en donde las niñas mantienen conversaciones, hacen ejercicios y meditan”. expresó.

La práctica de yoga conlleva una serie de posturas que se combinan con la práctica de ejercicios de respiración.
Centro Presente es una institución que está ubicada en East Boston y desde hace 40 años lucha por los derechos de los inmigrantes, les da voz a sus miembros e impulsa el empoderamiento de la comunidad. “La mayoría de los inmigrantes centroamericanos son mujeres y niños que huyen de la opresión y explotación económica, niveles extremos de pobreza, corrupción e impunidad en sus países de origen”, comentó Montes. Centro Presente tiene este grupo de jóvenes exclusivamente para mujeres, a quienes se las prepara para enfrentar su nueva vida en Los Estados Unidos, por ejemplo, las instruyen en cómo hacer un curriculum o cómo preparase para una entrevista de trabajo.
“El Centro de Derechos brinda a las mujeres que participan, información precisa y clara sobre temas que tienen un gran impacto en sus derechos humanos, civiles y laborales como mujeres inmigrantes que viven y trabajan en los Estados Unidos. Dentro del Centro aprenden cómo funcionan las estructuras de poder y democracia, y cómo pueden construir juntas una sociedad más inclusiva, más democrática y más participativa”, comentó Daniela Carvajal, quien nació en Colombia y llegó a Los Estados Unidos siendo una niña, es beneficiaria de la Acción Diferida para los llegados en la Infancia, DACA, desde hace 4 años es la Organizadora Comunitaria de Centro Presente y está en contacto constante con las inmigrantes. “Sus historias de fortaleza es lo que me da más motivación para seguir luchando”, comentó.
Centro Presente es una organización cuyos miembros trabajan para apoyar a la comunidad de inmigrantes latinos en todo el estado de Massachusetts con el fin de que logren ser independientes y autosuficientes. El objetivo es que los inmigrantes centroamericanos conozcan sus derechos y sus habilidades de liderazgo, para que puedan tomar un papel protagónico en la mejora de sus condiciones y sus familias.