Por Jeaneth D. Santana para El Planeta
La alcaldesa de Boston, Michelle Wu, en rueda de prensa, dijo que su administración está trabajando en la reubicación de las personas que viven en carpas en el campamento conocido como Mass and Cass, donde habitan un gran número de personas que se enfrentan a la falta de vivienda y a la adicción a las drogas. Especialmente después del cierre del centro de tratamiento en Long Island, que fue el mayor refugio para personas sin hogar de Boston. El mismo tenía programas para recuperar a los adictos y un campamento para los jóvenes que buscaban escapar de la violencia de verano.
El puente que lleva a Long Island se cerró en 2014 y es un viaje en bote de 11 minutos desde los muelles de la Patrulla Portuaria de la Policía, en South Boston. Fue entonces cuando el entonces alcalde Martin J. Walsh, evacuó el campus en medio de preocupaciones con la seguridad estructural del puente, tras una inspección estatal que descubrió que era demasiado inestable para los vehículos.

La alcaldesa arribó al muelle de patrulla de la Policía de Boston, en un bote del Departamento de Bomberos, después de su visita a Long Island en compañía de otros funcionarios, donde a su llegada, en medio de una fría temperatura de invierno (19 grados Fahrenheit), conversó -por más de 30 minutos- al aire libre con los periodistas y se mostró partidaria de encontrar una solución desde la raíz para enfrentar el riesgo que representa para la salud y el peligro para los residentes y vecinos del campamento.
“Estamos trabajando con urgencia para mover a las personas de los campamentos de tiendas de campaña en la intersección de Massachusetts Avenue y Melnea Cass Boulevard, lo que se ha convertido en el epicentro del abuso de opioides y la epidemia de personas sin hogar en la ciudad”, manifestó la alcaldesa Wu, al tiempo de puntualizar que cualquier trabajo en la isla sería más un objetivo que se realizará en un futuro inmediato.
“La ciudad está creando nuevas viviendas de transición para 150 personas que viven en los campamentos antes de la fecha límite del 12 de enero”, dijo Wu, después de la visita que realizó en bote a Long Island para ver la posibilidad de reconstruir un campamento de recuperación a largo plazo para personas en tratamiento de salud mental y abuso de sustancias. “Estamos evaluando opciones a mediano y largo plazo, Long Island es una gran parte de eso”, agregó.
A la alcaldesa se unieron su Asesora Principal, la doctora Monica Bharel; la directora ejecutiva de la Comisión de Salud Pública de Boston, la doctora Bisola Ojikutu; la jefa de Vivienda, Sheila Dillon y otros funcionarios de la administración municipal.
Hasta el momento informó la alcaldesa, se han trasladado a 49 personas de los campamentos a nuevas unidades de vivienda durante las últimas semanas y se han identificado planes de vivienda para el 75% de las personas que viven en el campamento.
Las 150 unidades están ubicadas en tres sitios: casas temporales en el campus del Hospital Shattuck en Jamaica Plain; habitaciones en el hotel EnVision en Mission Hill; y en el antiguo Best Western, conocido como Roundhouse, en Massachusetts Avenue. La mayoría de las unidades se consideran las llamadas “viviendas de bajo umbral”, una estrategia de vivienda que tiene como objetivo trasladar a las personas que aún sufren adicciones y enfermedades mentales directamente a un refugio con acceso a servicios sociales y a asesoramiento personal.

“La parte de mediano y largo plazo del trabajo será transformar nuestro sistema, de cómo pensamos en las personas sin hogar y las personas que sufren de adicción”, dijo la doctora Monica Bharel, una de las principales asesoras de salud pública de la administración Wu, quien atendió a pacientes en el antiguo campus de recuperación.
“Esto no va a ser un interruptor de encendido y apagado», dijo la alcaldesa al tiempo de afirmar que el objetivo era identificar el mejor uso de la isla, incluidos los 400 mil pies cuadrados de espacio de construcción que ya existen. “Podemos usar la isla para ayudar a quienes se encuentran en etapas más avanzadas de tratamiento”, declaró.
Indicó que muchos de los edificios están en ruinas y se han deteriorado en los últimos años por los daños causados por el agua. La isla todavía tiene una estación de bomberos, con un camión aún estacionado afuera. Wu, indicó que no había visitado las instalaciones desde que se unió al Concejo Municipal en el 2014. “Pude ver realmente el estado de los muelles, de los edificios y el alcance del terreno que está disponible para la ciudad. Necesitamos pensar en todas las formas posibles en las que podemos conectar a nuestros residentes con los servicios”, concluyó.