Este domingo 13 de marzo toca abandonar el horario estándar. Como cada año, cuando se acerca la primavera hay que adelantar los relojes una hora para aprovechar un poco más el sol.
¿En qué momento? El cambio se dará a las 2 am pasando a ser las 3 am. Este cambio estará vigente en los próximos cuatro meses hasta que empiece el horario de invierno, en noviembre.
Así, pues, el domingo será el día más corto del año, con solo 23 horas. Eso significa que perderás una hora de sueño si tienes una hora determinada para despertarse el fin de semana.
¿Por qué cambia el horario?
El objetivo es ahorrar energía con el ajuste de la jornada laboral a las horas de luz natural por las tardes. Es decir, todo esto implica que amanecerá y anochecerá más tarde.
Si el cambio se produce durante el fin de semana es para que afecte lo menos posible a nuestra vida laboral y así estar listos para trabajar el lunes sin estar aturdidos por el cambio.
Actualmente todos nuestros ordenadores y teléfono inteligentes cambian automáticamente la hora. Sin embargo algunos relojes tradicionales los tendremos que actualizar manualmente como por ejemplo el reloj del microondas o el clásico reloj de manecillas.
Efectos
El cambio horario, según los expertos, altera los ritmos y algunas personas pueden tener dificultades para conciliar el sueño y para despertarse, fundamentalmente los niños y los mayores.
Adaptarse a nuevos hábitos de sueño es difícil para el cuerpo, especialmente porque el reloj interno sigue su marcha independientemente del horario en el que nos encontremos. Este reloj interno, o ritmo circadiano, está influenciado por la exposición a la luz solar, entre otros factores. Para minimizar estos impactos, expertos recomiendan:
- Dormir como prioridad máxima en los días previos a un cambio de horario. Es decir, acostarse más temprano o evitar los aparatos electrónicos antes de dormir.
- Cenar ligero y limitar el consumo de cafeína por la tarde.
- Evitar la automedicación en caso de no adaptarte al nuevo horario.