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La llegada del frío es uno de los desafíos más preocupantes para el inmigrante. Especialmente, si se vive en la zona noreste del país, donde el temido invierno, caracterizado por muy bajas temperaturas, días oscuros y caídas de nieve, constituye una barrera difícil.

Pero el invierno no interrumpe la vida cotidiana. Existen hábitos, técnicas y recursos que permiten sobrevivir a los climas extremos e inclusive aprender a disfrutarlos.

Sacar partido a los meses de invierno es posible siguiendo esta sencilla guía de supervivencia:

1.- Consulta a diario las previsiones meteorológicas

Los servicios de previsión del clima son muy acertados, pues cuentan con los dispositivos tecnológicos más avanzados para prever situaciones de catástrofes y alertar a la población.

Es muy común que los residentes de Nueva Inglaterra estén acostumbrados a revisar estos servicios regularmente para organizar sus actividades al aire libre, para planificar sus desplazamientos en las rutas y autopistas y hasta para simplemente decidir cómo vestirse y calzarse a diario.

2.- La temperatura ambiental es diferente a la sensación térmica

La primera gran lección sobre el invierno que aprende un inmigrante es el índice de sensación térmica, en inglés marcado usualmente como «feels like».

Es un indicador sumamente importante para determinar acertadamente el frío que se sentirá en la piel. Por ejemplo, si la temperatura exterior es de 30°F, con una sensación térmica de 0°F, lo que señala el índice es que la temperatura “real” que se sentirá es de 0°F. Esto se debe principalmente al frío y al viento.

3.- No te fíes del sol

Con frecuencia, los días más fríos son los más soleados. Un día húmedo y con mucho viento es, sin duda, un día mucho más frío, aunque el sol brille radiante. De hecho, esa sería la segunda gran lección para el inmigrante que comienza a habituarse al invierno: no fiarse del sol, es el índice de sensación térmica el que determinará si se deben usar los guantes y la bufanda más abrigados.

4.- Conducir con mucha precaución

Aunque se cuente con una vasta experiencia conduciendo vehículos, deben evitarse el exceso de confianza y la improvisación al manejar durante el invierno: reducir la velocidad, evitar maniobras imprudentes, minimizar los cambios bruscos de canal y guardar un espacio prudencial entre vehículos.

La llamada “lluvia helada” (“freezing rain”, en inglés), que se produce cuando las gotas de agua pasan a través de una capa atmosférica a temperatura bajo cero y caen en forma de pequeños trozos de hielo, es una de las condiciones climáticas más peligrosas para conducir. Las rutas se vuelven resbaladizas y con frecuencia se producen choques múltiples. Durante una tormenta de nieve también se sugiere evitar manejar.

5.- Vístete adecuadamente

El disfrute del invierno comienza por aprender a vestirse y calzarse correctamente. Se sugiere colocarse la ropa en capas. La primera, pegada a la piel, suele ser un pantalón y una especie de camiseta de mangas largas, muy finos, elaborados de un textil térmico natural (como el “fleece” o la lana de merino). La segunda capa la constituye el vestuario que se lucirá: pantalón o leggins, para las damas, camisas, franelas, remeras, etc. La tercera y las sucesivas capas se agregarán de acuerdo con la temperatura exterior.

También se puede invertir en una buena chaqueta especializada en ayudarte a resistir las bajas temperaturas y el viento helado. Las prendas son elaboradas para diferentes niveles de temperaturas y en las etiquetas está claramente especificado. Estos artículos suelen ser costosos, pero la buena noticia es que la inversión puede durar varios años, si se cuidan y lavan muy bien las piezas al finalizar el invierno.

6.- Come adecuadamente

La falta de luz solar produce deficiencia de vitamina D, lo cual podría ser responsable de los síntomas depresivos que algunas personas padecen durante la estación invernal. Conviene comer alimentos ricos en esa sustancia orgánica, como el salmón, el atún, la trucha, el arenque, la leche de vaca y las bebidas de soya. Si se identifica la deficiencia de vitamina D, pueden tomarse suplementos dietéticos. Cuando hace frío el cuerpo consume más energía para mantener la temperatura estable. Por lo tanto, las comidas sanas, calóricas y calientes son sumamente reconfortantes. Las cremas de legumbres, los tés, el café y el chocolate caliente son recurrentes en la mesa.

7.- Toma suficiente agua

Hidratar el cuerpo es otra sugerencia importante: tomar agua y utilizar cremas para el cuerpo, las manos, los pies y los labios. La calefacción debe mantenerse a una temperatura regular, sin excederse. Entre 65 y 70 grados Farenheit resulta aconsejable. Al dormir, se sugiere bajar un poco la temperatura, pues el aire seco de la calefacción puede afectar las vías respiratorias.

8.- Realiza alguna actividad física

Un preocupante hábito en algunos inmigrantes consiste en encerrarse durante el invierno. “Hace demasiado frío, ¿cómo es posible salir al exterior?”.

Realizar algún tipo de ejercicio físico en el exterior es muy recomendable durante el invierno, permite mantenerse en forma, facilita el disfrute de la luz solar (escasa en la temporada) y estimula la tolerancia al frío. Un simple paseo matinal de 20 minutos, dos veces por semana, puede hacer la diferencia.

9.- Descubre los placeres del invierno

Esquiar, patinar sobre hielo, hacer muñecos de nieve, contemplar la fauna hibernal, asistir a un juego de hockey, improvisar un batalla de bolas de nieve, una fogata o tomar un chocolate caliente al resguardo de una chimenea son momentos de enorme satisfacción. Cada quien encontrará la actividad que mejor le plazca.

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