Decenas de personas se reunieron ayer jueves 24 de marzo, frente a la casa de gobierno para exigir al senado de Massachusetts la aprobación del proyecto de ley conocido como “Ley de Movilidad Laboral y Familiar”. Activistas del grupo Cosecha convocaron a la concentración, que tuvo como fin poner presión a los legisladores del estado. De aprobarse la ley en todas las instancias, los inmigrantes indocumentados podrían optar a licencias de conducir sin mostrar prueba de permanencia legal en el país.
El pasado 5 de febrero, el proyecto de ley fue aprobado por el Comité de Transporte de la Legislatura de Massachusetts. Posteriormente, el 16 de febrero, la Cámara de Representantes de Massachusetts aprobó el proyecto de ley por una abrumadora mayoría de 120 votos a favor y 36 en contra, superando las expectativas, a pesar del poco apoyo que ha recibido por parte del gobernador, Charlie Baker. No está claro si el Baker firmará la ley, pero la propuesta puede estar protegida por una mayoría a prueba de veto.
Ahora, esta propuesta se dirige al Senado y, si consigue la mayoría, estaría a un paso más de convertirse en ley, luego de mantenerse en suspenso por al menos 15 años. Si se aprobase, la ley entraría en vigor a partir del 1 de julio de 2023, y podría ayudar a unas 78 mil personas en Massachusetts a solicitar una licencia de conducir estándar, independientemente de la condición de inmigrante, manteniendo el pleno cumplimiento de los requisitos federales de la Real ID.
Deysi Gutiérrez, residente de East Boston, asistió a la protesta para elevar su voz y exigir a los legisladores del estado actuar para aprobar el proyecto de ley. “Hay que presionar al Senado para apoye esta ley no solo para darles a nuestra gente el derecho de manejar, pero también para saber que ellos respetan a la dignidad de cada ser humano”.

Los manifestantes se reunieron afuera de la casa de gobierno por más de dos horas, alzando pancartas que mostraban mensajes como: “licencias si, promesas no”. El descontento generalizado se debe en parte, por el innecesario retraso que ha sufrido la propuesta de ley entre el senado y la cámara baja en los últimos años.
Algunos temen que la emisión de estas licencias de conducir cree una base de datos que podría ser utilizada para reportar a los trabajadores indocumentados, como en el caso de los registros de DACA (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia). Sin embargo, los defensores señalan que el proyecto de ley contiene un lenguaje para evitar ese tipo de uso indebido.
“Ciertamente hemos aprendido mucho sobre cómo funciona ICE (Servicio de Control de Inmigración y Aduanas), que persigue a los inmigrantes desde que presentamos este proyecto de ley”, dijo la representante Christine Barber, demócrata de Cambridge y patrocinadora principal del proyecto de ley junto con la representante, Tricia Farley-Bouvier de Pittsfield. “Pudimos hacer de este proyecto de ley de Massachusetts, un proyecto que protege los datos a nivel estatal.”
Actualmente, 16 estados permiten a inmigrantes indocumentados portar una licencia de conducir sin mostrar prueba de permanencia legal en el país. Estos estados emiten una licencia de conducir si el solicitante proporciona cierta documentación, como un certificado de nacimiento extranjero, pasaporte extranjero o tarjeta consular, y evidencia de residencia actual en el estado.
Hoy en día podemos decir que el otorgar una licencia de manejo a un inmigrante indocumentado mejora la seguridad en carreteras e impulsa la economía de un estado. «Como antiguo agente de policía con más de 30 años de experiencia, creo que todas las familias de Massachusetts, se beneficiarían de la Ley de Trabajo y Movilidad Familiar. Esta ley reducirá el número de conductores sin licencia y sin seguro en las carreteras, lo que tiene sentido desde el punto de vista de la seguridad pública», declaró el legislador demócrata Paul Tucker.