El acceso al aborto sigue protegido en Massachusetts a pesar de que la Corte Suprema anulara el viernes 24 de junio la decisión Roe v. Wade, que puso fin al derecho federal al aborto.
Poco después de que se dictara el fallo, la fiscal general Maura Healey, emitió un comunicado en el que aseguró que «en Massachusetts haremos todo lo posible para garantizar que las pacientes de todo el mundo país puede recibir la atención necesaria y apoyar y proteger a nuestros proveedores».
Asimismo, el gobernador Charlie Baker emitió una orden ejecutiva que prohíbe a los trabajadores estatales investigar a alguien por recibir o brindar «servicios de salud reproductiva que son legales en Massachusetts».
«Estoy profundamente decepcionado con la decisión de hoy de la Corte Suprema, que tendrá importantes consecuencias para las mujeres de todo el país que viven en estados con acceso limitado a los servicios de atención de la salud reproductiva. La Commonwealth ha sido durante mucho tiempo líder en la protección del derecho de la mujer a elegir y acceso a los servicios de salud reproductiva, mientras que otros estados han criminalizado o restringido el acceso», dijo el gobernador.
Los legisladores de Massachusetts tomaron medidas para proteger los derechos de reproducción a fines de 2020, cuando la jueza de la Corte Suprema Amy Coney Barrett, nombrada por el expresidente Donald Trump, tomó el asiento de la fallecida jueza Ruth Bader Ginsburg. La Legislatura aprobó la «ROE Act», que codifica el derecho al aborto en la ley estatal.
La ley hace que los abortos sean más accesibles para las jóvenes de 16 y 17 años sin el consentimiento de los padres y también permite que el procedimiento se realice más allá de las 24 semanas de embarazo en algunos casos.
Massachusetts es uno de los 16 estados con leyes vigentes para proteger el derecho al aborto.
Hay 13 estados que han aprobado «leyes de activación» para prohibir o restringir en gran medida el aborto automáticamente tras la anulación de Roe v. Wade.