Dos sencillos más de Albert Pujols no tendrían por qué ser una novedad. Después de todo, ha estado repartiendo palo en la MLB desde el día de su ascenso, más de décadas atrás.
Pero estos dos incogibles que acaba de largar el astro de República Dominicana permiten apreciar en toda su grandeza, de nuevo, una de las carreras más brillantes en la historia de las Grandes Ligas.
Pujols igualó y superó al mítico Eddie Collins con ese par de inatrapables. Llegó a 3.316 cohetes en su carrera y se metió entre los 10 hiteadores más prolíficos de la historia.
Sí, este hombre que ocupa el quinto puesto de todos los tiempos entre los principales jonroneros, con 681, tambien ha sido una regadera desde su estreno en 2001. Y su nombre se repite una y otra vez en el top 10 de una gran cantidad de departamentos ofensivos en la Gran Carpa, un mérito que acentúa su leyenda en el Big Show.
Solo Hank Aaron y Babe Ruth tienen más empujadas que él, que llegó a 2.160 en el duelo contra los Mets de Nueva York.
Es cuarto en bases alcanzadas con 6.065, únicamente por detrás de Aaron, Stan Musial y Willie Mays.
Apenas Aaron, Musial y Barry Bonds superan sus 1.371 extrabases.
Es quinto en la cuenta general de dobletes, a la zaga de Tris Speaker, Pete Rose, Musial y Ty Cobb.
Y antes de colgar los spikes en octubre, también habrá superado a algunas de esas leyendas en varios de esos conteos.
Pujols muestra una hoja de servicios en la que solo faltará haber bateado sobre .300 de por vida. Aunque no es un demérito, porque grandes estrellas como Bonds tampoco cerraron por arriba de la marca. Y sus promedios de .297/.375/.543 le abren con honores un lugar entre lo más granado en la historia de la MLB.
La Máquina, le dicen desde sus primeros tiempos en las Grandes Ligas. No podría haber un apodo mejor.
Casi todo lo que hace Pujols se convierte en un hito. Es lo que ocurre cuando se es una referencia de dominio durante más de dos decadas, sin interrupción.
Hasta las simples anécdotas terminan en el libro de récords, cuando se trata del nativo de Quisqueya.
Hace días pidió la pelota para lanzar en un juego abierto. Los Cardenales de San Luis ganaban con comodidad y él quería cumplir el sueño de lanzar en la Gran Carpa.
No se lució, es verdad, pero gozó. Y quedó en los registros como el segundo bigleaguer de más edad en hacer su estreno como pitcher.
Este miércoles ocurrió otro tanto, cuando salió a robar con total impunidad.
Esa estafa probablemente aparecerá en la guía de medios de los pájaros rojos a partir de 2023. Porque Pujols se convirtió en el jugador de San Luis con un robo a mayor edad desde el mismísimo Musial en 1963, según precisó ESPN.
El astro dominicano tiene 42 años de nacido y está dando en su vuelta final en el Big Show. Al terminar esta campaña dirá definitivamente adiós. Pero aún tiene algo más de cuatro meses de acción por delante, para seguir aumentando su grandeza y completar una candidatura que, al igual que pasó con el panameño Mariano Rivera, tiene con qué entrar al Salón de la Fama por unanimidad.